Muerte a domicilio: el ideario nazi del señorito “andalú” del PP, Moreno Bonilla
Por Magdalena del Amo.- ¡Hay que matar a los viejos que quedaron vivos tras la masacre de 2019 en residencias de ancianos y hospitales! El genocidio para justificar la existencia de un virus mortal y un cambio de paradigma social no debería quedar en el olvido en una sociedad mínimamente empática, que considera la vida como el bien mayor al que tenemos derecho por ley natural, muy anterior al derecho positivo. Pero no es el caso. Las sociedades del bienestar se han ido encanallando y han sustituido los valores tradicionales que nos ennoblecen, por ideas y actitudes más propias de etapas de barbarie que de sociedades avanzadas donde prime la evolución en un sentido amplio de superación en todos los niveles. Hace siglos que hemos abandonado el canibalismo, pero todos los indicadores apuntan al inicio de un camino de regreso. La Cultura de la Muerte se impone en estos tiempos de transición al transhumanismo, es decir, a una sociedad de hombres máquina de almas calcificadas y conciencia hibernada, donde los conceptos del Bien y el Mal serán solo reminiscencias del pasado.
Las leyes nazis que legalizaron la muerte de los viejos, enfermos e imperfectos, que tanto escandalizaron al mundo, retornan con fuerza, pero no como castigo, sino como una suerte de regalo de fin de etapa a unas vidas, las más de las veces, tintadas con el pincel de la adversidad, las cuestas arriba y el sacrificio. La distopía y el disparate han llegado al extremo de incluir la muerte provocada en el paquete de medidas para viejos, enfermos y discapacitados. Todos ellos tienen vidas sin valor, según la nomenclatura nazi. ¡Qué pena de humanidad! Pena y rabia a la vez, ante un sistema tenebroso seducido por la muerte.
Durante las nefastas legislaturas de Rodríguez Zapatero se redactó un proyecto de ley de eutanasia que quedó congelado hasta la llegada de Pedro Sánchez. Algunos ingenuos aún creen que eso de matar bebés en gestación y viejos es cosa de socialistas y comunistas, pero no. Desgraciadamente, la conjura contra la vida y sus leyes de apoyo, son planes sociales que se han ido imponiendo mediante técnicas de manipulación, a través de eufemismos, mentiras y conceptos falsos.
Bajo el eufemismo “muerte digna” se esconde un plan de asesinato de inocentes, con una inyección de punto final; paradójicamente, el mismo método que se emplea con los facinerosos condenados a la pena capital en los países donde existe la pena de muerte. ¡Siento escalofríos al escribir esto! Las muertes por eutanasia son, en definitiva, asesinatos blanqueados, perpetrados por señores de bata blanca que, supuestamente, un día asumieron el Juramento Hipocrático. Pero para llegar a este punto, los “asesores de la muerte” han tenido que convencer –cuando no acosar— al paciente de que su vida ya no merece la pena; todo ello con argumentos aderezados de falsa piedad y compasión. Muchas veces, debido al grado de encanallamiento al que aludí en líneas anteriores, es la misma familia quien pide el golpe de gracia para su ser “querido”, y, en ocasiones, es incluso el viejo o enfermo quien manifiesta el deseo de morir.
Pero en la aceptación y petición de la eutanasia subyacen varias causas. La primera es la falta de fe en la trascendencia. Si un ser humano no sabe o no cree que, aparte de su cuerpo físico, tiene un componente divino e inmortal, es un huérfano en el desierto. Si cuando la persona envejece, el único activo es la piel arrugada, la falta de movilidad y el cerebro deteriorado, no es de extrañar que pida la eutanasia o se suicide ella misma ante la falta de expectativas. En cambio, la persona que sabe que está de paso en este peregrinaje misterioso, y que la muerte es un cambio de vibración a otro nivel de conciencia, deseará vivir los últimos momentos preparándose para la gran fiesta de la trascendencia.
El viejo o enfermo puede pedir la eutanasia porque se encuentra en una situación psicológica vulnerable, o porque desconoce los principios morales que ello implica, máxime si quienes le rodean ejercen presión sobre él a favor de la eutanasia o el suicidio asistido.
El dolor intenso también puede provocar que el enfermo desee morir. En la actualidad, con el avance en cuidados paliativos, no deberían darse estas situaciones. Otra cosa distinta es el sufrimiento. En general, el dolor está asociado al plano físico, y el sufrimiento a la psique. Los especialistas tienen una máxima: “Contra el dolor, analgésicos; contra el sufrimiento, amor”.
Muchos enfermos piden la eutanasia porque no se sienten queridos; porque sienten que son algo gravoso para sus familiares; porque perciben –y a veces oyen—que estos están esperando el fin de una situación a la que tienen que dedicarle parte de su tiempo. En ocasiones, algunos enfermos sugieren a sus familiares que pidan la eutanasia para comprobar su reacción. En países que no tienen sanidad pública solicitan morir para no ser una carga económica.
“La depresión clínica es generalmente una disfunción bioquímica. Si se trata la depresión y se aplican los cuidados paliativos, se le quitan al enfermo las ganas de morir”. Me lo dijo hace años el médico de urgencias Francisco Aramburu, cuando investigaba para mi libro La dignidad de la vida humana.
A la doctora Johanna Groen-Prakken [1], psicoanalista y defensora de la eutanasia, miembro de la Sociedad holandesa por la eutanasia voluntaria (NVVE), le preocupa que muchos médicos no sepan la relación directa entre el deseo de morir y la depresión, y los cambios que puede experimentar el paciente tras un tratamiento adecuado. Demuestra la doctora el aserto con la historia de su tío que, tras haberle sido diagnosticado un cáncer de colon, cayó en una gran depresión, dejó de comer y le pidió que le asistiera en el suicidio. Ella le dijo que siempre estaría a tiempo de suicidarse, pero que primero debería cambiar el estado de ánimo. Le prescribieron un tratamiento y lo trasladaron a un lugar más agradable. Cuando lo visitó al poco tiempo lo encontró fumándose un puro y ya había abandonado la intención de suicidarse. A los dos años tuvo metástasis, pero no solo no quería suicidarse, sino que le preocupaba que le aplicasen la eutanasia involuntaria. Tenía miedo de que sus familiares le diesen pastillas para adelantar su muerte y heredar sus bienes. Su familia le dijo que deseaban que estuviese mucho tiempo con ellos.
Esta doctora se muestra preocupada por la escasa sensibilidad que muestran los médicos a la hora de intuir el miedo de los pacientes a que les quiten la vida o que aceleren su muerte. Considera un peligro la alegría con la que muchos facultativos jóvenes ayudan a la gente a morir. Ella considera que el protocolo debería contemplar la consulta por parte del médico a dos expertos con al menos veinticinco años de experiencia médica. En cualquier caso, hay que tener presente que “morir dignamente” es vivir con dignidad los últimos momentos de la vida.
La eutanasia es uno de los males de nuestro tiempo. Los médicos que la practican suelen tener vidas oscuras, problemas mentales y depresión. El señorito “andalú”, Mariano Bonilla, no tiene ni idea del marco de muerte que está creando en Andalucía. ¿O sí? Nada menos que la “solución final hitleriana” a domicilio. Escándalo comparable a las sedaciones del doctor Montes en el hospital Severo Ochoa de Leganés, que tanto aplaudió Rodríguez Zapatero. ¡Y eso que la derecha presumió algún día de ser la depositaria de los valores cristianos! No se diferencian de la tropa comunista. Son viles engañadores que el voto en los obispados y en los conventos de monjitas inocentes. ¡Qué vergüenza de sátrapas! ¡Qué asco todo!
NOTAS:
[1] Herbert Hendin, Seducidos por la muerte, Ed. Planeta, Barcelona, 2009.
*Psicóloga, periodista y escritora
Hay un pequeño error histórico que nos está llevando al fin como sociedad medianamente civilizada: Y es la de utilizar la palabra “nazi” para todo…Estas personas que tanto odian lo que está pasando actualmente (como todos los que tenemos un mínimo de sentido común) deberían leer más Historia no contaminada por la propaganda del ganador. Así comprenderían que el mal viene precisamente del “fuego amigo”. Después de 70 años, la sociedad no ha podido ir si no a peor, en todos los aspectos. División, corrupción, eliminación de principios éticos fundamentales familiares y religiosos, drogas que comenzaron de forma masiva con… Leer más »
¿ESTE LIBRO NO LO COMPRO?
PSICOLOGÍA CIERTO ES SI LO DICE USTED . PERO PSICOLOGÍA NEGRA
ADEMÁS CUALQUIERA MALVADO MODERNO QUE QUIERE VENDER SUS MIERDAS SE PREVALE DE LOS ” nazis”
A ver en este mundo podrido , quien no se a prevaler de una mentira mas para fundar sus pensamientos …..
PUES OTRO MÁS CONO MASON UN CERDO O UN MARANO
JODER ME OLVIDE ,TAMBIÉN HAY LOS CATALANES… nunca hay que olvidarles porque ellos no te olvidan ?
ES CIERTO LA MATANZA LA HIZO UN GOBIERNO JUDÍO MASON Y SOCIALISTA .
uff como sigan utilizando en esta web palabras como “nazi” para descalificar tonterías, dejaré de leer ALERTA DIGITAL. Además de que los nacionalsocialistas no hicieron eso. Más bien los “buenos” que nos gobiernan hoy día. Esos que se cargaron a los abuelos en las residencias y hospitales con protocolos erróneos hechos a propósito. Muy mal artículo.
Nota del administrador: Desgraciado, ¿usted cree que nos importa que usted nos lea o dejé de leernos?
Hay documentos fotográficos de las matanzas de bisontes , miles de cientos de cráneos creando lomas , un exterminio sin precedentes contabilizado en millones, queda el sin sentido humano documentado. No habrá más que fríos números para todos esos seres inocentes que si los apilásemos al igual que los bisontes sentiríamos vergüenza y así nos juzgarán las generaciones venideras como una sociedad de mierda , tan solo números fríos como venia a decir Stalin. Y los números y estadísticas quedan en eso per se
Que denuncien a la mujer de moreno por las mascarillas ,será que la protegen????
Se parte de que los Virus son la causa de enfermedades, cuando serian la consecuencia. Para explicarlo mejor imaginemos que se produce un Incendio, al poco veremos este rodeado de Bomberos y Policias, pero ellos no son la causa, aunque siempre se les vera juntos a esta situacion. Otro ejemplo serian los peces en una pecera, si esta esta sucia llena de toxicos quimicos o biologics, al poco los pececillos enfermeran y si se les analiza veran que hay virus en ellos, estos no causan de que enfermen sino las condiciones insalubres del Agua o falta de nutrientes. Para terminar… Leer más »
Hemos llegado a la situación de que da pánico visitar a un médico
Hay tipos que me desagradan totalmente aunque no los conozco.
Pero a Moreno Bombilla algo sí le conozco. Y conozco algo de las fechorías de este “licenciado en protocolo”.
Es un individuo que me desagrada en grado sumo. Casi tanto como el dromedario Almeida o Cara Piña I, el Enterrador.
Sublime artículo. Alabado sea el eterno PADRE