El aborto como “derecho constitucional: Un paso atrás en la evolución
En un Congreso extraordinario en Versalles, los legisladores franceses adoptan una reforma constitucional que incluye el aborto como una “libertad garantizada” en la Constitución. Esta medida, impulsada por Macron, ha sido postulada como un avance hacia la protección de los derechos de las mujeres. Sin embargo, es esencial denunciar que este reconocimiento no promueve ni la justicia ni la igualdad.
En Estados Unidos, en el estado de Alabama, se ha tomado una posición opuesta al reconocer al embrión como una persona. Esta postura desafía la noción de que el aborto es simplemente un asunto de “derechos reproductivos” y plantea preguntas fundamentales sobre la naturaleza de la vida humana y su protección legal.
Al considerar el aborto como un “derecho constitucional”, se está desestimando el derecho a la vida del no nacido. Se están ignorando las evidencias científicas que demuestran que el embrión es una vida humana en desarrollo. ¿Cómo podemos hablar de derechos humanos si negamos el derecho más fundamental de todos: el derecho a la vida?
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de dejar de reconocer el aborto como un derecho federal en 2022 marca un momento crucial en la lucha por la protección de la vida humana. Sin embargo, la reforma constitucional en Francia representa un paso atrás en este sentido, al legitimar la eliminación de vidas humanas en el seno materno.
Hay voces en la sociedad que defiendan el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre su propio cuerpo, sin embargo, debemos recordar que esta discusión no se trata simplemente de la autonomía de la mujer, sino también del derecho inherente a la vida de su hijo.
Desde Valores entendemos que suprimir una vida humana no puede ser un derecho. Esta afirmación resuena con la convicción de que toda vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural, debe ser protegida y respetada. Además, surge la preocupación sobre si esta reforma constitucional afectará la libertad de los médicos de objetar conscientemente a practicar abortos. La objeción de conciencia es un derecho fundamental que debe ser salvaguardado para aquellos profesionales de la salud que tienen convicciones éticas en conflicto con el aborto.
La inclusión del aborto como un “derecho constitucional” en Francia es un paso lamentable que socava los principios fundamentales de la protección de la vida humana. En lugar de promover la justicia y la igualdad, esta medida perpetúa la cultura de la muerte y la cosificación del no nacido. Es hora de reafirmar el valor intrínseco de cada vida humana y trabajar hacia una sociedad que proteja y celebre la dignidad de todos, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.