El parlamento alemán aprueba una ley que permite a los menores cambiar su género legal una vez al año
El parlamento alemán aprobó la llamada “ley de autoidentificación”, que permite a las personas confundidas acerca de su sexo, incluidos los menores, cambiar su género legal una vez al año.
En una votación en el Bundestag (parlamento federal alemán) el 12 de abril se aprobó la ley: 374 parlamentarios votaron a favor, 251 en contra y once parlamentarios se abstuvieron.
La nueva legislación, propuesta por la coalición gubernamental de izquierda de Alemania, permitirá a cualquier persona cambiar su entrada legal de género una vez al año simplemente declarando su deseo de hacerlo en la oficina de registro. Los padres pueden decidir cambiar el género legal de sus hijos menores de 14 años con el “consentimiento” de sus hijos.
Los menores de entre 14 y 18 años pueden solicitar ellos mismos el cambio de entrada de género, pero necesitarán el consentimiento de sus padres. Sin embargo, en caso de desacuerdo entre padres e hijos, un tribunal de familia puede tomar una decisión basada en el “interés superior del niño”.
Las comunicaciones filtradas de importantes médicos pro-LGBT han demostrado que la llamada “atención de afirmación de género” puede causar enfermedades físicas y mentales graves y que es imposible que los menores den “consentimiento informado” para ello.
Estos médicos “indican repetidamente que saben que muchos niños y sus padres no comprenden los efectos que los bloqueadores de la pubertad, las hormonas y las cirugías tendrán en sus cuerpos”, escribió el periodista Michael Shellenberger en su resumen de los archivos filtrados. “Y, sin embargo, continúan actuando y defendiendo la medicina de género”.
Si bien la “ley de autoidentificación” no incluye ninguna disposición sobre intervenciones médicas como cirugías de género o bloqueadores de la pubertad, un sitio web creado por el gobierno alemán ha promovido bloqueadores de la pubertad e inyecciones de hormonas para niños con confusión de género.
La directora y cofundadora de la organización alemana DemoFürAlle, Hedwig von Beverfoerde, criticó la nueva ley y señaló que la “transición social” mediante el cambio de nombre y género legal aumenta la probabilidad de que los menores sigan el camino de la atención médica para la “transición”, a pesar de que la mayoría de los niños y adolescentes superan su confusión de género una vez que llegan a la edad adulta.
“Con la aprobación de la Ley de Autodeterminación, miles de niños y jóvenes con conflictos de identidad quedarán a merced del atractivo del lobby trans”, advirtió von Beverfoerde.
“Incluso si el gobierno [alemán] afirma que la SBGG [ley de autodeterminación] no tiene nada que ver con medidas transmédicas, esta ley elimina todas las barreras protectoras”.
“Esto sucede en un momento en que cada vez más países prohíben el uso de bloqueadores de la pubertad y la evidencia de los estudios es cada vez más clara. Más recientemente, por ejemplo, un estudio exhaustivo encargado por el Servicio de Salud Británico (‘Cass Review’) muestra que la transición social con cambios de nombres y pronombres alimenta la transición médica y que la mayoría de los jóvenes se reconcilian con su género biológico si se les da tiempo suficiente para pensarlo”, continuó.
Von Beverfoerde concluyó pidiendo al gobierno alemán que prohíba los bloqueadores de la pubertad, las inyecciones de hormonas entre sexos y las intervenciones quirúrgicas para menores.
El canciller Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata (SPD), acogió con satisfacción la ley: “Mostramos respeto por las personas transgénero, intersexuales y no binarias, sin quitar nada a los demás”.
“Así seguimos impulsando la modernización de nuestro país”, añadió.
La ley fue criticada por los políticos democristianos (CDU/CSU), Alternativa para Alemania (AfD) y Bünsdnis Sarah Wagenknect (BSW).
El diputado de AfD, Martin Reichardt, dijo que la ley era una “tontería ideológica” promovida por “trans-extremistas” y que su partido rechazó la “ley ridícula” en su totalidad.
Según la nueva ley, cualquier persona que revele el nombre anterior o el verdadero género de alguien que cambió su registro legal puede ser multado con hasta 10.000 euros (10.672 dólares) si comparte esta información “con la intención de dañar”.
Sin embargo, como señala un informe del periódico NZZ , en caso de guerra, la ideología de género debe pasar a un segundo plano.
“Una excepción al cambio irrestricto de género se aplica a los hombres si la solicitud de cambio está claramente relacionada con un inminente reclutamiento en caso de defensa nacional”, afirma el artículo del NZZ. “En tal caso, la entrada de género no se puede cambiar. Entonces los hombres deben seguir siendo hombres”.
La ley de Autodeterminación entrará en vigor el 1 de noviembre de 2024.
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La locura total para que unos miserables sigan en el poder destrozando una sociedad y a las personas más influenciables o ignorantes, incluyendo a los más débiles, los niños… Salvo cuando se necesite “carne de cañón”…
¡Cabrones! Yo los lunes me siento hombre, los martes mujer, los jueves binario, terciario o cuaternario, según salga el sol, los domingos que caen en impar me siento una regadera, los sábados cuando llueve me siento un tigre de Bengala y de mayo a junio me voy alternando cada 4 ó 5 días. Así que no puedo ir a Alemania para sentirme como realmente soy gracias a sus estúpidas normas. Igual es racismo, transfobia o algo de eso. Y no creo que esta situación que me impide auto-realizarme y auto-percibirme sea culpa del timo-cambio climático, del rejoneo o del General… Leer más »
Esto es Sodoma y Gomorra, en un Estado normal no quiero decir un estado policial. Las cosas tienen que tener unas reglas, uno no puede cambiarse de sexo cada año, y lo mismo digo con el cambio de nombre y apellido que hay gente que lo está haciendo. Si los apellidos vienen de generaciones primero el padre y después la madre, o mi apellido no me gusta pero quiero ponerme Messi, no se debiera de consentir. La policía luego anda con despistes. Repito no es cuestión de estados dictatoriales, si no de sentido común y orden.