La Administración Biden estudia declarar una «emergencia climática» para estimular el voto por correo en las elecciones
En las pasadas —y, lo quieran o no, muy cuestionadas— elecciones presidenciales estadounidenses fue la pandemia la gran excusa para inflar el voto por correo, tan amado por los demócratas por razones evidentes. En esta ocasión, y a falta de una coartada tan razonable, ante un Donald Trump al que no parece parar ni la batería de enjuiciamientos a cual más frívolo, la Casa Blanca podría echar mano de la gran excusa universal de moda: el cambio climático. Si no tienes una emergencia a mano, créala tú mismo.
Cuenta Bloomberg que la administración Biden está sopesando «la posibilidad de declarar una emergencia climática nacional», una declaración «sin precedentes» que podría «liberar poderes federales para sofocar el desarrollo petrolero», entre otras cosas, dice el informe. Y, ya puestos, estimular el voto por correo.
Según fuentes anónimas, los principales asesores del presidente Joe Biden están reconsiderando la posibilidad de declarar la emergencia. Esta acción podría conducir a restricciones a las exportaciones de crudo, una suspensión de las perforaciones en alta mar y una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, dicen las fuentes.
Dentro de la Casa Blanca, las opiniones están divididas sobre este tema. Algunos asesores creen que declarar una emergencia climática no otorgaría a Biden suficientes poderes nuevos para implementar cambios significativos. Otros, sin embargo, sostienen que podría revitalizar a los votantes que priorizan las cuestiones climáticas.
«El presidente Biden ha tratado la crisis climática como una emergencia desde el primer día y continuará construyendo un futuro de energía limpia que reduzca las facturas de servicios públicos, cree empleos sindicales bien remunerados, haga de nuestra economía la envidia del mundo y dé prioridad a las comunidades que durante demasiado tiempo se han quedado atrás», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ángelo Fernández Hernández.
Históricamente, los presidentes estadounidenses, incluido el expresidente Donald Trump, han declarado emergencias nacionales por diversas razones. Una declaración de emergencia climática no tendría precedentes y probablemente enfrentaría desafíos legales.
La Administración Biden lo consideró en 2022 en medio de un punto muerto en la legislación sobre energías limpias, pero archivó la idea después de que se aprobó la Ley de Reducción de la Inflación. El año pasado, el presidente dijo que había utilizado efectivamente su autoridad para la acción climática al imponer medidas de conservación y energía limpia, y este año detuvo nuevas licencias de exportación de gas natural.
Sin embargo, los grupos ambientalistas están presionando para que se adopten medidas más agresivas. Las declaraciones de emergencia podrían permitir al presidente detener las exportaciones de crudo, suspender las perforaciones en alta mar y restringir el transporte de petróleo y gas.