Una pantomima contra la democracia y la libertad
La pantomima era de manual. El melodrama montado por Sánchez solo tenía una única y exclusiva intención, la que ha tenido siempre: mantenerse en el poder y para ello utilizar cualquier medio. La pretensión y razón de todo el espectáculo, utilizando una increíble y adolescente excusa sentimental va más allá del sainete ridículo y de obvio final.
El montaje de una saga-fuga, que nunca fue, con la decisión tomada desde antes de comenzar a redactar la carta y con el guión perfectamente escrito para suscitar la adhesión y la convulsión lacrimógena de acólitos y apesebrados. La adhesión incondicional que se decía antes. Sánchez ni por un instante pensó ni se planteo el dimitir. Aunque para hacerlo creíble hubo de engañar a sus mas cercanos y hacerle caer en el peor de los ridículos a otros con su añagaza, como a García-Page, que se lo creyó.
Pero hay algo mucho más peligroso que se oculta tras toda esta melodramática puesta en escena. El objetivo de todo el espectáculo ha sido y ahora comenzaremos a sufrirlo es dar un paso más hacia la impunidad, hacia el estrangulamiento e inutilización de cualquier control que sus actos puedan tener, hacia el amordazamiento y persecución de toda critica, investigación o sanción de todo acto que tanto él como su mujer o cualquiera de los “suyos” puedan cometer. La meta del caudillo no es otra que engrilletar y someter a sus ordenes al poder judicial y perseguir y aplastar a los medios de comunicación.
La linea roja que ahora va a cruzar Sánchez es ya la definitiva de separación entre democracia y tiranía. Pues ya se trata de pisotear nuestra democracia y nuestra libertad. El y sus corifeos lo que pretenden, mientras barritan que la defienden, es cercenar los derechos esenciales y contrapoderes que constituyen la almendra y esencia de la democracia y de las libertades y derechos que nos amparan. El ataque a los jueces y a los medios de comunicación va a ser su hoja de ruta prioritaria y este akelarre no ha sido sino el teatro montado para ponerlo en marcha a toda velocidad.