Irlanda representa en un canción un ritual satánico en el Festival de Eurovisión.
La católica Irlanda ha enviado a la presente final del Festival de Eurovisión una canción que constituye todo un ritual satánico. La católica España resulta mucho más modesta y se ha conformado con enviar ‘Zorra’.
El festival se ha convertido en un zoológico humano una extraña mezcla de blasfemia, pornografía, feísmo, woke y vulgaridad. Por favor, que no cambie. Necesitamos que siga así para no volver a verlo jamás.
Recuerdo que Gabriele Amorth, el exorcista más famoso de todo el siglo XX, aseguraba siempre que la Ouija, aparentemente inocente, era la puerta que el ser humano abría a los demonios. Lo juegan muchos adolescentes de cabeza hueca y algún que otro adulto teósofo que no saben lo que se están jugando.
Pues bien, aquí tienen a la católica Irlanda, obsesionada con el diablo, hasta el punto de enviar a Eurovisión una canción que no es otra cosa que un ritual satánico.
El festival de Eurovisión se ha convertido en un zoológico humano una extraña mezcla de blasfemia, pornografía, feísmo, woke y vulgaridad pero ojo, un fiel reflejo de la degenerada Europa. Para mí que si Putin nos ataca salimos todos corriendo.
¿Y si nos cargamos Eurovisión?
Espectaculo loco para un mundo loco.
El festival es lo más representativo de Europa. Es el retrato perfecto de este puto zoológico humano (¿?) degenerado.
Me extraña que todavia no hagan algún sacrificio humano en escena. Es cuestión de tiempo, quizás dentro de dos o tres ediciones más.
Pero lo más seguro es algún acto de coprofagia en la gran final o alguna participante que se tome una copa de su sangre menstrual en pleno directo.
Enfin, que me quedo corto sin duda.