Anabel Conde, de segunda en Eurovisión a profesora: “Mis alumnos me piden que les ponga mi actuación”
Anabel Conde es historia viva de Eurovisión. La cantante andaluza (Fuengirola, 1975) logró ser segunda en el festival celebrado en Dublín en 1995 con la canción “Vuelve conmigo”. Ningún artista español en los últimos cuarenta años ha logrado semejante hazaña en el longevo certamen. Su imponente actuación, con una interpretación vocal perfecta y una fuerza desbordante, permitió a la joven eclipsar el concurso y quedarse a sólo unos puntos del triunfo. Sin embargo, su posterior carrera musical no estuvo a la altura de las expectativas que se generaron en torno a ella. Tal vez, la música española le debe algo más que un recuerdo a esta increíble cantante.
En una entrevista en COPE, Anabel Conde recordó 29 años después su paso por el certamen. “¡Quién iba a decir que iba a conseguir ese puesto y que nadie de momento lo haya superado! Ojalá pronto alguien lo haga”, recuerda emocionada. Anabel llegó al concurso por casualidad y sin esperarlo. “Yo había grabado una maqueta con una discográfica que después echó a varios directivos. Con uno de ellos me cambié a una compañía pequeñita, y fue precisamente esa discográfica quien presentó la maqueta a TVE”, recuerda. La maqueta fue enviada en 1993, pero el teléfono con la feliz noticia no sonó hasta dos años después. “Yo me enteré de que había sido elegida para representar a España en Eurovisión estando en mi casa viendo una película. Yo ni sabía que habían presentado la maqueta. Mi madre entró llorando diciéndome que me habían elegido”, recuerda Anabel.
La andaluza tampoco sabía que había sido seleccionada con la canción ‘Vuelve conmigo’. “Yo había grabado cuatro canciones y para nada pensé que habían elegido ese tema. No era mi favorita, de hecho. Yo hubiera elegido otra, aunque ahora sí pienso que era la mejor de las cuatro opciones”, ha dicho. Y con sólo 19 años, Anabel viajó a Dublín a cumplir su sueño pese a que pocos apostaban por ella. “En mi discográfica me dijeron que iba a quedar muy mal”, confiesa. Llegó a la capital irlandesa última en las apuestas, pero tras los ensayos la candidatura española comenzó a crecer y entre los pasillos ya se hablaba de ella como una potencial ganadora. “La gente no creía que yo pudiera llegar a las notas más agudas. Pero tras los ensayos, comenzamos a subir en las apuestas. Un periódico de Irlanda me señaló como posible ganadora”, señala.
La actuación salió redonda y, durante las votaciones, pronto Anabel se dio cuenta de que iba a quedar muy bien. Algo que inquietó a TVE, que no estaba preparada para ganar y encargarse del festival el año próximo. “Desde Madrid llamaban nerviosos preguntando si íbamos a ganar. Para ellos fue redondo: quedamos segundos, el mejor puesto sin las exigencias que conllevaba ganar”, admite Anabel. La artista no se muerde la lengua al admitir que se ha sentido en ocasiones maltratada por TVE. “Nunca destacan mi actuación en los repasos históricos que hacen. Tal vez es por el desconocimiento de las personas que hacen esos programas. Pero no me quejo, cuando uno ve los programas que hacen para elegir al representante, observas claramente que no se lo toman en serio. Tampoco es que yo me vaya a mosquear a estas alturas”, explica.
Tras su segundo puesto, la trayectoria profesional de Anabel Conde no continúa por la senda de los éxitos. La caída en desgracia de su discográfica unido a las pretensiones deshonestas que sufrió por parte de un miembro de la industria dieron al traste con sus expectativas. “Yo nunca he dicho quién fue esa persona por respeto a su familia, porque ellos sí se portaron bien conmigo bien. Yo me sentía muy mal y no sabía cómo salir de esa situación. A esa persona la tuve que apartar de mi vida. Prefería dejar de cantar a tener que trabajar con esa persona al lado. Yo no tengo por qué aguantar esa situación”, admite con cierto dolor en su voz. “Soy bastante desconocida, pero no puedo decir que no sea valorada. Podría haber conseguido mucho más, pero siempre miro el lado positivo. He vivido y sigo viviendo de Eurovisión y siempre va a ser algo positivo en mi vida”, cuenta.
Anabel es ahora una feliz profesora en su tierra natal. Sus alumnos no dejan de pedirle que ponga en clase su actuación. “Los niños me lo piden y no puedo negarme. Cuando vuelvo a ver mi actuación tengo una mezcla de emociones. Pienso en el tiempo que ha pasado pero también en lo feliz que fui en ese momento”, ha explicado.
Pese a que han pasado muchos años, Anabel Conde no cierra la puerta a un posible regreso. “Ahora no es el momento. Dentro de un año o dos, no lo sé. Si lo hiciera, me presentaría con una canción que me gustara y que me representara”, concluye.