España es un país peligrosamente inseguro
España es un país inseguro, no sólo porque es sus calles y plazas haya demasiados delincuentes sueltos, sino porque sus políticos no aportan seguridad y confianza a lo ciudadanos y al mundo. Y sin confianza ciudadana, la democracia queda invalidada.
Los españoles se sienten más inseguros cada día, pero la causa real de esa inseguridad no es la delincuencia que se pasea libre por las calles y plazas, ni la llegada masiva de inmigrantes sin controlar, entre los que hay violentos, ladrones y violadores, ni la proliferación de los ladrones de viviendas (okupas), sino los políticos y su comportamiento, ajeno a los valores y principios de la libertad y la democracia.
Si España es un país inseguro, incluso en la seguridad jurídica y estabilidad que requieren la política, los negocios y la economía en general, es por culpa de los políticos, que protegen a los okupas, no expulsan a los inmigrantes que delinquen, suprimen leyes que defienden al país de corruptos y acosan a las empresas con impuestos injustos y otras medidas contrarias a la libre empresa.
En el plano internacional, España está cada día más sóla, sin aliados fiables y sin tener peso en las instituciones y foros, en gran parte porque no aporta seguridad a sus socios., algunos de los cuales han llegado a restringirle información delicada.
Algunos socios de la OTAN han llegado a expresar su preocupación por la presencia de comunistas sentados en el Consejo de Ministros de la España de Sánchez y por las amistades peligrosas del sanchismo con regímenes tiránicos como Cuba, Venezuela y otros.
La clase política española en general y en especial los partidos que gobiernan son los grandes culpables de que España sea uno de los países más inseguros de Europa y del Occidente libre.
Si el precio del alquiler sube constantemente y hay pocas viviendas en oferta para alquilar es porque los políticos no aportan a los propietarios seguridad jurídica suficiente para que pongan sus viviendas en alquiler.
Si Ferrovial se ha ido de España y muchas empresas meditan hacer lo mismo es porque los políticos no valoran la aportación de los empresarios y las empresas y porque cobran impuestos inicuos y desproporcionados.
Los sondeos de opinión dicen que millones de españoles sospechan de que los resultados electorales no son fiables y que el fraude electoral planea sobre el país al menos desde los tiempos de Zapatero. Esa desconfianza en los procesos electorales es inseguridad en estado puro.
La presencia de totalitarios comunistas en el gobierno, las mentiras de Pedro Sánchez, a las que el socialismo llama “cambios de opinión” y, sobre todo, las concesiones reiteradas a los independentistas y beneficios otorgados a las regiones más desleales son desigualdad e inseguridad.
Colocar al frente de las instituciones y empresas no a personas solventes, formadas y de prestigio, sino a gente del partido y amigos de los dirigentes políticos no aporta seguridad sino inseguridad, desconfianza y recelo en la población.
La inseguridad, en la economía actual, se paga muy cara porque el dinero huye, las empresas no invierten o escapan del país y los profesionales mejor preparados emigran para encontrar en otros países más recompensa y seguridad para ellos, sus carreras y sus familias.
Son perfectos servidores de la usura: Desmantelar el país y esclavizar a la población con excusas peregrinas como “el cambio climático”, las plandemias y demás inventos de Judas. Por eso les hacen firmar con corrupción y sangre pactos para que nunca traicionen a sus narizones amos…