El fraude de Karl Marx (1): un revolucionario revestido de científico
Andras Toth – Instituto Juan de Mariana.- La verdad «profunda» del capitalismo
En el caso de que haya quien admita las contradicciones, como hace David Harvey en una lectura en el youtube, explica que hay que concentrarse en el mensaje de Marx y solo los antimarxistas ponen énfasis en los fallos de argumentación de Marx. La razón de la popularidad de Marx es que sus seguidores piensan que expresó una verdad tan profunda sobre el capitalismo que sobrepasa con mucho los posibles defectos de la obra. ¿Qué hay con que haya contradicciones en la obra de Marx? ¡Qué más da! Muchos trabajos científicos sufren de este tipo de problemas en las ciencias sociales.
En consecuencia, encontrar una nueva contradicción no es importante para aquellos que creen en el mensaje de El Capital; el ser humano es capaz de argumentar racionalmente a favor de lo irracional y convencerse a sí mismo de que existe una verdad más profunda a pesar de las contradicciones superficiales y de algunas cuestiones sin resolver. ¿No es la explotación y la desigualdad el principal problema de nuestros días? Esto demuestra que Marx describió la (supuesta) “verdad profunda” sobre el capitalismo, una verdad que silencia los defectos de su teoría.
Marx siempre supo que su teoría era errónea
El propio Marx consideraba que su novedoso y más importante descubrimiento era que relacionaba la explotación y la plusvalía con la doble naturaleza del trabajo (Marx 1867b, p. 407). Pero, cuando Karl Marx empezó a escribir la primera letra del tomo I de El Capital en 1866, ya sabía que el concepto de plusvalía es erróneo y que no se puede usar como base de una explicación lógica de las leyes del explotación y capitalismo. Mi serie sobre la contradicción entre los dos tipos de plusvalía es prueba de este fallo.
Una carta a Engels, escrita en 1862, es el testigo que Marx ya conocía los problemas de su teoría sobre el valor. A pesar de esto, publicó el primer tomo de El Capital prometiendo que solucionaría las contradicciones que planteaba su teoría en el tercer tomo. Pero, en este tiempo, el manuscrito del segundo y del tercer tomo ya estaba casi preparado. Así, y ante la imposibilidad de solucionar las contradicciones existentes en su teoría, no es de extrañar que nunca llegar a publicar el segundo y tercer tomo. Cuando tres décadas más tarde Engels publicó el tercer tomo, quedó claro que Marx no había dado soluciones a las contradicciones del primer tomo. Pero ya era demasiado tarde. Según Böhm-Bawerk, en esas tres décadas Marx fue aceptado de tal manera que la fe en su enseñanza ya no podía ser derrumbada.
Un engaño revestido de ciencia
Releyendo El Capital, me he dado cuenta de que es una obra que no pretende ser científica. No pretende descubrir, usando la lógica, unas leyes validas que expliquen el capitalismo. En realidad, Karl Marx elaboró y publicó el primer tomo de El CapitaI para ocultar su fracaso, ya que sus leyes, por ser contradictorias, no son válidas para explicar el capitalismo. Sin embargo, y, a pesar de saberlo, trató de convencer a sus lectores de la eficacia de esas leyes fallidas.
El primer tomo de El Capital es un engaño magistralmente orquestado por uno de los mejores pensadores de su época, por un filósofo muy bien formado, un pensador culto, y un escritor de talento.
Ahora, al observar el engaño, veo a Marx más como un ingeniero de sonido experimentado, que como un científico que cometió errores. Un ingeniero de sonido cuya tarea consiste en recrear una canción descolorida, llena de ruidos e insulsa, en un refinado tema de estudio. Marx subió y bajó los potenciómetros de su mesa de mezclas haciendo desaparecer todos los ruidos, convirtiendo el sonido cansado en una canción afinada.
Un gran éxito
El éxito fue innegable. Como he escrito más arriba, una simple búsqueda en Internet encuentra millones de artículos, vídeos de YouTube, podcasts y notas de investigación en los que académicos de gran prestigio de prestigiosas universidades repiten sin cesar las ideas marxistas.
El análisis que me ha ayudado a descubrir la falsedad de El Capital ha sido examinar la metodología usada por Marx y no el estudio de los fallos de su argumentación. Me ha interesado descubrir cómo ha hecho las configuraciones de las condiciones para crear un mundo irreal en el que su teoría de la explotación parece lógica y veraz.
Mi nueva serie de artículos versará sobre Marx, el ingeniero de sonido. Mostraré cómo se elaboró la operación fraudulenta más grandiosa y con mayores consecuencias del siglo XIX. Cómo nació el libro más famoso de la racionalidad de lo irracional.
En esta serie vamos a detectar cómo Marx torturó y distorsionó la realidad para conseguir lo que quería. Vamos a revelar la realidad virtual, irreal, creada por Marx que le permitió ofrecer una apariencia de argumentación racional y lógica. Finalmente, vamos a averiguar que, a pesar de sus hábiles distorsiones, incluso en marco de su irreal mundo, se ha encontrado con contradicciones irresolubles. Ha llegado a utilizar el chantaje y la mentira para evitar que se desvele su fracaso. Por favor, sintonice y siga la serie.
Era un niño ‘bien’,con criadas, criados, que no frego la loza nunca. Que disfrutaba de lo que disfrutan lo sniños bien,,, de prostitutas. Y que tuvo un amigo que le daba dinero cuando lo necesitaba. Otro niñño rico, muy rico. Engels. ————————– Pero es que eso se repite. Estudie la vida de Charles Darwin. En su vida estudio la natraleza. Otro niño rico, que disfrutaba de fiestas, y al final, le convencieron para ganarse la sopa boba, estudiando teologia,,,, vamos, para cura de pueblo. Pero el destino (O su interes), le hio dar el braguetazo de su vida, y encontro… Leer más »
No le den vuelta tanto al asunto, son ellos
Cuando uno lee la obra de Marx se parte de la risa viendo la cantidad de predicciones sociales futuras que hacía su “teoría” que jamás se cumplieron y, por tanto, que invalidan su pretendida ciencia de los procesos históricos
Este mundo tal como lo conocemos actualmente se fundo en un sin fin de MENTIRAS. A los seres humanos no nos guia la verdad sino la mentira; no nos guía a objetividad sino lo subjetivo; no lo guía la ciencia sino la política; no nos guía la lógica del sentido común sino lo absurdo y no nos guía la razón sino la estupidez.