¿Por qué el PSOE puede pactar con todos?
Francisco Marhuenda.- Al margen de la falta de escrúpulos éticos de Sánchez, la razón es que cuenta con un abrumador apoyo de una parte muy importante de los medios de comunicación. En cambio, el PP vive con enorme complejo e inseguridad sus políticas de pactos. Se pasa la vida pidiendo perdón. Es algo que siempre le acaba pasando factura. A esto hay que añadir que el PSOE siempre le engaña. Le ha pasado en Cataluña y el País Vasco. El poderoso aparato propagandístico de Moncloa, liderado fanáticamente por José Miguel Contreras, es una impresionante maquinaria de la desinformación que tiene como correa de transmisión a todos aquellos que no quieren que gobierne el centro derecha. No quisieron a Aznar y Rajoy como ahora rechazan a Feijóo, por más que el PP pierda el tiempo haciéndoles guiños. Por supuesto no perderán los pesebres a costa de los Presupuestos Generales del Estado. Los populares no pueden pactar con Vox, pero Sánchez puede hacerlo con los comunistas, los antisistema, los independentistas y los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA que no se han arrepentido de lo que denominan, eufemísticamente, «la lucha armada».
Al final, los terroristas han impuesto su relato. Son socios preferentes de Sánchez y logran un gran resultado en el País Vasco. La máquina de blanqueamiento sanchista, apoyada por sus terminales mediáticas, ha funcionado. La normalidad impera en las comunidades y municipios que el PP gobierna con Vox sin que se haya producido ningún retroceso en las libertades y los derechos de los ciudadanos. No importa, porque la izquierda política y mediática repite las mentiras, como hacían los nazis en Alemania y los comunistas en la Unión Soviética. Es algo que han copiado de los populismos iberoamericanos que allí les llaman irónicamente los zurdos. Por tanto, el sanchismo puede pactar con quien quiera y jalear a Vox y Se Acabó la Fiesta contra el PP, porque sirve a sus intereses partidistas. No hay más que leer los digitales y ver las televisiones afines, especialmente RTVE que han convertido en un canal temático del PSOE. En cambio, el PP tiene que sentarse a la espera de que en este siglo pueda recuperar la mayoría absoluta. En ese momento sufrirá, además, las brutales campañas que le dedicó la izquierda política y mediática a Aznar y Rajoy.