Esclavos rescatados en el Golfo Pérsico.

Carlos Arturo Calderón Muñoz.-A Voltaire se le atribuye la idea de que si queremos saber quién tiene control sobre nosotros debemos preguntarnos a quien no podemos criticar. En el mundo occidental se ha creado todo un neo lenguaje que en sí mismo condiciona nuestra forma de pensar y por lo tanto nuestra libertad. La esclavitud es una de esas palabras que ha sido capturada por un segmento de la población al punto de que solo puede usarse como a este le conviene.

Cuando se habla de esclavitud a la mente de todos viene la imagen de algún pobre negro, casi siempre un Buda en cuanto a cualidades humanas se refiere, siendo torturado cruelmente por un blanco que prácticamente parece el hermano terrestre de Satanás. Ante cualquier roce social mareas negras gritan racismo mientras hablan de los cientos de años que fueron oprimidos por los blancos. De hecho cualquier persona café, mestiza, amarrilla o lo que haya en el medio, puede utilizar estas palabras comodín como una granada de mano con la cual destrozar la moral blanca.

Nadie habla de la realidad, el simple hecho de que ayer como hoy todas las razas son víctimas y victimarias en el negocio de la esclavitud, porque eso es lo que siempre ha sido, un lucrativo negocio. El racismo de una cada vez mayor porción de la comunidad negra hacia los no negros, en especial los blancos, es tal, que en sus mentes el único esclavismo que importa es el de sus ancestros muertos hace siglos. Los millones de esclavos de todas las razas, incluyendo la negra, que hoy existen en el mundo no son de su interés. De hecho si alguien les hace ver la realidad, gritan con más vehemencia que están siendo víctimas de racismo y que se están apropiando de su sufrimiento.

Esclavos en China.

La verdad es que, gústele a quien le guste, en el momento justo que escribo estas líneas estamos viviendo en la época con la mayor cantidad de esclavos en la historia de la humanidad. El índex de esclavitud global hecho por la Walk Free Foundation estima que en el año del Brexit existen unos 46 millones de esclavos a nivel mundial. Datos más conservadores, proporcionados por la Organización Internacional del Trabajo, reportan que la cifra es de unos 21 millones. De cualquier forma, el número es colosal.

Estimaciones aproximadas nos hacen ver que un 55.71% de estos esclavos habitan el sudeste asiático y el pacífico. Es decir, esos esclavos viven en naciones como China, India, Vietnam, Malasia, Corea del Norte, Bangladesh, Camboya, Tailandia o Pakistán por mencionar algunos, lugares en donde la población negra es anecdótica; el hecho de que empresas amantes de la mano de obra barata como Nike, Apple, Disney o Victoria Secret’s tengan sus fábricas en estos lugares del mundo es pura coincidencia.

El 17.61% de los esclavos se concentra en África, el 8.57% en la mal llamada Latinoamérica, un 7.61% se encuentra en el resto de Asia y Europa Oriental, 7,14% en la Norteamérica anglosajona y Europa Occidental y un 2.85% en el territorio comprendido por la península Arábiga más los países de Irán, Irak, Siria, Jordania, Líbano e Israel. En el siglo XXI la esclavitud está más viva que nunca y se subdivide en servidumbre doméstica, explotación sexual esclavitud hereditaria o como garantía (Bonded slavery), trabajo infantil y como matrimonios forzados.

Trabajadores chinos en situación de semiesclavitud.

La servidumbre doméstica, que está fuertemente ligada al trabajo infantil, es la más difícil de detectar, pues ocurre al interior de las casas, que suelen tener mayor protección jurídica que instalaciones empresariales. En Nepal existen las kamlari, que son esclavas usualmente vendidas por sus padres o alquiladas por unos 30 dólares anuales para realizar trabajos domésticos. Generalmente suelen ser niñas de la etnia Tharu y sirven a las castas más altas del país.

En Haití se estima que entre 250.000 y 300.000 niños son forzados a trabajar en labores domésticas a cambio de comida y techo, si están de buenas también educación; a estos niños se les conoce como restavek. Al igual que las kamlari son enviadas al calvario por sus propios padres, sin embargo en Haití esta es una práctica cultural mucho más extendida y aceptada. Quiero hacer notar que en los casos anteriores, respectivamente hablando son personas cafés y negras esclavizando a otras personas cafés y negras.

Semiesclavos tailandeses.

Pero subiendo de estrato, y por no perder la costumbre de alabar al gran Alá, se debe mencionar la servidumbre forzada existente en Qatar. En donde el poder de los petro-dólares le permite a las altas esferas sunitas importar mano de obra esclava de todo el mundo. En la futura casa de la copa del mundo es normal que esclavas de lugares tan diversos como Filipinas Indonesia, Corea del Norte o la América del sur se vean forzadas a trabajar 100 horas a la semana en labores domésticas, se les quiten los pasaportes y se les abuse sexualmente. Como buena nación islámica las mujeres que reporten una violación pueden ser juzgadas por mantener encuentros sexuales ilícitos. En 2013 hubo meses en los que el 90% de las personas en proceso de deportación era trabajadoras domésticas. Es decir, secuestradas, esclavizadas, violadas y posteriormente devueltas a sus países como perras.

Niños tailandeses son explotados laboralmente.

Se calcula que alrededor de 800.000 mujeres y niños son traficados como esclavos sexuales a nivel internacional cada año. Eso no incluye aquellos que son movilizados dentro de fronteras nacionales. De acuerdo a los reportes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, tres de los principales países que más demanda tienen por esclavas sexuales (o prostitutas cuando les da por maquillar) son Tailandia, Japón e Israel, que yo recuerde, en mi ignorancia sudaca, ninguno de esos países es blanco.

Los otros destinos populares sí hacen parte de occidente y son Bélgica, Holanda, Alemania, Italia y muy cerca está la musulmana Turquía. Curiosamente los países occidentales más adeptos a esta práctica son los que más se han alejado de los valores primigenios de Europa. Naciones como Polonia o Hungría, baluartes de la herencia blanca, brillan por su ausencia. Como dato curioso, el mismo reporte indica que Tailandia no sólo es de los países que más esclavas sexuales importan, sino también de los que más exporta. Le da todo un nuevo significado a “One Night in Bangkok” de Murray Head.

En India y Tailandia el 40% de las prostitutas son niñas. De acuerdo a los reportes de 2008 del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Tailandia (otra vez), Camboya, India, Brasil y Méjico son los lugares con mayor cantidad de niños explotados sexualmente bajo la modalidad de turismo sexual. ¡Cómo me enervan los que se inventan eufemismos para describir la barbarie! ¿Turismo sexual?, en mi tiempo le llamábamos depravación, pero supongo que los amantes de Mahoma lo han de ver como algo admirable.

Trabajadores explotados laboralmente en India, durante un descanso.

Ya que hablamos de esclavos sexuales infantiles y racismo sería bueno mencionar que en Rotherham, Inglaterra, entre 1997 y 2013 más de 1400 niñas inglesas fueran explotadas sexualmente por supremacistas islámicos de Pakistán. ¡1400 niñas blancas fueron sistemáticamente violadas por musulmanes en la mismísima Inglaterra! La policía no hizo nada porque temían que les dijeran… ¡RACISTAS! Es tal el racismo antiblanco que si cientos de niñas caucásicas son violadas por gente café nadie dice nada. Seguramente se lo merecen por alguna suerte de karma histórico. Antirracista es una palabra clave para antiblanco dice algún mantra moderno.

La esclavitud por deudas es una maravillosa característica multicultural fuertemente arraigada en India y Pakistán. Es común que granjeros de la India, bastante ignorantes por cierto, tomen préstamos con tasas de interés del 100% anual. Al no poder pagarlas terminan sufragando su deuda como mano de obra esclava. Es un flagelo que se expande por las zonas rurales y la OIT llega a estimar que alrededor de 11 millones de personas en el área del Asia y el Pacifico están sometidas bajo esta forma de esclavitud. Es perfectamente normal que familias enteras sean esclavizadas bajo este sistema e incluso es común que los hijos hereden la deuda de sus padres y tengan que seguir trabajando para sus amos. Granjas, productoras de ladrillos, fábricas, graneros de arroz entre muchos otros referentes de la economía India se nutren de estos esclavos. Este tipo de esclavitud también es muy fuerte en el Congo y Mauritania, donde se estima que 600.000 personas, un 10% de la población, son esclavas.

En Ghana, Togo y Benín es normal que se les entreguen esclavas sexuales a los líderes espirituales y chamanes en una suerte de esclavitud ritual, que tiene como excusa el ayudar en misiones esotéricas a los magos de la tribu. En Níger se cree que el 5% de la población vive bajo la esclavitud, en especial bajo la modalidad hereditaria y de matrimonios forzados. En Sudán hay decenas de miles de negros esclavizados por otros negros, ¿la razón? Las víctimas son cristianas y los victimarios musulmanes, aparentemente el Corán permite esclavizar a los no musulmanes para difundir las bondades de la religión de la paz.

Para nadie es un secreto que las multinacionales occidentales incrementan sus dividendos accionarios ahorrando costos con mano de obra esclava. Pequeños negocios familiares como Nestle, Wal-Mart, Primark, Matalan, Joe Fresh, El Corte Inglés, Bon marché, Carrefour, Mango, Benetton, The Children’s Place, Sears, Kik, Soffe, J. Crew, GAP y hasta colecciones de moda de la familia Kardashian se surten de productos hechos por esclavos. Estas personas jurídicas no sólo abusan de los obreros del tercer mundo sino que mandan a los del primero al paro, mientras llenan anaqueles con basura de pésima calidad y en muchas ocasiones peligrosa para la salud del consumidor. No es que nunca hayamos detectado plomo o asbesto en juguetes para niños provenientes de China.

Esclavistas árabes.

Pero si alguien es la envidia de todos los CEO’S de estos imperios económicos es el adoradísimo líder Kim Jong-un. Quien ha heredado Corea del Norte como su feudo personal y desde el cual exporta un estimado de 50.000 esclavos a China, Rusia, Algeria, Angola, Camboya, Guinea Ecuatorial, Etiopia, Kuwait, Libia, Malasia, Mongolia, Myanmar, Nigeria, Omán, Polonia, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Básicamente en su granja personal los líderes del Juche deciden qué tipo de labores puede realizar su población, los más pobres son enviados a las actividades más peligrosas (¡Viva la dictadura del proletariado!) y son exportados al mundo bajo estricta supervisión de los militares del régimen, de su labor Corea del Norte recibe entre mil doscientos y dos mil trescientos millones de dólares al año. Lo mejor es que mientras Wal-Mart tiene que responder a las acusaciones con abogados y relaciones públicas, Kim Jong-un se puede dar el lujo de amenazar a los que le caen gordos con borrarlos del mapa en una lluvia nuclear.

Hoy, al igual que siempre, todas las razas están involucradas en la esclavitud. Todos los colores son víctimas y victimarios. Es un un flagelo estimulado por los fabulosos ingresos que genera: ciento cincuenta mil millones de dólares anuales, según la OIT. Todos lo sufren, aunque suelen ser los blancos occidentales, de izquierda y derecha, porque el altruismo en esta raza parece más una patología que una virtud, los que mayores esfuerzos hacen por combatir esta tragedia.

Es cierto que las empresas occidentales se benefician de la esclavitud, pero también es cierto que no lo lograrían de no ser por los gobiernos locales. También es cierto que es en occidente donde la población civil hace boicots masivos, marchas, manifestaciones y todo tipo de activismo para terminar con un flagelo que no les afecta directamente. Nadie puede negar que la gran mayoría de la gente negra y café es esclavizada por otra gente negra y café. Es un tabú hablar de los esclavos blancos existentes hoy y mientras los europeos abren las puertas de sus estados de bienestar para mantener a la chusma de todo el globo, casi nadie alza su voz para defenderlos de las barbaridades que sufren, a prácticamente nadie le importan los esclavos cuando son blancos.

La esclavitud es un problema de toda la especie, ya es hora de que cada vez que un negro llore desconsolado por el sufrimiento de algún antepasado muerto se le acuse de lo que en verdad es… ¡UN RACISTA! Hay que pasar al ataque y llamarlos por los que son. Si para ellos es más indignante que en los años 1600 un negro haya sido mirado mal, que los millones de esclavos no negros que sufren hoy, es porque se creen superiores, es porque son supremacistas. No más racismo antiblanco, no más racismo por parte de los negros y demás grupos étnicos. Occidente recuperará su posición moral y lo hará rompiendo las cadenas de la esclavitud mundial. Una vez más será la fuerza blanca la que envíe al reino de las sombras a los tiranos

*Desde San Bonifacio de Ibagué