Franco, el héroe de Marruecos
F.F.- No resulta nada sencillo afrontar esta parte del trabajo, más que nada por lo que la figura de este personaje ha representado en la historia de España del siglo XX. Hemos tratado de ser lo más ecuánimes posible e incluso, para los mal pensados que podrían encontrar contradictorias en nuestras palabras ateniéndose al título que las encabezan, podemos asegurar que hemos estado dudando hasta el último momento en el rótulo que da nombre a esta sección, finalmente, esperamos haber conseguido trazar, no sin ciertas dificultades éticas, la línea histórica de Franco limitándonos a las campañas africanas y tratando de evitar adentrarnos en lo que significaría el mismo personaje pocos años después. Paul Preston, en su magnífico libro: “Franco, Caudillo de España” escribe lo siguiente: “Entre 1912 y 1926, Franco fue un soldado valiente y de capacidad extraordinaria, de 1927 a 1936 fue un militar profesional calculador y ambicioso; entre 1936 y 1939 fue un competente jefe en la guerra, y con posterioridad fue un dictador brutal y eficaz que resistió otros treinta y seis años en el poder”. Aquí abordaremos, simplemente, su primera etapa.
Francisco Franco Bahamonde nace en El Ferrol el 4 de diciembre de 1892, proviene de una familia de militares, su abuelo había sido intendente ordenador de la marina, rango equivalente a general de brigada en el ejército y su padre, de ideas liberales, simpatizante de la masonería y casi definible como anticlerical, llegó a ascender al mismo puesto, lo que le confería igual graduación.
Por cuestiones más de burocracia que de capacidad (un decreto limitó el ingreso), el joven Franco no pudo entrar en lo que era su sueño, la Armada. El historiador Paul Preston nos dice: “Nunca se planteó intentar otra carrera que no fuera la militar y de este modo, Franco, que ahora tenía catorce años, acudió a la Academia Militar de Infantería de Toledo […] En Gran Bretaña y Estados Unidos, a finales de siglo, los cadetes empezaban sus estudios militares una vez completada su educación civil. En Toledo, los muchachos jóvenes, relativamente faltos de estudios, empezaban a impregnarse de la disciplina del ejército y de las convenciones de la cosmovisión militar del mundo cuando todavía eran muy ignorantes e impresionables. […] La experiencia reciente de Cuba no sirvió para extraer conclusiones militares, aunque habría resultado inmensamente útiles para las aventuras coloniales del norte de África. Se hacia más hincapié en la disciplina, la historia militar y las virtudes morales: el valor ante el enemigo, la fe incuestionable en las ordenanzas militares, la obediencia y la lealtad absolutas a los oficiales superiores. Los cadetes se empapaban además de un agudo sentido de la responsabilidad moral del ejército como guardián de las esencias de la nación. ”
Preston continua diciendo: ” No se podía tolerar ninguna afrenta ni insulto al ejército, a la bandera, al monarca o a la nación. Por extensión, cuando un gobierno llevaba el país al descrédito permitiendo el desorden, el deber del oficial patriótico era levantarse contra el mismo en defensa de la patria”
En resumidas cuentas y para que todos nos entendamos, Toledo, en los tiempos de Franco, era más una Academia de aprendizaje para los eternos “salvadores de la patria” que le ha tocado a España sufrir durante siglos, que una escuela militar propiamente dicha.
El futuro dictador, y siempre según uno de sus compañeros de promoción, Vicente Guarner, “estudiaba poco y mal” , quizá por esa razón fuera un mediocre 251 de los 312 cadetes de su promoción. Franco dio por concluidos sus estudios en la Academia en junio de 1910. Su primera idea, como la de muchos jóvenes militares del momento, es la de marchar a Marruecos, donde se pueden conseguir rápidos ascensos. Los escritores afines al régimen escribieron que el joven Franco solicitó inmediatamente el destino de Marruecos y que se lo denegaron por razones de edad. Absolutamente falso porque en esa época solamente podían ir a Marruecos los oficiales de teniente para arriba, hubiera sido una falta de sentido que hubiera realizado tal solicitud cuando él era un simple alférez (con esa graduación ingresa en el cuerpo de oficiales del ejército el 13 de julio de 1910).
Franco es destinado al Regimiento de Zamora número 8, con base en El Ferrol. En agosto de de 1911, una nueva revuelta en el Rif y la necesidad de oficiales que comanden las fuerzas regulares indígenas propician que se levante la orden que prohibía que los alféreces fueran destinados a Marruecos, con lo que consigue su deseado traslado a África (llega a Marruecos el 17 de febrero de 1912). Su primer destino es el fuerte Tifasor, a las afueras de Melilla.
La aventura española africana no se presenta fácil, el ejército se muestra absolutamente ineficaz y sus medios son insuficientes y anticuados, como dice Paul Preston: “[España] disponía de más generales y menos piezas de artillería por cada mil hombres que los ejércitos de países como Montenegro, Rumania o Portugal. Sus 80.000 hombres estaban dirigidos por más de 24.000 oficiales, de los cuales 471 eran generales. […] el recién adquirido Protectorado del interior era un yermo montañoso, sin carreteras. Además, dado que no se tenían en cuenta las fronteras tribales, Francia hizo a España un regalo de vigilancia imposible. Así pues los españoles tuvieron que entrar en una guerra ruinosa y absurda. Pero no disfrutaban de la superioridad tecnológica y logística que caracterizó a otras aventuras imperiales de la época. Curiosamente, los oficiales españoles en general, y Franco en particular, abrigaron y nutrieron dos mitos al respecto. El primero es que los marroquíes los adoraban; el segundo, que los franceses habían impedido un imperio español en Marruecos.”
Cuando Franco llega a Marruecos la iniciativa de los combates la llevan las tribus beréberes, tanto las de Jibala como las del Rif. Los habitantes de estas tierras se sienten, como es lógico de entender, invadidos por un ejército extranjero y lo hacen frente sin ningún tipo de miramiento. Son buenos guerreros y conocen y aprovechan como nadie el terreno, todo lo contrario del soldado español, desmotivado en una guerra que no es la suya y con un armamento y preparación mínima. En estas condiciones, el futuro dictador español, entra por primera vez en combate al mando de una sección de reconocimiento de las fuerzas indígenas el 19 de marzo de 1912, comenzándose a labrar una más que destacable “hoja de servicios”. El mismo Franco reconocerá años después: “Tenía tan poca confianza de los soldados moros que se encontraban bajo mis órdenes que la primera noche estuve despierto y pistola en mano” . La ocupación de Samman y el apoyo de Ras Medua serán sus siguientes acciones antes que el avance se detenga.
El 6 de junio de 1912 acaba oficialmente su periodo de prácticas y Franco se convierte en oficial titular de su sección. El 28 de agosto del mismo año, cuando toma el mando de la posición de Uixan, cuenta con veinte años de edad. Desde esta fecha podemos determinar que comienza la “leyenda” de este militar en las tierras de Marruecos.
En junio de 1913 es trasladado junto a su sección de regulares al frente occidental. En ese mismo año gana la Cruz al Mérito Militar de Primera Clase. Un año después por la acción de Beni Salem se le abre expediente para su ascenso a capitán. Franco se va haciendo con una reputación de oficial de campo absolutamente meticuloso
Durante la noche del 28 al 29 de junio de 1916 un “golpe de la fortuna” determinará el futuro de Franco. El mando ordena la toma de El Biutz. El segundo Tabor de Regulares ocupará la punta de ataque. Cuando se da la orden de avance los regulares se ven diezmados por el enemigo. El oficial al mando, capitán Palacios es herido de gravedad e incluso el coronel Muñoz Güi, jefe del Tabor cae muerto en combate. Franco queda al mando, se destaca en el mismo e incluso es herido de gravedad en el combate (el oficial médico se negó a trasladarlo a la base de evacuación de heridos de las afueras de Ceuta, considerando que mover al herido sería su muerte). Esta fue su única herida grave en toda su vida.
Como consecuencia, se recomienda su ascenso a Comandante por “méritos de guerra” (que conseguirá tras una reclamación directa al rey ya que las juntas militares que asesoraban al ministerio no lo recomiendan) y la apertura del expediente que le conceda la Laureada de San Fernando (condecoración que le es negada por el Ministerio). Franco había tardado seis años en ascender de alférez a comandante. Paul Preston escribe: “Poca duda cabe de que en esa época Franco prefería el ascenso a la medalla. El contraste entre la timidez natural del joven alférez que había llegado a África años atrás y su tenaz empuje para conseguir ascensos, nos proporciona una clave de su psicología. El recurso de Franco ante Alfonso XIII revela una ambición desmedida. Su coraje bajo el fuego era un medio para conseguir un fin.”
Las razones a estas negativas gubernamentales las tenemos que buscar, según algunos historiadores, en los acontecimientos sucedidos en Asturias, en el año 1917. En ese año y en ese preciso lugar se desató una huelga general de carácter revolucionario. El gobierno ordenó la intervención del ejército contra los huelguistas. Franco comandaba una columna compuesta por soldados y guardia civiles y parece ser que no guardó todo el celo que debiera para reprimir el levantamiento asturiano, granjeándose desde ese momento algunas antipatías dentro de la cúpula militar. Aunque hay que señalar que otras fuentes dicen todo lo contrario e incluso el historiador oficial de la Guardia Civil se refirió a Franco como: “el hombre responsable de restaurar el orden” .
Cuando años más tarde George Hills, periodista de la BBC, le preguntó a Franco con respecto a aquellos acontecimientos, el dictador contestó: “Llegué a preguntarme qué era lo que llevaba a las personas, personas decentes y normales, a la huelga y a los actos de violencia, y ví por mi mismo las espantosas condiciones en las que los patronos hacían trabajar a los obreros…” …No proferiremos ningún tipo de comentario, que cada cual saque sus propias conclusiones…
El ascenso a comandante obliga a Franco a regresar a España, ya que en ese momento no había vacantes en Marruecos para oficiales con ese rango. En 1917 es destinado a Oviedo, al mando de un batallón del Regimiento de Infantería del Príncipe. Sin embargo aquel no parecía ser su sitio, se había convertido en un africanista. Es en este momento cuando comienza su aversión por los políticos profesionales y los pacifistas de izquierdas, a quienes los africanistas consideraban el obstáculo para el cumplimiento del deber patriótico. Como el mismo Franco comentó al periodista Manuel Aznar en 1938: “Mis años en África viven en mí con indecible fuerza. Allí nació la posibilidad de rescate de la España grande. Allí se fundó el ideal que hoy nos redime. Sin África, yo apenas puedo explicarme a mi mismo, ni me explico cumplidamente a mis compañeros de armas”
Franco se siente atrapado en su nuevo destino en Oviedo, a pesar de sus triunfos militares en Marruecos no es bien visto por otros oficiales que le doblan la edad. Es más considerado por sus compañeros como un aventurero africano que como un verdadero militar.
Cuando la inflación resultante de la escasez que produjo la Primera Guerra Mundial afectó a los salarios de los militares peninsulares, éstos se quejaron de los africanistas, que conseguían ascensos rápidos. Algunas armas, como la de artillería, acordaron imponer el sistema de antigüedad y que los miembros de la oficialidad rechazaran ascensos por méritos. Es cuando se forman las Juntas de Defensa, que no dejan de ser una especie de sindicatos militares que protegían los sistemas de ascensos.
La aventura española en la Primera Guerra Mundial, pese a los militares del momento, era una misión imposible. Un país en bancarrota, con el ejército en un estado tercermundista no podía más que aspirar a la neutralidad. Los militares, que todavía no habían asimilado la derrota de 1898 se veían impotentes a la hora de participar en un conflicto que consideraban el marco apropiado para resarcirse de la humillación de la guerra contra los Estados Unidos. Un sentimiento de hostilidad surgió entre muchos oficiales contra el PSOE que además abogaba por concluir con la guerra de Marruecos.
Como señala Paul Preston en su interesante libro “Franco, Caudillo de España”: “Los oficiales del ejército querían simplemente que se les concedieran recursos y libertad suficientes para elaborar un plan de acción sin impedimentos políticos. Los sucesivos gobiernos, constreñidos por la creciente resistencia popular a perder la vida en Marruecos, limitaron el apoyo material e impusieron al ejército una estrategia esencialmente defensiva. A ojos del alto mando militar, los políticos hipócritas hacían un doble juego, exigiendo a los soldados victorias baratas, pero negándose a que se supiera que invertían recursos en una guerra colonial. En consecuencia, en lugar de proceder a una total ocupación del Rif, que los militares consideraban la única solución adecuada, el ejército fue obligado a ajustarse a la limitada estrategia de custodiar las ciudades importantes y las comunicaciones entre ellas. Inevitablemente, los rifeños atacaban los convoyes de abastecimiento, implicando a los militares en una guerra de desgaste, en apariencia interminable, de la que culpaban a los políticos.”
En el año 1918 Francisco Franco es requerido en Madrid para participar en un curso de perfeccionamiento de tiro, allí conoce a Millán Astray, que le comenta su idea de crear un cuerpo en España similar a la ya existente Legión Extranjera Francesa. Franco, que ve con agrado la idea, ve en la Legión la posibilidad de continuar con su carrera militar en África aunque desconfía de la posibilidad que Astray consiga lo que se propone.
Un año después Franco vuelve a reunirse con Millán Astray en Madrid. El proyecto del nacimiento de Tercio de Extranjeros es prácticamente una realidad (se fundó oficialmente el 31 de agosto de 1920) y el creador de este nuevo cuerpo ofrece al comandante un puesto en el mando, Franco acepta, aparcando su relación amorosa con Carmen Polo, y en el año 1920 una orden le confiere al mando de la Primera Bandera (parte desde el puerto de Algeciras el 10 de octubre de 1920 con los primeros doscientos alistados). El nombre de Tercio es rescatado de la denominación que en el siglo XVI se daba a las unidades tácticas del ejército de Flandes, compuestas por tres grupos: piqueros, ballesteros y arcabuceros. En sus comienzos la nueva unidad contaba con tres banderas.
En su primera noche en África, en la plaza de Ceuta para ser más exactos, los legionarios aterrorizaron la ciudad. Un cabo de servicio de guardia y una prostituta fueron asesinados a manos de los legionarios (más tarde morirán dos personas más). Franco trasladó a la Primera Bandera a Dar Riffien para evitar problemas de convivencia con la población.
Franco en “Diario de una Bandera” relata los acontecimientos pero de una forma muy peculiar: “En la posición a, a tres kilómetros de la Plaza, empieza la organización de las primeras unidades de legionarios, cobran las cuotas de enganche, que alegremente gastan en la población, y en unos días de orgía se despiden de los placeres y atractivos de la vida ciudadana.[…] El 16 de octubre se ordena marchen a Riffien las tres primeras compañías organizadas, que pasan a constituir la primera Bandera de la Legión. Este lugar ha de ser en lo sucesivo cuartel de legionarios.” Hemos de suponer que Franco entendía su “alegremente gastan en la población” de una manera muy diferente a lo que lo entienden el resto de los mortales.
Según Preston: “Tanto Franco como Millán Astray conservaron a lo largo de toda su vida la idea romántica de que La Legión ofrecería a sus desheredados reclutas la redención mediante el sacrificio, la disciplina, las penalidades, la violencia y la muerte. En el diario que Franco escribió durante sus dos primeros años, “Diario de una Bandera”, subyace una curiosa mezcla de romanticismo sentimental de historia de aventuras tipo “Beau Geste” y fría insensibilidad ante la brutalidad humana” En la legión Franco encontrará la vía perfecta para dar rienda a su autoridad. La disciplina se impartirá y se hará cumplir de una manera feroz. También en palabras de Preston: “La legión le proporcionaba [a Franco] la oportunidad de expresar sus sentimientos reprimidos” . Sabemos que Franco, tras una ola de indisciplina y deserciones pidió permiso a Millán Astray para utilizar la pena de muerte. Millán le contestó a los pocos días comunicándole que las ejecuciones debían de hacerse en consecuencia con el código de justicia militar y no de manera arbitraría, pero pese a las observaciones de su superior sabemos que Franco mando fusilar a un soldado por negarse a comer el rancho y lanzar su comida contra un oficial (dato contrastado por el informe que posteriormente mandó cursar el propio Franco a Millan Astray asumiendo toda la responsabilidad de lo acontecido). Preston continua diciendo: “[…] ni Millán Astray ni Franco pusieron límite a las atrocidades cometidas contra los pueblos que atacaban. No era rara la decapitación de prisioneros y la exhibición de las cabezas cortadas como trofeos.[…] Cuando el dictador Primo de Rivera visitó Marruecos en 1926, se horrorizó ante la vista de un batallón de la Legión en espera de ser inspeccionado con cabezas clavadas en las bayonetas. En realidad, Franco y los demás oficiales llegaron a sentir un fiero orgullo de la brutal violencia de sus hombres, deleitándose en su siniestra reputación. Esa notoriedad era en sí misma un arma útil para amilanar a la población colonial y su eficacia le enseñó mucho a Franco sobre la función ejemplar del terror. En “Diario de una bandera”, adoptó un tono de paternalismo benévolo con respecto a las salvajes travesuras de sus hombres. En África, como más tarde en la península durante la Guerra Civil, aprobó la muerte y mutilación de prisioneros. Poca duda cabe de que los primeros años de vida adulta pasados entre la inhumana barbarie de la Legión contribuyeron a deshumanizar a Franco.”
Para ratificar aún más, si eso es posible, las palabras de Preston sobre la idea romántica que franco tenía de la Legión, basta con leer este apartado de “Diario de una Bandera”: “Un grupo de cuarenta de estos soldados reciben orden para salir como acemileros a las operaciones de Xauen; los compañeros les ven marchar con sana envidia; todos ansían la ocasión de demostrar sus entusiasmos; y aquéllos, felices, alcanzan el honor. La novela de la Legión empieza a tejerse. La vida ha reunido en sus filas hombres tan distintos que, perdidas en el mundo sus vidas, hoy se relacionan y unen; aquí se encuentran hermanos separados desde hace muchos años; cada día que pasa salen a la luz más detalles de su interesante historia. Hoy es un legionario de edad madura y aspecto de hombre cansado el que cruza la calle; lleva la cabeza alta como los legionarios, pero su paso es algo perezoso, la plata de los años blanquea sobre sus sienes y salpica su barba descuidada; al pasar ante un oficial del Ejército, levanta su brazo para saludarle; el oficial se detiene se miran unos segundos y se abrazan llorando… Este oficial era su hijo… ( Por qué distintos caminos les empujó la vida!) Otro día es el Teniente Coronel el que nos relata una anécdota de un legionario. En la puerta de su casa, un soldado alto, de barba rubia y rostro curtido, con aspecto de hombre de mar, permanece firme; con su mano derecha suspende un enorme pescado: ” Mi teniente coronel -dice-, me he pasado la noche pescando este pescado para usía y aquí se lo traigo.” Lo que había cogido por la noche era una merluza que aún le duraba y había pernoctado fuera del campamento.[…] En la vida del cuartel se registran sucedidos curiosos; soldados que al ir a cobrar las sobras se olvidan del nombre que han dado al filiarse y tienen que acudir a mirar una nota escrita que llevan en el bolsillo. Otro legionario llega retrasado cuando se pagan las sobras (recibe este nombre el dinero que diariamente recibe en mano el soldado), se presenta al oficial y éste le pregunta: ) qué quieres, las sobras? -Lo que deseo es lo lícito, no quiero sobras, contesta el interrogado dolido.[…] Así se van sucediendo mil episodios de la vida de estos hombres que bajo las Banderas de la Legión se sienten caballeros.” No vamos a cuestionar las capacidades de Franco como militar, pero si realmente alguien quiere disfrutar de un buen libro de aventuras sobre la Legión (en esta caso francesa), que no lo dude un instante y que se lea “Beau Geste” de P.C. Wren y que se deje de “otras cosas”, seguro que nos lo agradecerán.
Sea como fuera, a los pocos días de la llegada del Tercio a África entra en acción, se le asigna ocupar una línea continua entre Xauen y Uad Lau con el fin de defenderla (la ciudad sagrada de Xauen aunque considerada inexpugnable había sido ocupada por los españoles sin pegar un tiro). El 29 de junio de 1921 el Tercio parte hacia Tarzarut con la idea de ir directamente hacia la zona dominada por el rebelde El Raisuni. El 22 de julio, poco antes que se lanzase un ataque generalizado hacia las posiciones del mismo, Franco recibe la desconcertante orden de emprender la marcha hacia el Fonduk de Ain Yeda, allí recibirá nuevas instrucciones. Estas fueron embarcar hacia Melilla. Franco se entera entonces del Desastre de Annual donde el General Silvestre ha sido masacrado junto a sus tropas y Melilla ha quedado prácticamente a merced de los rebeldes (tan solo 1800 hombre se encargan de su defensa). En el momento que Franco llega con sus tropas (23 de julio de 1921) las despliega en torno a la ciudad, su orden es defenderla a cualquier precio, desde sus posiciones observa el asedio de la guarnición de Nador pero le fue denegado por el mando su pretensión de conducir un destacamento para tratar de salvarla. Posteriormente a la caída de Nador los rifeños tratarán de tomar la cercana Melilla y tras una serie de encarnizadas luchas se rechaza definitivamente el ataque indígena.
El futuro dictador refiere de esta forma, en su libro “Diario de una Bandera”, la llegada de soldados a Melilla tras el desastre de Annual: “Estos días habíamos recibido las emociones más grandes de la vida militar, y nuestros corazones lloran la derrota; los fugitivos a su llegada nos relatan los tristes momentos de la retirada; las tropas en huida, las cobardías, los hechos heroicos, todo lo que constituye la dolorosa tragedia; Silvestre, abandonado; Morales, muerto; soldados que llegan sin armas a la Plaza; Zeluán se defiende, Nador también. Son las noticias que traen estos hombres en el que el terror ha dilatado las pupilas, y que nos hablan con espanto de carreras, de moros que les persiguen, de moras que rematan a los heridos, de lo espantoso del desastre. Llegan desnudos, en camisa, inconscientes, como pobres locos”
La Legión es utilizada entonces para reforzar a algunas unidades de la zona o para dar escolta a columnas de abastecimiento, así como para defender los blocaos más amenazados por los rifeños. Fue una labor complicada pero que el Tercio cumplió sobradamente. Franco escribe: “Durante el mes de agosto las salidas son casi diarias y el aprovisionamiento de las distintas posiciones requiere la presencia de la columna y librar combate con el enemigo. Los Regulares y la Legión, sirviendo de vanguardias a las distintas columnas, trepan por los peñascales de las vertientes del Gurugú y en ellos se sostiene empeñada lucha. Como en un chorreo van disminuyendo los efectivos de nuestras unidades.[…] En el convoy a Sidi-Hamed el Hach, el día 28, toma parte un tren blindado; el enemigo se presenta, como en días anteriores, hostilizando vivamente a las fuerzas de protección; de Nador se acercan bastantes jarqueños, cuando siguiendo la vía se adelanta el tren con precaución; a su paso levanta numeroso enemigo, que es batido por nuestras ametralladoras que, preventivamente, han enfilado los pasos. La sorpresa causada ha sido grande y las bajas enemigas muchas.[…] No es sólo el blocao que, defendido por legionarios, es objeto de preferencia en los ataques enemigos; desde el primer día, bautizaron los soldados al blocao de Dar Hamed con el sobrenombre de ” el Malo” ; su situación, debajo de las laderas rocosas del Gurugú, molesta a los moros en sus agresiones y la mayoría de las noches es atacado, siendo grande el número de soldados heridos en su defensa o aprovisionamiento.[…] De la Segunda Caseta avisan al Atalayón que el blocao tiene herido al oficial y necesita auxilio. El teniente Agulla, que manda las fuerzas de la Legión destacadas en este último punto, quiere ir en su socorro; no se lo permiten; sus hombres son necesarios en la defensa de su posición. Entonces reúne a la tropa y pide voluntarios para ir con un cabo a reforzar el blocao durante la noche. Todos se pelean por ir, entre ellos escoge a un cabo y catorce legionarios que ve más decididos, es él cabo Suceso Terrero, cuyo nombre ha de figurar con letras de oro en el Libro de la Legión. Saben que van a morir, antes de marchar, algunos soldados hacen sus últimas recomendaciones; uno de ellos, Lorenzo Camps, había cobrado días antes la cuota y no había tenido ocasión de gastarla; hace entrega de las 250 pesetas al oficial, diciéndole: -Mi teniente, como vamos a una muerte segura, ¿ quiere usted entregarle en mi nombre este dinero a la Cruz Roja? Anochece cuando llegan al blocao; el enemigo lo ataca furiosamente y dos soldados caen heridos antes de cruzar las alambradas, pero son recogidos; cuando entran en el blocao encuentran al oficial gravemente herido y otros soldados están ya muertos. La noche ha cerrado y el enemigo ataca más vivamente; un enorme fogonazo ilumina la posición y un estampido hace caer a tierra a varios de sus defensores; los moros habían acercado sus cañones y bombardeaban el blocao furiosamente; en pocos momentos ” el Malo” había desaparecido, y sus defensores quedaban sepultados bajo los escombros, ¡ Así se defiende una posición! ¡ Así mueren los legionarios por España! ”
Tras su actuación en la defensa de la plaza de Melilla, Franco es considerado como un héroe nacional. La situación parece estabilizarse, cosa que aprovecha el general Berenguer para recomponer las maltrechas tropas españolas y ordenar un contraataque que recupere parte del territorio perdido (17 de septiembre de 1921). La Legión coopera muy activamente en esta campaña, de esta manera se reconquista Nador, donde es herido Millán Astray, el mando pasa directamente a Franco, tiene en esos momentos 29 años. El futuro dictador escribe sobre la reconquista de la posición: “Nador, con los cadáveres tirados entre los despojos de la rapiña de sus atacantes, era un enorme cementerio.”
Durante las siguientes semanas la Legión mandada por el futuro dictador interviene en constantes operaciones militares por la zona; el Gurugú, Tahuima, Sebt, Ulad Dau. El 23 de octubre participan en la conquista del Monte Arruit. Durante toda esta reconquista la legión mostró una extraordinaria crueldad en sus acciones y era algo habitual que los soldados llevaran, tras los combates, las cabezas cortadas de sus enemigos pinchadas en sus bayonetas para exhibirlas en el campamento.
El 8 de enero de 1922 el avance español, con las tropas del general Berenguer (incluidas entre ellas la Legión), llegó hasta Dar Drius . A Franco, según palabras del historiador Paul Preston: ” le indignó la suerte corrida por los soldados españoles exterminados por los moros en Dar Drius en 1921 y le ofendía que no se permitiera a la Legión entrar en el pueblo y vengarse. Sin embargo, al cabo de pocos días tuvo la oportunidad de hacerlo […]. Los moros atacaron un blocao cercano a Dar Drius y los legionarios que lo defendían se vieron obligados a pedir ayuda. El comandante de las fuerzas españolas del pueblo ordenó que todo el destacamento de la Legión acudiera en su auxilio. Franco dijo que con doce bastaría y pidió voluntarios. Cuando toda la unidad dio un paso al frente, eligió a doce y partió. El ataque al blocao fue rechazado y a la mañana siguiente Franco y sus doce voluntarios regresaron portando como trofeos las cabezas ensangrentadas de doce harqueños” (este dato aparece recogido en El Correo Gallego, 20 de abril de 1922). Ante las múltiples felicitaciones que recibe Franco por su comportamiento, el futuro dictador responde: “Yo solo cumplo con mi deber de soldado.”
Franco comienza a cultivar su imagen entre los círculos de poder de España, en sus ocasionales permisos no solo visita a Carmen Polo, sino que comienza a relacionarse con la aristocracia ovetense, hace nuevos contactos que le serán de gran utilidad en el futuro. La prensa se ocupaba de él, le trata como un héroe, como un salvador. Su política es la de mostrarse con una imagen modesta, la de un oficial que solamente quería cumplir con su deber. Al salir de una audiencia con el rey a principios de 1922 comentó: “Lo que se ha dicho de mí ha sido algo exagerado. Yo solo cumplí con mi deber. Los soldados son unos verdaderos valientes. Con ellos puede irse a cualquier parte.”
En junio de 1922, el general Sanjurjo recomienda a Francisco Franco para el ascenso a teniente coronel, cosa que fue rechazada por el mando que argumentaba que en ese momento se estaba produciendo la investigación sobre el desastre acontecido en Marruecos y que tras un desastre de tal calibre no era menester ponerse a tratar ascensos. No obstante y de una manera un tanto sorprendente, Millán Astray ascendió a coronel y Sanjurjo a general de división, decisiones que alimentaban la idea que alguien no veía con buenos ojos la rapidez con la que el joven Franco había subido en el escalafón.
El expediente Picasso sobre las causas del desastre de Annual originó la acusación de treinta y nueve oficiales, incluido el mismo Berenguer, que se ve obligado a dimitir en otoño de 1922. El general Ricardo Burguete le sustituye como Alto Comisario en Marruecos. El nuevo militar será el encargado de poner en práctica la nueva política que tiene ideada el gobierno español, conseguir la paz a base de sobornos, descartando toda posible acción militar. El 22 de septiembre hizo un trato con El Raisuni por el cual, a cambio de una buena cantidad de dinero y de carta blanca por el territorio, se convertía directamente en el representante español de la zona, o lo que es lo mismo, se convertía en una especie de virrey colocado allí por los españoles. Los españoles se retiraron de la zona.
Las críticas vertidas hacia el ejército por amplios sectores de la población española (el PSOE llegó a pedir la clausura de las academias militares), una oleada de pacifismo nacida tras el Desastre de Annual y los indicios que el gobierno contemplaba una retirada de Marruecos provocaron que el vehemente Millán Astray pronunciara una serie de discursos inoportunos, lo que le valió su destitución del mando del Tercio. Esto no ayudó demasiado a las pretensiones de Franco que con su grado de comandante no podía aspirar a tomar el mando de la Legión, esta misión le es encomendada al teniente coronel de regulares Rafael de Valenzuela Urzáiz, Franco abandona el Tercio por lealtad hacia su jefe y solicita destino en la península.
La política del gobierno, representada por Burguete era tener en calma la zona oeste para poder centrase en el enemigo más peligroso; Abd-el-Krim, el que había llevado a cabo las matanzas de Igueriben, Annual o Monte Arruit. Después de negociar con el cabecilla rifeño el intercambio de prisioneros de guerra españoles, intercambio por dinero, como ya ha podido sospechar el ávido lector, Burguete paso a la ofensiva, tomando como base para la misma la posición de Tizi Azza.
Mientras tanto Franco, héroe para buena parte de la población, sigue recogiendo honores y felicitaciones allá por donde va. Julián Fernández Piñero le entrevista para conocer un poco más su perfil, su lado humano. A la pregunta de que motivaron las razones para que abandonara Marruecos, el futuro dictador responde: “[…] yo creo que el militar tiene dos épocas; una de la guerra y otra del estudio. Yo ya he hecho la primera y ahora quiero estudiar. La guerra antes era más sencilla; se resolvía con un poco de corazón; quizá la ciencia más difícil de todas.”
A principios de junio Abd-el-Krim, adelantándose a los planes hispanos, prepara una nueva ofensiva, ataca sorpresivamente Tizzi Azza, amenazando directamente Melilla. El 5 de junio de 1923 el Tercio mandado por el teniente coronel Valenzuela acude a rescatar al destacamento español cercado por los rifeños. Al frente de sus hombres asalta las posiciones cabileñas pistola en mano, una bala le destroza el pecho y muere en los parapetos marroquíes, aunque la ofensiva se culmina con éxito.
El 8 de junio de 1923, el Consejo de Ministros reunidos en sesión extraordinaria descongela el expediente y decide nombrar a Franco como jefe del Tercio y se le asciende a teniente coronel con efecto retroactivo desde el 31 de enero de 1922. Mientras Franco se dirige a África, los hombres de Abd-el-Krim cercan Tifaruin, un puesto avanzado español, al oeste de Melilla. El 22 de agosto el propio Franco con dos banderas de la Legión logran hacer huir a los sitiadores y libera la posición.
El 13 de septiembre de 1923 el general Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, da un golpe de estado, en palabras de Preston: “El descontento militar acumulado por lo que se percibía como una traición civil al ejército de Marruecos era tal, que a principios de 1923 dos grupos de generales de alta graduación, uno en Madrid y otro en Barcelona dirigido por Miguel Primo de Rivera, habían acariciado la idea de un golpe militar. El incidente que sirvió de detonante tuvo lugar el 23 de agosto. En Málaga se produjeron numerosos disturbios públicos en los que estaban implicados los reclutas que embarcaban para África. Hubo algún atropello a la población civil y algún ataque a oficiales del ejército. Algunos de los reclutas estaban simplemente borrachos, otros eran nacionalistas catalanes y vascos cuya protesta tenía sentido político. Al fin, la Guardia Civil restauró el orden. Un suboficial de ingenieros, José Ardoz, fue asesinado y el crimen se atribuyó a un gallego, el cabo Sánchez Barroso. Sánchez Barroso fue juzgado inmediatamente y sentenciado a muerte. Desde el Desastre de Annual existía una general repulsa pública hacia la empresa marroquí y, en consecuencia, la sentencia de muerte desencadenó una enorme protesta”.
Y continua diciendo: ” El 28 de agosto Sánchez Barroso recibía el indulto real a petición del gobierno. El cuerpo de oficiales se enfureció por la humillación de los incidentes de Málaga, por el consiguiente rechazo público de la causa de Marruecos y por un indulto que les parecía una afrenta.
El 13 de septiembre el excéntrico y orondo general Miguel Primo de Rivera dio un golpe militar apoyado por las guarniciones de su propia región militar de Cataluña y por las de Aragón, bajo el control de su íntimo amigo el general Sanjurjo. Se ha debatido mucho sobre la complicidad del rey en el golpe. Lo cierto es que consintió el derrocamiento militar de la Monarquía Constitucional y se lanzó sin reservas por el camino del gobierno autoritario […] ni Franco ni la mayoría de los oficiales de la Legión se mostraron particularmente entusiastas con el golpe. Consideraban que la mayoría de los oficiales que apoyaban a Primo de Rivera eran primordialmente miembros de las Juntas de Defensa y por tanto enemigos del ascenso por méritos. Además eran muy conscientes de la convicción de Primo de Rivera de que España debía abandonar el protectorado marroquí.”
Y ciertamente las cosas eran de ese modo, en marzo de 1922 Primo de Rivera se había puesto al mando de la siempre complicada capitanía general de Cataluña, con sede en Barcelona, allí se encontró con un ambiente social y político muy diferente del que estaba acostumbrado a pulsar, el nacionalismo catalán radical era palpable en todas las capas sociales, los problemas de los obreros habían conseguido que estos fueran atraídos por el anarquismo, con un gran problema para el orden público que debía enfrentarse frecuentemente a huelgas y manifestaciones de marcada tendencia radical.. Su política de mano dura y firmeza le valió en un principio el apoyo del catalanismo más conservador de la Lliga Regionalista.
En otro plano, una serie de actos terroristas que paralizaron al país, como los asesinatos del presidente del gobierno Eduardo Dato (marzo de 1921), o del cardenal y arzobispo de Zaragoza Juan Soldevila y Romero (1923), acentuaron el deterioro social en medio de una situación económica cambiante, provocada desde 1918 por el final de la I Guerra Mundial y de la buena marcha económica que el país vivió tras no participar en la misma y ser capaz de vender los productos necesarios a ambos bandos a un mismo tiempo.
Primo de Rivera nombrado jefe de gobierno, el 15 de septiembre siguiente formó un Directorio Militar compuesto por él mismo como jefe de gobierno y otros nueve miembros del Ejército en calidad de vocales. Los ministerios perdieron su funcionamiento habitual y pasaron a ser ejercidos por meros funcionarios sin atribuciones verdaderamente gubernamentales. En aras del control social sacrificó el sistema democrático mediante el uso de la censura de prensa, la persecución política o el cierre del Parlamento.
Aprovechando un permiso Franco marcha a Oviedo y se casa con Carmen Polo. Los recién casados marchan a Madrid y solicitan audiencia en el Palacio Real, años después en una entrevista concedida a George Hills, periodista de la BBC, Franco confiesa que el rey estaba muy interesado en saber la reacción del ejército de Marruecos ante el golpe de Primo de Rivera. Franco afirmaba haberle confesado al soberano que el ejército desconfiaba de Primo de Rivera debido a sus ideas de abandonar el Protectorado. También, y siempre según comentarios del futuro dictador, le explicó las maneras de consolidar las posiciones españolas definitivamente en la zona.
Franco sugiere la idea al monarca de un gran ataque al cuartel general de Abd-el-Krim entrando por la bahía de Alhucemas y de esa manera acabar con el problema definitivamente. El Dictador continuó comentando al periodista que fue el propio soberano quien le puso en contacto con Primo de Rivera, Franco no confiaba demasiado en el resultado de aquella entrevista, conocía perfectamente el pensamiento que mantenía el jefe del gobierno, el de abandonar el Protectorado lo más rápidamente posible, sin embargo le comentó su plan que pasaba por un desembarco a gran escala en Alhucemas para llegar al corazón de la cabila de Krim, Primo de Rivera rechazó en un principio una operación de tal envergadura. Ante las presiones de Franco, Primo de Rivera le pidió que presentara su plan detalladamente por escrito.
Ciertamente Franco había dicho en una ocasión que: “Alhucemas es el foco de la rebelión antiespañola, es el camino a Fez, la salida más corta al Mediterráneo y allí está la clave de muchas propagandas que terminarán el día que sentemos el pie en aquella costa” , sin embargo puede parecer un poco improbable que fuera el propio dictador el autor de aquel detallado plan, más aun si tenemos en cuenta que la Plana Mayor del Ejército francés colaboró, tiempo después, en aquella acción de guerra. No podemos asegurar quien fue el planificador de tan complicado programa de ataque. Años después muchos aduladores afirmaron que había salido de la propia mano del “caudillo”, esas afirmaciones carecen del más mínimo rigor histórico y por lo tanto no deben de considerarse como dignas de ser tomadas en cuenta y mucho menos como validas.
Cuando el día de la Pascua militar del año 1924 el jefe militar de Ceuta, conocedor de los rumores de una inminente retirada española del Protectorado de Marruecos, pide a los oficiales que están bajo sus órdenes que den su palabra de honor que obedecerán cualquier mandato que se les de, Franco responde que no aceptará ninguno contrario al reglamento militar. Cuando la noticia llega a los oídos de Primo de Rivera este decide ir personalmente hasta Marruecos para valorar la situación, reclama la presencia de Franco y junto a él revisa las posiciones militares españolas de la zona. Al término de ésta se produce el incidente de Ben Tieb.
Si nos referimos a este incidente, pura leyenda, es más por observar hasta donde puede llegar un cuento cuando los aduladores entran en acción, que por narrar una historia real. La cosa empieza con una cena que tuvo lugar entre Primo de Rivera y los soldados de la Legión. En la cena, según dice la leyenda, Franco dispuso que la cena consistiera únicamente en huevos. El simbolismo viril era claro, la legión ponía en cantidad lo que parecía faltarle al gobernante. Sin embargo el propio Franco negó esta anécdota en 1972.
Y conociendo y ahondando un poco en la psicología de Franco, era lógico que esta anécdota nunca hubiera ocurrido y tan solo fuera fruto de alguna mente servil del “caudillo”, Franco, un militar de férrea disciplina y esclavo de las ordenanzas, no insultaría de esa forma a un superior.
Lo que si que hizo Franco fue un comedido discurso contra la idea de abandonar el Protectorado: “[…] lo que pisamos es suelo español, porque lo hemos comprado al más alto precio y con la moneda más preciada; la sangre española aquí derramada. Rechazamos la idea de retirarnos porque estamos convencidos de que España está en posición de dominar su territorio.” Primo de Rivera respondió con un discurso que trataba de explicar la lógica de la retirada y solicitando una obediencia ciega (siendo interrumpido por silbidos y comentarios fuertes en más de una ocasión). Sanjurjo, que acompañaba al jefe del gobierno español comentó más tarde que tuvo la mano en la culata de la pistola durante los discursos temiendo un “trágico accidente”.
Cuando Primo de Rivera regresa a España, Abd-el-Krim lanza un ataque masivo contra la zona, cortando la carretera de Tánger a Tetuán amenazando directamente esta última. El 10 de septiembre una circular anuncia la evacuación inminente de la zona, lo que sienta muy mal a los militares africanistas. En el año 1930 el general Queipo de Llano afirmo que Franco, en 1924, le había pedido que liderara un golpe contra el Dictador. Franco negará que eso fuera cierto tiempo después.
El 23 de septiembre Franco y la legión parten de Tetuán para liberar la posición asediada de Xauen, cuando se libera el sitio se iniciaron los planes de evacuación de la misma. El 16 de octubre, Primo de Rivera asume toda la responsabilidad y se nombra Alto Comisario, vuelve a Marruecos y se establece en Tetuán, donde monta su cuartel general de operaciones (con esta acción se ganó el respeto de algunos militares africanistas). Él mismo planifica la evacuación de Xauen, el 15 de noviembre, las fuerzas regulares, los civiles, marroquíes fieles y judíos, parten en una columna de más de 10.000 personas con la legión y Franco guardándola las espaldas.
El 21 de noviembre, tras continuos combates, se llega a Zoco el Arbaa, la mitad del camino, la sombra de un segundo Annual flota sobre toda España. En este lugar las tropas se recomponen y descansan durante tres semanas, mantienen el sitio y rechazan una vez tras otra las incursiones rifeñas. El 10 de diciembre se retoma la marcha hacia Tetuán mientras que Franco y sus legionarios quedan atrás de nuevo guardando la retaguardia de la columna. Finalmente se llega a zona española el 13 de diciembre.
Franco estaba realmente disgustado por haber abandonado un territorio en donde se habían perdido tantas vidas e incluso, y sin consentimiento de sus superiores, publicó un artículo donde se puede ver toda la amargura que destilaba el militar por la retirada.
El 7 de febrero de 1925 Primo de Rivera recompensa a Franco por su comportamiento en la evacuación de Xauen con la segunda Medalla Militar y el ascenso a Coronel (con efectos desde el 31 de enero de 1924).
El 25 de enero Abd-el-Krim apresa a El Raisuni, líder de los Yebala (que morirá días después en extrañas circunstancias). La Republica del Rif, anunciada por el líder rebelde, empieza a tomar forma e incluso se da el lujo de rechazar las ofertas de paz que incluían su reconocimiento como emir del Rif, bajo protección española y autoridad del Sultán. Quizá entonces, embriagado un tanto de su propio poder, Abd-el-Krim comete un tremendo error, cruza la frontera para entrar en zona francesa y comienza a hostigar las posiciones galas (amenazando directamente la ciudad de Fez). Esto propiciará que las autoridades francesas se reúnan apresuradamente con las españolas para acabar con el caudillo rifeño, se decide un desembarco en Alhucemas.
El coronel Franco con 12.000 hombres es encargado por el propio Primo de Rivera para establecer la cabeza de playa. A primeras horas de la tarde del día 8 de septiembre, el tercio tenía ya una cabeza de puente y coronaba las primeras alturas. Hasta el 20 de septiembre, tras constantes luchas contra los rifeños, no estuvo asegurada la posición. El 2 de octubre la fortaleza de Abd-el-Krim, Axdir, cayó en manos españolas. El 13 de octubre Franco regresa victorioso a Ceuta.
Por mucho que traten de convencernos en que la operación fue un rotundo éxito, no podemos omitir sus sombras, que también las sufrió. Debida a una pésima planificación, muy a la “española”, el factor sorpresa quedó abortado desde el primer momento, cuando los barcos se acercaron por la noche a la bahía lo hicieron con todas las luces encendidas y con las tropas cantando, el reconocimiento que se hizo del lugar de desembarco fue tan malo que las barcas encallaron en los bajíos y los bancos de arena, demasiado lejos de la orilla para que pudieran descender los carros de combate. Nadie se preocupó si los soldados españoles sabían nadar y con metro y medio de profundidad ya puede imaginarse el lector lo que pudo ocurrir. Las comunicaciones eran insuficientes y el apoyo artillero realmente limitado. En fin, que se debe agradecer que los enemigos en ese momento fueran los rifeños, porque si hubiera sido un ejército europeo regular, el desembarco de Alhucemas hubiera sido otra triste tragedia.
Franco escribió un diario novelado del desembarco. En palabras de Preston: “[…] se publicó a lo largo de cuatro meses, entre septiembre y diciembre de 1925, en la “Revista de Tropas Coloniales” y de nuevo en 1970 en una versión que él mismo censuró. En 1925, refiriéndose al ataque a una colina que tuvo lugar en las primeras horas del desembarco, escribió :”los defensores demasiados tenaces son pasados a cuchillo”, cambiándolo en 1970 por “los defensores demasiado tenaces caen bajo nuestro fuego”. Incluso después de editar el texto en 1970, Franco dejó algunas frases que evocaban las historias de aventuras de su juventud. Los hombres no morían de un disparo sino que “El plomo del enemigo segó la vida de Bescansa, el capitán de las audaces gallardías”. “La fatalidad nos ha arrebatado lo más florido de nuestros oficiales; nos ha llegado la hora…¡Mañana les vengaremos!” Años más tarde le contó a su médico que, durante la campaña de Alhucemas capturaron a un desertor de la Legión y, sin más dilación que el tiempo que tardaron en confirmar su identidad, ordenó formar un pelotón de fusilamiento y lo mandó fusilar.”
Franco es un héroe en toda España e incluso fuera de ella, Francia le recompensa con La Legión de Honor, el 3 de febrero de 1926 es ascendido a general de Brigada, convirtiéndose en uno de los generales más jóvenes de Europa (aunque su graduación le obliga a abandonar la legión). Se le concedió el mando de la brigada más importante del ejército en ese momento, la Primera Brigada de la Primera División de Madrid, formada por dos regimientos aristocráticos, el Regimiento del Rey y el Regimiento de León.
Coincido con Preston en que la academia militar de Toledo por aquellas fechas (y muchos años antes) era mas una fabrica de salvapatrias que de militares profesionales. Gracias a la intervencion del inclito Borbon fernando VII, hemos padecido durante dos siglos unos militares con un extraño y desviado servicio a la patria. Afortunadamente ya quedan pocos de esos trasnochados militares en activo y los que quedan en pocos años desapareceran para dejar paso a un ejercito profesional al servicio de su pueblo, y de lo que demande el pueblo, no a lo que ellos les parezca correcto con su rancio… Leer más »
Alonso Q, no hay duda, te se ve perfectamente el plumero tú eres rojo Lenista, Stalenista y antiespañolista. Tu pierdes sueño cuando te hablan de patriotismo
Es cuestión de “talante” que decía el payaso ese que acabamos de tener de presidente, un tal ZetaPe, otros llevaban a los presos en tren, lo paraban por el campo y allí fusilaban a todos tal que Parcuellos del Jarama, bueno lo de iban es un decir lo que hacían era mandar a otros, también otras perras abandonaban al marido y se iban con algún Antón y cuando este las deja por viejas, fea y mala, le hacen la vida imposible, a otros lo hacen desaparecer, como al Nin, claro que la mayoría, o sea todos ellos, como cobardes que… Leer más »
Vaya, vaya, un reportaje en Alertadigital que cita al más incompetente, falsario y chulosebo de los seudohistoriadores de la cejaizquierda. Citar a este inútil hijo de la Gran Bretaña ya es señal de la propia incapacidad para discernir en la bibliografía el grano de la paja y lo verdadero de lo sectario. La Historia de España en la época de Franco, durante el Estado Nacional del 18 de Julio, está practicamente delimitada y poco aportan a ella personajes y vividores como este británico, el de la Universidad de Badajoz, el hijo del camisa vieja catalán y algunos otros más que… Leer más »
¿Sólo héroe de Marruecos ? Franco ha sido el mejor gobernante que jamás ha tenido España. Y lo dice uno que a su abuelo lo mataron en el frente las tropas nacionales, pero a éstas no les atribuyo la culpa ya que mi abuelo fué a luchar obligado por los repúblicanos. Y con todo esto debo reconocer que Franco dió a España años de paz, progreso y seguridad, mucho más de lo que tenemos ahora. Por desgracia sólo he sido testigo de su mandato unos pocos años, pero me remito a lo que escucho de la gente que lo vivió… Leer más »
Por cierto, a Preston los mejores calificativos que le encajan son manipulador, sectario y falso, y hay que añadir que ha encontrado un filón calumniando a Franco y utilizando medias verdades como si fueran hechos irrefutables para lucrarse sobremanera a costa del hombre que consiguió que los españoles dejaran de llevar alpargatas para poder acceder a la Universidad.
Por cierto y gracias a politiquillos del tipo Paul Preston, los españoles dentro de poco volveremos a llevar alpargatas.
Va a comprar los vomitivos libros del Sr. Preston su santa madre.
¿Que Franco fue un dictador brutal y eficaz? El que escribió ese libro es un grandísimo ignorante. Tan solo dijo una media verdad y es que fue un dictador eficaz ya que situó a España como 9ª potencia económica mundial, tan solo por detrás de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Japón, Rusia y China. Lo único que fue brutal fue la República contra la que se alzó en la que se quemaban iglesias y se agredía a todo aquel de quien meramente se sospechara que era católico. Después de ver dónde estuvimos y a dónde nos han conducido… Leer más »
Con dos cojones. Un saludo
Triste es que salgan comentarios defendiendo aun las atrocidades como las cometidas por Sanjurjo en Andalucía. Un hombre que se creía cristiano y defendía a voz en grito por las ondas la violación y el asesinato de inocentes.
España es un país troglodita y -lo peor- orgulloso de serlo.