Estamos viviendo toda una locura. No creo que nadie me discuta la apreciación; además tengo un sinsabor enorme con la escalada del mal gusto y la chabacanería que podemos apreciar a diario de mano de estos politiquillos de poco contenido.

Sánchez en algún momento me llego a engañar, llegué a pensar que era inteligente y de ahí su victoria en las primarias ganadas a la todo poderosa Susana Díaz a base de kilómetros con su equipo, mientras ella se quedo dormida en los laureles; tras ese éxito subió de peso específico dentro del PSOE hasta el punto de ser intocable, incuestionable, y todo lo que termina en «able». Pero bien, eso solo demostró que fue listillo y currante, pero cuando le ha llegado el momento de administrar el éxito, le ha faltado la inteligencia de la templanza, la virtud paciencia y lo ha matado la soberbia del «chulo barriobajero», que sin duda es. Es un cadáver político por el que no apuesto un euro; se lo van a comer los suyos en el mismo momento en que no pueda repartir a dedo los cargos remunerados con viviendas y los «tropocientos» sueldos de asesores, que hoy están cobrando los mismos que le auparon a la victoria en las primarias. Estos, con las mismas, votan al siguiente que les prometa el carguito de ASESORAR cobrando sin hacer nada.

En nuestra cara, Sánchez, cual gallina clueca, ha estado empollando a su mujer y a su hermanito —al que esta semana le han puesto un despacho en un piso en Badajoz— el tiempo suficiente para presuntamente robar todo lo robable. Esa es la falta de inteligencia que tiene este narcisista.

Por el otro lado, no son mas listas.La esperanza de la derecha moderada, la bella Ayuso, sale a defender a su novio atacando a fiscalía directamente, incluso amenazando con querellarse, mientras el susodicho intentaba esconder las falsedades documentales que hoy le hacen suplicar acuerdo y va a firmar lo que le pongan por delante. Se lo van a comer con papas.

Pero como los españolitos no somos capaces de subir ese pequeño escalón en el que yo me apoyo para ver el partido desde otra perspectiva un poco más elevada y escribir esto, los que seguiremos haciendo el ridículo seremos todos nosotros. O aceptamos la mota en nuestro ojo, o seguiremos igual por los restos.

No asustaros, podemos seguir siendo del Madrid o del Barça.

Hay que pedir elecciones ya. No por Sánchez; hay que pedirlas por evitarnos diariamente el sufrir la vergüenza ajena al ver las actuaciones de estos ladrones públicos de derecha y de izquierda, que además, cada día se muestran más «MERDELLONES».

¡No defendamos a los nuestros!
Acabemos con todos.
¡Seamos anti-sistemas!