¿Por qué en España no se cubren 140.000 puestos de trabajo aun habiendo 3 millones de desempleados?
Yarisley Urrutia – En la hostelería y la construcción hay problemas para completar las plantillas. El Gobierno planea importar mano de obra y regularizar a inmigrantes que rindan cursos de formación para el empleo. Los sindicatos piden mejores condiciones laborales y las patronales hosteleras admiten la dimensión generacional de un sector que “ya no es atractivo”.
España es el país de la UE con mayor índice de desempleo declarado; 13,27% y 3,1 millones de parados en el primer trimestre del año, según las últimas estadísticas. No obstante, las quejas de los empresarios de sectores como la hostelería y la construcción son recurrentes: tienen problemas para encontrar mano de obra y cubrir miles de puestos.
El problema es real y en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que dirige José Luis Escrivá han terminado por apostar por la importación de mano de obra y, sobre todo, por la regularización de aquellos inmigrantes sin papeles que estén dispuestos a cubrir las vacantes luego de capacitarse para esos puestos mediante cursos de formación específicos. A las asociaciones gremiales les agrada el plan, que contemplan como un incentivo.
Por otra parte, el Ministerio de Trabajo que dirige la vicepresidenta Yolanda Díaz defiende la mejora de las condiciones laborales para atraer trabajadores y cubrir las vacantes, postura que también apoyan los grandes sindicatos de clase, al estimar que la solución al problema no debe recaer en la inmigración.
Clave generacional y precariedad
La medida promovida por el ministro Escrivá se denomina “arraigo para la formación” y viene a potenciar la fórmula de la contratación en origen, que desde hace unos años permite a los empresarios contratar personal en el extranjero. Es el caso de los trabajadores de temporada o temporeros para las campañas de la fresa en Huelva o de otras frutas en Lérida.
Pero, aun con todo, ¿cómo es posible que con tres millones de desempleados en España resulte difícil cubrir puestos de, por ejemplo, camareros? “Ahora mismo es un sector poco atractivo”, explica María Durán, responsable de Comunicación de la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE), organización gremial de referencia en el sector.
“No es un sector que permita disfrutar de la vida personal y compatibilizarla con el ocio, algo que la gente pone cada vez más en valor”, explica, subrayando que este aspecto se está convirtiendo “en un handicap” para las generaciones jóvenes más allá de los salarios, que estima no son el problema, pues “están definidos por negociación y muchas veces son superiores a lo establecido por convenio colectivo”.
“En la hostelería se trabaja cuando la mayoría de la gente suele descansar; en fines de semana y vacaciones es justo cuando más picos de trabajo hay”.
Los sindicatos convienen en que la dificultad de conciliación entre la actividad laboral y la vida personal y familiar es una de las claves, pero no la única. Antes aluden a una precariedad marcada por “los bajos salarios y las deficientes condiciones laborales”. En cualquier caso, explican fuentes de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras (CCOO), no se trata de un problema estructural, sino de un “contratiempo coyuntural” que bien puede deberse a un “incumplimiento constante” de los convenios colectivos.
“Estacionalidad y salarios insuficientes para los niveles de precios de la vivienda hacen que vivir en zonas turísticas sea caro, por lo que el posible personal de la hostelería y la restauración prefiere buscar empleos peor remunerados, pero en entornos más asequibles”, apunta por su parte el economista Santiago Niño Becerra, catedrático emérito de Estructura Económica en la Universidad Ramón Llull de Barcelona, que recuerda un ejemplo extremo: “En el verano del 2022, en Ibiza, llegaron a alquilarse balcones como dormitorios a empleados de la hostelería”.
El problema viene de lejos
La apuesta del Gobierno español por formar profesionalmente a inmigrantes se produce en un contexto en que las subidas salariales pactadas entre la patronal y los sindicatos de un 4% para 2023 y un 3% para los dos años siguientes no lo hacen al ritmo de la inflación subyacente (6,6% en abril y 7,5% en marzo).
Ahora, además, se podrá surtir a las empresas de trabajadores inmigrantes cuyo principal alivio será su regulación y no la cuantía del sueldo. Santiago Niño recuerda que en España “faltan por cubrir 140.000 puestos de trabajo”, pero que desde 2008 en torno a un millón de personas ha abandonado el país en búsqueda de mejores condiciones de vida. Y la formación de trabajadores no se culmina de la noche a la mañana, aparte de que su carestía tiene también un componente generacional.
“La Formación Profesional es insuficiente y a ojos de muchas familias carece de prestigio para sus hijos, porque durante décadas han esperado que alcancen una titulación universitaria que los progenitores no han tenido, y encima tampoco garantiza un empleo de calidad”, argumenta este economista.
El mercado laboral español
El problema de los puestos de trabajo vacantes es una expresión de la propia naturaleza del mercado laboral español, marcado a juicio de Santiago Niño por tres problemas generales:
“Una demanda que la oferta es incapaz de absorber, una productividad baja que da lugar a bajos salarios y una baja valoración de los puestos, y un empleo sumergido elevado producto de una economía sumergida de entre el 17% y el 23% del total”.
En esta situación, cabe preguntarse si nos hallamos ante una cuestión de rentabilidad donde la formación para el empleo puede resultar más cara que la importación de mano de obra. A juzgar por las características intrínsecas de la economía española, es posible. “La estructura de PIB se sustenta fundamentalmente en el medio y bajo valor añadido, y el modelo productivo está básicamente orientado hacia el sector servicios”, subraya Niño Becerra, que ofrece un dato demoledor: “El turismo generó el 65% del crecimiento en 2022”.
Con estas cifras, asegura, las condiciones laborales y salariales no pueden ser buenas, pues el precio de esos servicios es bajo en relación con la rentabilidad deseada. María Durán también incide en la necesidad de una mejora de esa rentabilidad y también en la productividad. “Hay que ir a una mayor profesionalización del sector, pues la hostelería se presenta como un trabajo menor, hay que volver a dignificar la profesión”, afirma.
Vacantes en la construcción
A diferencia de la hostelería, en el sector de la construcción siempre se han pagado mejores sueldos. No obstante, también experimenta problemas para cubrir su demanda. Según datos de la Federación de Industria, Comercio y Agro de la Unión General de Trabajadores (UGT), el año 2022 se constató un “progresivo y alarmante” envejecimiento de sus plantillas, tendencia para la que este sindicato no prevé cambios “a corto plazo”.
El dato, recuerdan en UGT, también contrasta con las altas tasas de paro juvenil en España. “En España representa el 29,7% susceptible de recibir formación específica”, explican. “Es vital para el sector incrementar la formación dirigida a cualificar a jóvenes y mujeres, así como a parados del sector e incluir la fórmula del contrato de relevo para las personas trabajadoras de la industria de la construcción”, se concluye en el Informe del Sector de la Construcción 2022 elaborado por el Observatorio Industrial de la Construcción, órgano que integran la patronal del sector CNC y las federaciones respectivas de UGT y CCOO.
“Llevamos varios años así –admite a Sputnik una fuente en el sindicato–, nosotros siempre decimos que si hay buenos salarios, habrá más empleos cubiertos, al igual que si hubiera una mejora de las condiciones laborales y menos accidentes de trabajo”.
Estadísticas dispares
Aparentemente, las cifras de vacantes difieren según el organismo que las sirva.
El Banco de España presenta en este sentido (a través de una encuesta a las empresas) unas cifras más altas que el Instituto Nacional de Estadística (INE), que es quien luego surte de datos a Eurostat en Bruselas.
Así, según el regulador bancario el 35% de las empresas tiene problemas para obtener mano de obra, situación que sube al 50% en los sectores hostelero y de la construcción. Pero el INE señala que la proporción de vacantes sobre población activa es apenas del 0,9% en España, frente a una media del 3,1% en la eurozona.
“Existe discrepancia entre la Seguridad Social y el INE porque la primera toma la cifra media del período y el segundo la de la última semana del período tomado para realizar la estadística”, explica Santiago Niño. “El Banco de España busca sus datos en las empresas y Eurostat aplica métodos homogéneos en todos los miembros de la UE, pero teniendo que traducir metodologías diferentes”.
“Y para colmo, desde la última reforma laboral se está en una situación imprecisa debido a la generalización de los contratos de trabajo fijos-discontinuos, que interrumpen el trabajo cuando la necesidad de estos trabajadores desaparece, pero que no figuran en las estadísticas como desempleados, a pesar de que se hallen inactivos y de que perciban subsidio de paro”.
“Así que el número total de personas que en un momento dado se hallan en esta situación es desconocido porque el Gobierno no lo publica. En cualquier caso, esos son problemas de orden menor y no disminuyen la tendencia general: cifras muy elevadas de desempleo y empleo involuntario a tiempo parcial”, concluye Santiago Niño.
Porque gracias a la immigracion ilegal del PSOE, los salarios bajan y bajan,
y no es rentable trabajar como un burro para poder pagar impuestos, que esa es otra…
Los camareros tienen la fea costumbre de querer comer de su trabajo todo el año y no 3 meses y encima echando mas horas de las que tiene el reloj….
¿ Podría ser????……..
Mi padre junto a 7 compañeros mas fueron despedidos de la empresa despues de 12 años siendo cubiertos por inmigrantes sin ningun conocimiento del trabajo.