Ethan Huff.- Los campus universitarios de Estados Unidos están eliminando lentamente sus programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) debido a la desaprobación generalizada y creciente de su agenda antiblanca.

Tanto el MIT como la Universidad de Harvard han abandonado públicamente su requisito de que todos los solicitantes de empleo presenten “declaraciones de diversidad” como parte de sus solicitudes de empleo.

El New York Times informó sobre esto con el titular: “El fin de las declaraciones de diversidad e inclusión obligatorias”.

“El cambio ya ha empezado”, comentó Jeffrey S. Flier, ex decano de la Facultad de Medicina de Harvard.

“Creo que la gran mayoría silenciosa de profesores que cuestiona la implementación de estos programas y, en particular, estas declaraciones sobre diversidad, estas personas están siendo escuchadas”.

El primer sistema educativo del país que exigió declaraciones sobre diversidad fue el de la Universidad de California (UC), que las implementó hace unos diez años. Quienes apoyan el requisito dicen que es necesario para crear un “entorno acogedor para una población estudiantil diversa”, pero los críticos dicen que avergüenza y promueve el odio contra la gente blanca.

Por ahora, el sistema UC parece seguir cumpliendo con su requisito de declaración de diversidad, pero los profesores de Harvard y del MIT tienen una opinión diferente sobre el asunto.

(Relacionado: ¿Recuerdas cuando el “experto” en DEI, David Austin Walsh, se quejó públicamente de que nadie quiere contratarlo porque es blanco y hombre?)

Los estados liderados por republicanos eliminan los requisitos de diversidad

Tal vez el mayor cambio en el DEI anti-blanco se está produciendo en los estados liderados por republicanos, o “rojos”, donde, en algunos casos, se están desmantelando departamentos enteros de DEI y se están despidiendo a sus empleados.

En la Universidad de Texas en Austin, por ejemplo, 40 personas perdieron sus empleos después de que el estado cerrara la oficina de DEI de la escuela. Una situación similar ocurrió en la Universidad de Florida , donde 13 administradores escolares fueron despedidos en respuesta a una prohibición estatal de DEI.

Por muy prometedor que todo esto pueda parecer, abolir las declaraciones sobre diversidad no es lo mismo que abolir el culto a la diversidad que hay detrás. El odio contra los blancos abunda en el mundo académico, y no sólo en los programas de DEI. Planes de estudios enteros se dedican, en algunos casos, a desmantelar la “blancura” y sustituirla por la no-blancura, signifique eso lo que signifique.

“El triunfalismo sobre la desaparición de las declaraciones de diversidad se basa en el supuesto de que dichas declaraciones son el principal motor de la discriminación contra los blancos y los hombres en el mundo académico”, informa Revolver.news. En realidad, sin embargo, estas declaraciones son simplemente el producto de una cultura obsesionada con la DEI que existe a un nivel más profundo”.

“Las declaraciones obligatorias durante el proceso de admisión hacen que sea más fácil y fluido rechazar a los candidatos varones blancos, pero la intención de rechazarlos tan a menudo como sea posible ya existía mucho antes. Esta intención discriminatoria significa que las prioridades DEI (o woke, o comunismo racial, elija el término que prefiera) impregnan ahora casi todos los aspectos del proceso de fabricación de salchichas académicas, hasta un punto que escandalizaría a la mayoría de los estadounidenses”

A menos que algo cambie y pronto, la academia estadounidense está prácticamente muerta. En el mejor de los casos, incluso las mejores universidades que adoptan y promueven la DEI serán mediocres. En el peor caso, seguirán siendo un hazmerreír al que los estudiantes acudirán para “aprender” sobre lo “racistas” que son los blancos.

Otro problema es que algunas escuelas simplemente están cambiando el nombre y la imagen de sus programas DEI para evadir la desaprobación y las prohibiciones. Un académico admitió que entre 2020 y 2023, más del 90 por ciento de las contrataciones de profesores se realizaron a través de un programa DEI que había cambiado de nombre.

DEI es una forma de racismo contra los blancos con otro nombre.