Moscú denuncia el silencio de Occidente ante el asesinato de cautivos rusos por mercenarios de Kiev
Los medios estadounidenses intentan ignorar las violaciones de derechos humanos cometidas por las tropas de Kiev contra la población de Donbás y los prisioneros de guerra, indicó la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova. Moscú no deja de aportar pruebas de estas atrocidades, incluso a organismos internacionales, destacó.
Anteriormente, The New York Times informó, citando al médico de la llamada unidad de voluntarios internacional Chosen in Ukraine (mercenarios que actúan en interés de las FFAA ucranianas) Caspar Grosse de que militantes de Kiev habían asesinado brutalmente a un prisionero ruso que había pedido asistencia médica.
Además, Grosse admitió que ese no fue el único caso de brutalidad por parte de fuerzas de Kiev en la zona de combate. Reveló como uno de los mercenarios de Chosen in Ukraine lanzó una granada a un soldado ruso capturado.
“Saben, es ridículo ver a periodistas, periódicos, televisiones y plataformas online estadounidenses fingir que no saben de los abusos a los que somete el régimen de Kiev a la población de Donbás, ahora ciudadanos de nuevas regiones rusas. O que no saben de las torturas de los que cayeron en manos, las manos de las FFAA de Ucrania, batallones nacionalistas, etc.”, señaló Zajárova a los medios rusos.
La portavoz destacó que todas las atrocidades por parte de Kiev son conocidas desde hace tiempo. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha presentado en repetidas ocasiones informes sobre violaciones de los derechos humanos, los documentos fueron distribuidos incluyendo, asimismo, en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero los medios de comunicación estadounidenses buscan ignorar esa información.
“Son hechos bien conocidos de los que los periodistas estadounidenses no dicen ni una palabra”, añadió Zajárova.
Toda la información del artículo del New York Times será investigada, y Moscú también lo exigirá a las organizaciones internacionales, señaló, anteriormente, el enviado especial de la Cancillería rusa para los crímenes de Kiev, Rodión Miroshnik. Hizo hincapié en que Ucrania tendrá que rendir cuentas por cada caso confirmado de tortura.