La llegada de inmigrantes irregulares se duplica en la primera mitad de 2024
En los primeros seis meses de 2024, casi 25.000 migrantes irregulares han arribado a España, duplicando la cifra del mismo periodo en 2023. De estos, el 77% han llegado a las costas de Canarias, un incremento del 167% respecto al año anterior. Este aumento ha reavivado el debate político sobre la gestión de la inmigración, especialmente en cuanto a las medidas de control y seguridad en las fronteras marítimas.
Respuesta Política
El Partido Popular (PP) ha propuesto el despliegue de las Fuerzas Armadas para controlar las fronteras y evitar la salida de cayucos hacia España. Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, instó al Gobierno a tomar medidas más enérgicas para frenar la llegada masiva de inmigrantes y proteger sus vidas. Tellado argumentó que la presencia militar en las fronteras podría disuadir a las mafias que trafican con personas y reducir el número de embarcaciones que se aventuran en peligrosas travesías marítimas.
Por su parte, el Gobierno y sus socios han rechazado la propuesta del PP, defendiendo un enfoque más integral y humanitario para abordar la crisis migratoria. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, afirmó que el uso de las Fuerzas Armadas no es la solución adecuada y que es necesario reforzar la cooperación internacional y las políticas de asilo y refugio. López subrayó la importancia de trabajar con los países de origen y tránsito para abordar las causas fundamentales de la migración y mejorar las condiciones de vida de las personas en sus países de origen.
Impacto en Canarias
El Ministerio del Interior ha registrado un aumento significativo en las llegadas por vía marítima, especialmente a Canarias, que han alcanzado cifras récord. Durante enero y febrero de 2024, 13.485 migrantes arribaron a España, la mayoría a través de cayucos y pateras. A pesar de este aumento, las llegadas a la Península y Baleares han disminuido en un 8,5%. Los datos del informe revelan que 19.257 migrantes llegaron a Canarias, un aumento significativo en comparación con los 7.213 del año anterior. Además, 4.453 migrantes alcanzaron las costas de la Península y Baleares, mientras que Ceuta y Melilla registraron una disminución en las llegadas por vía marítima.
El Gobierno de Canarias teme superar el récord de llegadas de 2023 y estima que podrían llegar hasta 70.000 migrantes este año, incluidos 7.000 menores no acompañados. El presidente canario, Fernando Clavijo, ha expresado su preocupación por la capacidad de las islas para manejar esta situación y ha instado al Gobierno central a reformar la Ley de Extranjería para distribuir a los menores migrantes entre todas las comunidades autónomas. Clavijo ha sugerido que el Consejo de Ministros apruebe esta reforma como decreto ley para agilizar su implementación y aliviar la presión sobre los recursos de Canarias.
Propuestas y reformas
La ruta marítima hacia Canarias sigue siendo una de las más peligrosas, con 4.808 muertes registradas entre enero y mayo de 2024, equivalentes a 32 muertes diarias. Organizaciones como Caminando Fronteras destacan la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad y asistencia para los migrantes. Además de los riesgos asociados con las travesías marítimas, muchos migrantes que llegan a España buscan asilo, huyendo de la persecución, la violencia y la pobreza en sus países de origen. La capacidad del sistema de asilo español se ve constantemente puesta a prueba, y las organizaciones humanitarias insisten en la necesidad de fortalecer las estructuras de acogida y procesamiento de solicitudes de asilo para garantizar que los derechos de los migrantes sean respetados.
Clavijo propone modificar el artículo 35 de la Ley de Extranjería para obligar a todas las comunidades autónomas a atender a los menores migrantes en regiones con recursos sobrecargados. Sugiere que el Consejo de Ministros apruebe esta reforma como decreto ley para agilizar su implementación. Esta medida busca distribuir equitativamente la responsabilidad de atender a los menores migrantes y asegurar que las regiones más afectadas, como Canarias, Ceuta y Melilla, no se vean desbordadas por la llegada de nuevos migrantes.