La cuestión más importante sobre el paquete de inmigración y asilo de la Unión Europea es si aquellos que quieran venir a Europa pueden permanecer en el territorio de la UE mientras se procesa su solicitud o deben esperar fuera de las fronteras de la UE hasta que se tome una decisión, afirmó el primer ministro húngaro en Bruselas, Viktor Orban.

También declaró que estaba luchando contra el imperio Soros.

En un debate público celebrado en el Parlamento Europeo con el ex homólogo polaco Mateusz Morawiecki y Fabrice Leggeri, ex jefe de Frontex y líder de la lista del partido de derecha francés Agrupación Nacional (RN), el mandatario húngaro advirtió que mientras esta pregunta no fuera respondida, las medidas vinculadas a la inmigración no funcionarían.

Independientemente de las propuestas que se hagan en relación con el paquete migratorio de la UE, se debe responder a la cuestión de dónde permanecerán los solicitantes mientras se evalúa su solicitud, dijo Orbán. “Esta es una línea roja. Si no se hace esto, todo lo demás quedará sin resolver”, afirmó.

“Si no somos lo suficientemente valientes para decir que todos deben permanecer fuera de las fronteras mientras se toma una decisión sobre su solicitud, entonces no importa qué otra decisión se tome, eso no funcionará”, añadió.

Orbán manifestó que si la aprobación del paquete migratorio no requiere un apoyo unánime, sino sólo un apoyo mayoritario en la votación, entonces todo el pacto no funcionaría y su implementación se vería obstaculizada.

La Comisión Europea ha llevado a Hungría ante el tribunal de la UE porque consideró que las regulaciones migratorias húngaras no cumplen con la legislación de la UE, dijo Orbán.

“Pero Hungría ha resistido y seguirá luchando”, subrayó. Dijo también que “no hay que olvidar el plan de Soros que tiene como objetivo organizar la inmigración”.

“Estamos luchando contra un grupo organizado que se llama el imperio Soros”, apostilló.

“El imperio Soros fue pagando a organizaciones civiles atacar el sistema legal de Hungría y llevó a cabo actividades ilegales contra Hungría”, denunció.

Orbán dijo que la forma en que se involucró el empresario estadounidense George Soros demostraba cómo operaba la UE.

“Esto va contra nosotros y sobre cómo cambiar Europa; y cómo deshacerse de los líderes políticos y votantes cristianos, conservadores y nacionales, y cómo hacerlos insignificantes”, dijo.

Orbán señaló que los liberales y los comunistas eran cercanos entre sí porque a ambos les gustaban los procedimientos burocráticos controlados centralmente en lugar de creer en la libertad.

Dijo que la experiencia en Europa central demostró que los ex comunistas fácilmente podrían convertirse en liberales.

Hablando de la política de la UE, Orbán dijo que los últimos cinco años se han dedicado a implementar los objetivos del liderazgo actual. “La transición verde ha fracasado porque ha ido en contra de las evidencias económicas e industriales”, afirmó Orbán.

Dijo que la transición verde no debe tener “motivaciones políticas” y añadió que si fuera lo contrario, “destruiría la competitividad de la economía europea”.

“Ahí es donde nos encontramos hoy”, repuso.

En cuanto a las repercusiones económicas de la guerra en Ucrania, “se pueden tomar decisiones a pesar de toda la buena voluntad” sobre medidas que podrían provocar dificultades en la economía europea “que ya prevalecen en el caso de los agricultores”, afirmó Orbán.

La UE debería definir “qué debería hacer con el tema de la guerra” para encontrar una solución y evitar más crisis, dijo Orbán, añadiendo que debería manejarse separadamente del tema de la integración de Ucrania en la UE tanto como sea posible.

En cuanto al Fondo de Resiliencia y Recuperación (FRR) de la UE, Orbán declaró que Hungría no había recibido “ni un solo centavo” de los fondos hasta ahora y agregó que el fondo se había convertido en “una herramienta de chantaje” debido a su política migratoria.