El gobierno de España se encuentra en manos de quienes quieren destruirla, utilizando para ello a quien colocaron en la Moncloa hace seis años y allí le mantienen, a la orden del globalismo. Son esas oscuras élites para las que España es un obstáculo a eliminar para conseguir sus objetivos, por lo que es conveniente recordar cuál es la razón de su ancestral odio hacia ella, que en la fecha de ayer tuvo un signo muy claro.

El día 25 de julio se celebró la Fiesta del Apóstol Santiago que es el Patrón de España por cuanto fue el primer evangelizador de la entonces Hispania Romana, la provincia del Imperio al que daría tres emperadores, Adriano, Trajano y en especial Teodosio, quien por el Edicto de Tesalónica establecería el cristianismo como la religión oficial del Imperio en la segunda mitad del siglo V. El que uno de los tres discípulos predilectos del Señor -siendo los otros dos, Pedro como cabeza de la Iglesia y el otro su hermano Juan, al cuidado de Su Madre- fuera su evangelizador, es un signo de la importante misión a la que aquella Hispania estaba llamada desde la eternidad, en los inescrutables designios de la Providencia. Esa Misión la irá desvelando la Historia con significativos acontecimientos de los que la evangelización de América, el «nuevo mundo» descubierto y conquistado para Jesucristo a partir de 1492, es un hito incontestable.

Había sido precedida de la Reconquista de la península Ibérica para el cristianismo tras ser invadida por el islam, en una gigantesca odisea de casi ocho siglos, epopeya que historiadores como Sánchez Albornoz o Menéndez Pidal calificaron como de preparación para la misión encomendada a continuación. Hablarán así de un «muelle» que la impulsará a Ultramar el 12 de octubre de 1492, apenas diez meses después de culminada en Granada por los Reyes Católicos el 2 de enero de ese mismo año. A destacar que la Virgen (del Pilar) se le apareció según la tradición el 2 de enero del año 40 a Santiago a las orillas del Ebro en la Caesar Augusta (Zaragoza) para confirmarle en su misión evangelizadora y otro 2 de enero, se consumará – catorce siglos después- esa Reconquista de la tierra evangelizada por él.

Siguió inmediatamente el comienzo de la evangelización que «casualmente» coincidió con el 12 de octubre fiesta litúrgica de la Virgen del Pilar, la Patrona de la Hispanidad. A continuación España se desangrará durante los siglos XVI y XVII en soldados y recursos en su lucha contra la expansión del Cisma luterano en la Cristiandad europea. Y ahora no prevalecerán esas oscuras élites en sus destructores propósitos.