La extraña fascinación por el islam de gays y lesbianas
T.Y.- Es un hecho no carente de interés, por la contradicción que encierra y el absurdo que conlleva, el que entre los más convencidos y entusiastas defensores y adeptos de la multicultura (sobre todo en su capítulo arábigo-mahometano) y la Alianza de Civilizaciones (esa idílica unión de Occidente con el islam, bailando enlazados el “Vals de las Mariposas” bajo una lluvia de pétalos multicolores: Shangri-La por fin materializada) estén no pocos homosexuales y feministas (lesbianas o no, invariablemente unas arpías), gremios afines que siempre van de la mano a todas partes, y no siempre a lugares recomendables. No diremos la mayoría, porque es cierto que algunos de ellos/as son concientes de los peligros que representa el islam, no solamente para la sociedad en la que viven y de la que gozan sus privilegios, sino también para la conducta homosexual y los planteos feministas (aun los menos exigentes), por no decir para la propia condición femenina.
Como ejemplos bastará mencionar aquí a Pim Fortuym, político holandés homosexual asesinado a causa de su crítica a la islamización de su país por un izquierdista multicultural amigo de la “tolerancia y la diversidad” y a Oriana Fallaci, considerada mucho tiempo un auténtico modelo de mujer progresista y comprometida (y por lo tanto feminista en esa óptica sectaria y deformante), convertida en los últimos años de su vida por los inquisidores islamófilos de lo políticamente correcto en una “fascista” con la cabeza puesta a precio por su valiente denuncia de la islamización de Europa, ante el silencio ovejuno de tanto eunuco suelto.
Profundizar en los motivos que originan esa fascinación teñida de ternura por el mundo árabe-musulmán tan ampliamente difundida en los dos colectivos señalados, nos llevaría más allá de los límites de esta breve reflexión. Lo que importa aquí es apuntar lo siguiente: en el islam los homosexuales y las mujeres (sin necesidad siquiera de ser feministas o lesbianas) son parias sociales en diferentes grados, y en un sistema islamista riguroso las dos especies serían borradas de la vida civil y hasta de la faz de la tierra. (En Egipto, el país árabe-musulmán más “democrático”, “abierto” y “tolerante” hasta “la primavera que ha venido sin que nadie sepa como ha sido”, la homosexualidad era un delito que se pagaba con largas temporadas en unas cárceles que, como nos podemos fácilmente imaginar, no son como las de los países occidentales. De ahora en adelante ni quiero pensar lo que será. Y en el país de los ayatolás se los cuelga directamente de alguna grúa en la plaza pública ante la concurrencia del respetable mientras come pistachos. Como muestra, estos dos botones bastarán).
Pero no está de más señalar que la querencia por el moro, proyectada a su marco cultural y costumbrista, tan frecuente entre los homosexuales y no pocas mujeres occidentales, tiene gran parte de su fundamento en el mito literario y cinematográfico del árabe lascivo, sexualmente potente, posesivo y “castigador” , un prototipo de macho primitivo hipersexual y dominante que excita sobremanera la imaginación y colmaría las ansias íntimas más inconfesables de unos y de otras. Esa visión exótica y llena de tópicos hollywoodienses (el rapto, el harem, la favorita, la pasión del hombre del desierto: Rodolfo Valentino en “El jeque”) acerca del hombre musulmán, que en esta versión, además de sus dotes eróticas, también es altivo, noble y caballeroso, no es extraña a esa singular afición hacia el islam. La prolongada relación de renombrados escritores y otros artistas homosexuales occidentales con el Magreb y otras regiones del orbe mahometano así lo atestigua: Jean Genet, André Gide (al que le disgustaba España porque le parecía un país… ¡demasiado macho!), Juan Goytisolo (una de las plumas antiespañolas -por partida doble- más venenosas) autoexiliado en su edén marroquí, el prolífico y entrañable Terenci Moix, eterno enamorado del país del Nilo, por no hablar del cariño repetidamente expresado de Antonio Gala por la España del califato y la Andalucia mora y sus otras “pasiones turcas”. La lista no es completa. (*)
Sin duda, lo que sueñan muchos homosexuales europeos o americanos es con las delicias carnales que sólo ellos experimentan y disfrutan, a manos de muslimes sementales llenos de cuscús y tal vez algo sudorosos, y ser ensartados bajo una palmera por salve sea la parte como unos pinchos morunos. Pero la realidad es que lo más suave que reserva el islamismo más puro y duro para estos hombres invertidos y para aquellas mujeres reivindicativas es el degollamiento y la lapidación. Esto no es un exceso literario, sino lo que dicen, en la propia Europa y en voz alta, los imanes más fanáticos, desde el púlpito de sus mezquitas subvencionadas con el dinero de los tolerantes europeos.
Para curar a aquellos homosexuales y feministas de sus equivocadas simpatías y aleccionarlos acerca de sus peligrosas amistades, habría que mandarlos algún tiempo a Arabia Saudí, Afganistán, Sudán o a alguna otra bonita comarca del mismo género, y que fueran pregonando su condición de homosexuales y declamando sus pretensiones feministas a todo el que quisiera oírles. Sería interesante comprobar cuantos/as de ello/as seguirían defendiendo el islam y sus cacareados valores a su regreso de tan didáctica excursión. Claro está, si lograran sobrevivir a la experiencia, cosa dudosa en grado sumo.
Propongo hacer una colecta nacional para enviar a Irán, Mauritania o al Sultanato de Omán, con un pasaje de ida únicamente (¿para qué tirar el dinero en inútiles pasajes de vuelta?) a todos los homosexuales y feministas enamorados/as del mundo islámico y su perfumada sensualidad. Sería el dinero mejor empleado por el bien de España desde la construcción de los pantanos en la época de Franco. Aquí dejo la idea.
(*) Pierre Loti, Williams Burroughs, Paul Bowles, Truman Capote, Tennessee Williams, Gore Vidal, Roland Barthes, Allen Ginsberg y demás dilatados: todos ellos homosexuales “habitués” de Tanger.
En que se diferencia un fanático islámico y el director de AD?? En que uno lleva chilaba y el otro traje y corbata.
que dicen esta gentuza!!!! no saben que inventar, los gays sabemos que no somos aceptados en las sociedades islámicas, somos perseguidos y castigados con la muerte en algunos países como Arabia Saudita. Como tampoco somos aceptados por una parte de la sociedad española que nos acosan desde que somos niños. Que dicen todos estos mongolos que comentan en contra de nosotros, que saben de la vida… mas respeto hacia nosotros, somos victimas de la sociedad creada por vosotros. Al que escribió este articulo debe ser perseguido y encarcelado por homofobo y promover la homofobia.
Tenga cuidado en ir de inquisidor progre por la vida porque se le puede volver en contra…y en un futuro tal vez tenga que pedir auxilio a quien ahora quiere usted encarcelar.
Avisado queda.
Quien no respecta la libertad sexual es el colectivo gay, que introduce la homosexualidad en las cabezas moldeables de niños y niñas. Además de hablar machaconamente de sexo, además homosexualidad. ¡ Asco ! ¡ Inquisidores ! Piensa que hay mucha más gente que la que habla que piensa lo que piensa.¿También vais a perseguir a quien lo piensa y no lo dice? ¿Cómo lo vais a hacer?
Mira nene o nena. Los homosexuales habeis vivido de cojón toda la vida. Es falso que se os haya perseguido, por lo menos los últimos treinta años. Otra cosa será los complejos que podais tener. Yo fuí testigo de el casamiento de dos buenos amigos homosexsuales. Puedo asegurar que ellos me decian que se avergonzaban de las manifestaciones del dia del orgullo gay. La zafiedad, obscenidad, horterez y falta de buen gusto fluye a raudales en vuestras mascaradas. Mira guapa, La sexualidad no es motivo de orgullo. Yo reinvindico el derecho de cualquiera a ser feliz como quiera o pueda,… Leer más »
Es normal que sientan simpatia por el islam. Tengo entendido que les encanta que les den por el culo.
Los gays están tirando piedras sobre su propio tejado, pero no les da la gana admitirlo, con lo cual intensifican el lanzamiento de piedras sobre su propio tejado.
Es porque para ellos es un triunfo tirarse al “musulman”. Es como antes en el baile para ligar. Todos querían a la difícil. El país donde más van de vacaciones es Marruecos.. a los más morenos los tienen más fácil pues vienen a manadas.
Leí en alguna parte que el islam fomenta el engaño y la mentira entre sus fieles para sobrevivir o conseguir sus objetivos, la lástima que fué de pasada y no me quedé con la base de aquella afirmación. De ser cierto, es lógico que tras mas de mil años de existencia hayan perfeccionado el arte de seducir, que no es mas que engañar y mentir con toques sensuales. Es lo que creo que atrae a este colectivo y unido a lo exótico de lo desconocido, porque obviamente no tienen ni idea de donde se meten o son como las mujeres… Leer más »
Los homosexuales suelen ser defensores de cualquier colectivo victima. Ellos saben que los paises arabes son injustos pero muchos de los ciudadanos arabes no estan de acuerdo. Como aqui en España que ningún gobierno nos representa a todos. La gente no tiene la culpa de que existan ciertas leyes o costumbres, ellos mismos las sufren en primera persona
¿Qué sufren los musulmanes? ¿Por qué no tienen los cojones de abandonar el islam?
Parece que usted es homosexual o lesbiana y entiende lo que le parece -o peor, le ciegan sus pasiones-: La ley que dice que hay que matar a los homosexuales -como la ley que dice que el hombre es superior a la mujer, el creyente es superior al no creyente, la “adúltera” -entre las que están las que follan sin estar casadas o simplemente han sido violadas por un hombre – tiene que ser lapidada viva hasta que muera…- no es humana, sino divina. Al ser una ley de Dios no es una ley injusta. Como es una ley de… Leer más »
Son subnormales profundos. Desviados. Sin más.
Además son esclavos de sus propias pasiones a las que saben son antinaturales y esto a su vez les provoca rencor y odio hacia los heteros, a los que consideran “normales”. Este rencor que acumulan durante la adolescencia les acompañará el resto de sus vidas. Y no perderán ocasión de hacer uso del mismo al precio que sea. Se aliarán con el mismo diablo y optarán por quedarse ciegos si con ello consiguen dejarnos tuertos.
La filosofía de vida de esa gente, la LGTB, es “el mundo se acaba, vamos a hacer lo que nos dé la gana”.
Nihilismo puro y duro.
Normal, con ellos la especie humana tiene visos de desaparecer por falta de descendencia.