Vivir sin miedo
El ser humano puede tener multitud de sensaciones. Siente hambre, siente sed ,tose, estornuda y enferma y entonces se siente mal, siente dolor. Así mismo hay sensaciones agradables y desagradables. Nos acostumbramos con el tiempo a reconocer y aceptarlas todas, a sufrir las malas y a disfrutar de las buenas.
Vamos a centrarnos en una de las peores sensaciones psicológicas que puede sentir el ser humano: el MIEDO. Se define como “Sensación desagradable desencadenada por la percepción de un peligro, real o imaginario”. El miedo aparece cuando el individuo cree estar en peligro. Cuando nos llega se produce en nuestro organismo un aumento del ritmo cardiaco, sudoración y dilatación de las pupilas, así como liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina. El miedo es libre y libre es también la capacidad que cada cual tiene para superarlo y cuando eso se consigue entramos en la fase de la VALENTÍA. Hemos conseguido limitar los efectos del miedo y de esta forma reaccionamos ante el peligro que nos amenazaba y paralizaba, mermaba nuestra voluntad. A eso se le llama valor.
Sentimos miedo cuando recibimos una carta de la Agencia Tributaria, un amenazante burofax, cortés de los suministros de luz, agua y gas, a enfrentarnos a los “citaprevia”, antes llamados funcionarios. Miedo a los índices de criminalidad, que nos lleva a permanecer cada vez más, encerrados en nuestros hogares. Nos sentimos inseguros. También cuando temerosos nos dirigimos a una entidad bancaria para solicitar ese préstamo tan necesario y sentimos miedo pensando en que se nos deniegue. Sentimos miedo del que dirán sobre nosotros, de dar una mala imagen…. Miedo cuando a diario vemos las atrocidades que se cometen en ciertas zonas del planeta por las que pierden la vida centenares, miles de seres humanos.
El crimen se ha adueñado de tu barrio. Temes por tus hijos y nietos . Tienes miedo. Pero sigues votando a los mismos elección tras elección. Eso también lo provoca tu miedo.
Son infinidad de impactos desordenados que nuestro cerebro recicla y acomoda dando como resultado a un ser temeroso, desequilibrado a veces. Quizá no seamos conscientes de ello, pero la humanidad vive con bastante ración de miedo. Algunos de sus efectos: “Las consecuencias del miedo sobre tu mente pueden ir desde el agobio, el malestar, el estrés… Hasta la derivación en insomnio, ataques de ansiedad, caída en picado de tu autoestima, pérdida absoluta de confianza, inseguridad, vulnerabilidad o culpabilidad”.
¿De verdad deseamos vivir así? No. Queremos vivir confiados, felices y seguros en nuestro entorno y de nuestros semejantes. Reaccionar contra los mensajes catastrofistas de políticos sin alma movidos por el interés, es lo que los venezolanos. van a hacer hoy cuando se abran los colegios electorales. Estemos atentos al resultado y aprendamos de su ejemplo y su lección
¿Quién dijo miedo?
La vida es para los que deciden ser valientes. Porque no es vida estar “muerto de miedo”.
Buen relato y definición de lo que tiene que ser valentía. Esto nos lo tenemos que aplicar en todos los aspectos de la vida. Puede, que evitar el miedo, nos ayude a ser mas felices. “No tengáis miedo” (Mateos 10, 26-33). Nos podrán eliminar el cuerpo, pero nunca el alma.