Los musulmanes, únicos testigos del espíritu religioso de la humanidad
Padre Custodio Ballester Bielsa.- Que altos cargos de los gobiernos de Irán y Turquía, junto con otras personalidades religiosas musulmanas, se hayan pronunciado en contra de la parodia de la Última Cena realizada en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, nos llena de satisfacción y al mismo tiempo de vergüenza. El silencio estruendoso de la mayoría de la clerecía denota una abulia difícil ya de esconder.
El ayatolá Ali Jamenei, líder supremo de Irán, condenó los insultos contra Jesucristo, señalando que Jesús es una figura respetada en el islam: El respeto a Jesucristo -afirmó el anciano musulmán- es un asunto indiscutible y definitivo para los musulmanes. Por tanto, condenamos estos insultos dirigidos a las figuras sagradas de las religiones divinas, incluido Jesucristo, añadió taxativo.
Por su parte, presidente turco Recep Tayyi Erdoğan también rechazó enérgicamente la abyecta ceremonia, diciendo que tenía la intención de llamar al Papa Francisco a la mayor brevedad para discutir la inmoralidad cometida contra el mundo cristiano. La vergonzosa escena de París -manifestó el mandatario- ofendió no sólo al mundo católico, no sólo al mundo cristiano, sino también a nosotros tanto como a ellos. ¡En qué buen concepto nos tiene el buen hombre!
Erdogan no tuvo embozo en afirmar también que la inmoralidad exhibida en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París puso de manifiesto una vez más la magnitud de la amenaza a la que nos enfrentamos.
La máxima institución educativa de la rama suní del Islam en Egipto también emitió un comunicado condenando la representación de la ceremonia olímpica.
La Universidad Al-Azhar de El Cairo emitió un comunicado en que afirmaba que las escenas retratan a Jesucristo son una imagen ofensiva que supone una falta de respeto a su persona. Y continúan con más contundencia que cualquier pastor católico: Al-Azhar, y casi 2.000 millones de musulmanes que la respaldan, creen que Jesús… es el Mensajero de Alá. El Corán dice que Jesús es la ‘Palabra de Alá a través de María y un espíritu procedente de él’. Aunque musulmanes no reconocen la divinidad de Jesús, lo veneran como profeta.
El Consejo de Ancianos Musulmanes (una especie de claustro académico), bajo la presidencia del Dr. Ahmed Al-Tayeb, gran imán de Al-Azhar, también emitió una denuncia de la ceremonia de la inauguración olímpica: Este vergonzoso acto demuestra una total falta de respeto por las creencias de las personas religiosas y los elevados valores morales que aprecian. Concluyendo que el consejo rechaza inequívocamente todo intento de degradar los símbolos religiosos, las creencias y las figuras sagradas». ¡Dios los bendiga!
Contemplando el paradójico espectáculo de la defensa del espíritu religioso de la humanidad a cargo de los líderes musulmanes, y el vergonzoso silencio de los nuestros, sólo cabe preguntarse: ¿Y qué nos está ocurriendo a nosotros hoy? Nos está ocurriendo que hasta estamos consintiendo que Mahoma nos arrebate a Cristo. Primero, porque el mundo occidental, el primer mundo, ha abdicado de la fe en Jesucristo sobre la cual edificó su grandeza de alma, su grandeza humana construida sobre el amor. Y la ha ridiculizado abyectamente. De tal modo que nos encontramos en el enfrentamiento de dos mundos: uno con fe, el musulmán, y otro sin fe, el cristiano. Y según los cálculos humanos, le toca vencer al que tiene fe. Fe y moral, a la que el cristianismo parece que ha renunciado mayoritariamente, pasándose a la miserable moral del mundo.
Y, en segundo lugar, tal como estamos cayendo y decayendo en manos del mundo, hay quien dice que nos podría ocurrir que el islam incorporase oficialmente a su fe, la fe en Cristo (una variante más, cercana al sufismo), tan debilitada en nuestro mundo, y nos incorporase a su sistema como una corriente islámica más, para formalizar definitivamente los dos frentes del Armagedón: los con Dios y los sin Dios.
En cualquier caso, he aquí la madre de todas las paradojas: en este momento, los responsables del Depositum Fidei, confiado a la Iglesia para que lo conserve y lo transmita a todo el mundo, han creado tal confusión entre los cristianos, que es grande el número de musulmanes cuya fe y confianza en Jesucristo podría ser mayor que la de un número considerable de católicos. Y eso por obra y gracia de aquellos que prefieren mirar para otro lado para no perder el cada vez más miserable plato lentejas que les ofrece la degenerada, pervertida y decadente Unión Europea.
Si son los musulmanes los que veneran y defienden la figura de Jesucristo muchísimo más que nosotros, que deberíamos creer en su divinidad, entonces es nos mereceremos todo lo que nos pase. Es que los responsables de mantener viva la fe de Jesucristo, en una situación tan deprimente como la que estamos viviendo, hemos de repetirnos la gran pregunta que se hace el mismo Jesús, tal como nos narra el evangelio de san Lucas (cap. 18): “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en la tierra?”
Porque resulta que el mayor drama al que nos enfrentamos los católicos, no es la gravísima ofensa que la han hecho a nuestra religión los grandes poderes del mundo en la mayor exhibición del esplendor de su poder, con la evidente intención de humillarnos y escarnecernos públicamente. El auténtico drama es el espectáculo de indiferencia que hemos exhibido desde la comunidad eclesial, dejando que fuesen los seguidores de Mahoma, los que salieran con mayor determinación y convicción a denunciar el ultraje.
Ese es el auténtico drama. Porque resulta que los eclesiásticos nos hemos dedicado tanto en abrirles nuestras puertas y nuestros corazones a los ídolos, que han salido públicamente en París a exhibir su orgullo: enemigos de la cruz de Cristo, cuyo destino es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria está en su vergüenza, que no piensan más que en las cosas de la tierra (Filipenses 3:18). Tanto nos hemos entregado a esos ídolos -lujuria, usura y poder, según T.S. Eliot- que cuando salen públicamente a suplantar al mismo Jesús y a sus apóstoles, con la evidente intención de humillar nuestra fe, el silencio que guardamos es atronador y vergonzante.
Se palpa, en efecto, el reverente (aquí sí, ¡reverente!) temor de tantos eclesiásticos de ofender e irritar a esos ídolos en cuya entronización tanto empeño hemos puesto.
En efecto, este lamentable incidente de la blasfema exhibición en París de los ídolos que con tanta fe promociona el mundo, ha puesto de manifiesto que es mayor el temor que sufrimos los pastores de la Iglesia por ofender a esos ídolos, que el amor por nuestra sacrosanta religión.
Ahora vemos que esos altos clérigos musulmanes y sus presidentes, defienden más la moral y la figura de Cristo que Francisco, que coquetea, con los masones y socialistas y liberales, enemigos de la Iglesia, y promotores del aborto y los LGTB. Todos en pecado mortal y Francisco no les dice casi nada.
El Papa que no es mi Papa porque yo ya tengo un papá, ese tiene de católico lo que Cristiano Ronaldo de Ingeniero de la NASA..
El papa este es el falsa profeta . Es el mensajero de Satanás.
No diga Francisco, por favor, como mucho “el Bergoglio” o “el montonero ocupa”. Porque si esta cosa es Papa, yo soy un profeta. Veamos, este tipo que no para de hablar de todo lo habido y por haber, charlatán que habla por los codos de todo lo divino y humano, de repente se queda mudo como un pez, cuando debería haber dado un vozarrón que se oyera en los cinco continentes condenando semejante blasfemia e incluso haber lanzado alguna excomunión a los responsables de esta iniquidad, por ejemplo al sinvergüenza y pervertido Macron; pero no, tuvo que ser Viganò, excomulgado… Leer más »
Soy cristiano católico y practicante. Me siento un poco compungido y confuso por la falta de denuncia de la jerarquía eclesial. Ya sabemos que todas las burlas dirigidas a lo que es cristiano sale “gratis” a los que ofenden, es nuestra condición; poner siempre la otra mejilla.
Pero tenemos la fuerza de la palabra y del espíritu, estas son las armas con las que luchamos en esta sociedad europea. Es tal la cobardía que se ha implantado en estas naciones opulentas, que ya nos cuesta hasta hablar.
Mi emocionada gratitud al enterarme de lo declarado por estas personalidades religiosas musulmanas, al ver que en sus creencias incluyen a Jesús, el hijo de María…Y mi enorme tristeza al tener que reconocer que, como dice Vd, Padre,no ha habido, ninguna protesta que nos reconforte por parte de la Jerarquía de la Iglesia Católica. sobre esta abominación.. Pero en este mundo tan complicado, hay algo que no comprendo . Entonces, ¿De que va esta persecución de los yihadistas a los cristianos, que tantas veces son asesinados, como el sacristán de aquella iglesia de Algeciras, o el sacerdote en plena Misa… Leer más »
Tu sincero interés por saber más de estas cuestiones merecería que alguien te ilustrara adecuadamente. Este limitado espacio dedicado a simples comentarios no es el más propicio para ello. En todo caso, el yihadismo es un invento de los sionistas para llevar a cabo su agenda. Es una herramienta, un arma, no es ni una ideologia ni un programa, aunque nos quieren creer eso. Es una simple herrramienta para hacer una obra concreta. La finalidad no es implantar ni un califato ni nada parecido, sino cumplir una misión en la tarea de destruir las naciones europeas. Después, los que habrán… Leer más »
Gracias…¿ Pero porqué, sobre todo estas autoridades religiosas musulmanas, no dicen nada?
Siempre estamos igual…
Con esto de que “Para que el mal triunfe sólo se necesita que los hombres buenos no hagan nada” no estoy de acuerdo.
,Porque en verdad, no son buenos.,,sino buenistas.
“¿Pero porqué, sobre todo estas autoridades religiosas musulmanas, no dicen nada?” Preguntas desde una total falta de conocimientos e información. Pero eso tiene hasta cierto punto una explicación lógica. Los medios y los gobiernos occidentales (el Sistema y sus servidores) mantienen a la opinión pública en la ignorancia y el engaño. El yihadismo (con su método de acción: el terrrorismo) es un producto puramente occidental. Es un arma utilizada para destruir las sociedades europeas y de paso sembrar el caos y la destrucción en el mundo musulmán. Se trata de debilitar ambos bloques culturales y civilizacionales y enfrentarlos. El yihadismo… Leer más »
Me parece que alguien le dio la orden a berglolio de que se quedara “calladito”.
La verdad es que si, es de una gran inmoralidad el no respetar las creencias religiosas, no obstante me considero agnostica. Pero de verdad tienen estos dos esperpentos derecho a decidir entre lo moral e inmoral cuando al igual que tantos presidentes de este mundo se dedican a asesinar hasta a sus propios ciudadanos ?
Déjalo, estas cuestiones están de toda evidencia por encima de tus capacidades intelectuales y cognitivas. De verdad, déjalo. Sigue viendo la téle.
Déjalo, estas cuestiones están de toda evidencia por encima de tus capacidades intelectuales y cognitivas. De verdad, déjalo. Sigue viendo la téle.