¿Por qué colapsó el mercado bursátil mundial y quién tiene la culpa?
El índice bursátil de referencia Nikkei 225 de Japón se desplomó un 12,4% este 5 de agosto, con una consiguiente cadena de liquidaciones que sacudieron los mercados mundiales mientras los inversores se angustiaban por el estado de la economía estadounidense y los temores de una recesión.
La combinación de una “mala gestión política de la deuda, tergiversación politizada de los hechos y la inflación resultante” —riesgos sumamente reales— han sido factores que han contribuido a una grave volatilidad del mercado, como lo ha demostrado su reciente caída a nivel mundial, dijo a Sputnik Paul Goncharoff, un veterano analista financiero.
“En primer lugar, ni la economía de Estados Unidos ni de la UE ni de Japón están yendo bien. El sector manufacturero de EEUU se contrajo por cuarto mes consecutivo en julio, y el PMI manufacturero registró un 46,8%, lo que indica una recesión técnica. El PMI de Japón también cayó al 49,1%, lo que indica un desplome en el sector manufacturero. En términos generales, muestra que todos los países del G7 están pasando apuros en términos de sus economías”, dijo.
En este caso concreto, la respuesta instintiva del mercado mundial se atribuye al reciente informe sobre el trabajo en EEUU, que muestra un fuerte aumento del desempleo, señaló el copropietario del proyecto ruso Pivot to Asia.
Los mercados bursátiles mundiales se vieron afectados por una caída el 5 de agosto, provocada por datos sombríos sobre el empleo que surgieron del Departamento de Trabajo de Estados Unidos. La liquidación más agresiva se produjo en Asia, donde el índice de la Bolsa de Tokio cayó más del 13% debido a datos desconcertantes que avivaron los temores de una recesión en Estados Unidos. El índice de referencia japonés Nikkei 225 cayó un 18,2% en dos días, incluida la caída del 12,4% del lunes 5 de agosto, la peor en un solo día desde la caída del mercado de valores del Lunes Negro de 1987.
El índice TOPIX, más amplio, cayó un 11,5%. El mercado bajista también vio caer el índice KOSPI de referencia de Corea del Sur (.KS11) hasta un 10,8%, finalizando la sesión con un desplome del 8,8% a 2.441,55. Esta fue su mayor baja porcentual desde la crisis financiera mundial de 2008.
El índice MSCI Asia Pacific ex-Japan (.MIAPJ0000PUS) cayó más del 2% y el Taiex de Taiwán cayó un 8,4% en su peor liquidación desde 1967.
Los futuros de acciones estadounidenses cayeron más del 2% en las operaciones asiáticas en medio de las convulsiones del mercado. Los futuros del Nasdaq cayeron un 5% a 17.623,50 puntos, después de caer más del 6% anteriormente. Los futuros del S&P 500 y los futuros del Dow disminuyeron un 2,6% y un 1,12%, respectivamente. Las acciones tecnológicas Nvidia, Apple y Tesla se contrajeron más del 5% en las operaciones previas a la comercialización.
En Europa, los índices de referencia cayeron más del 2%. El DAX de Alemania bajó un 2,5% a 17.222,69. El CAC 40 de París perdió un 2,4%, bajando hasta 7.080,96, y el FTSE 100 de Londres lo hizo un 2%, hasta 8.011,52.
A medida que las acciones asiáticas caían en todos los ámbitos, las criptomonedas también comenzaron a caer. El mercado de criptomonedas perdió más de 1,000,000,000 en las últimas 24 horas. Bitcóin se cotiza actualmente en alrededor de 52.500 dólares.
El índice de volatilidad de Wall Street (VIX), utilizado por los inversores para medir el nivel de riesgo en el mercado, ha subido hasta un 48% desde un 34%, tras haber subido anteriormente a 41,8, un nivel visto por última vez en junio de 2020.
La contratación cayó y la tasa de desempleo aumentó por cuarto mes consecutivo hasta alcanzar el 4,3%, informó el 2 de agosto el Departamento de Trabajo. Los datos alimentaron temores de que la economía podría estar cayendo en una recesión en medio de altas tasas de interés destinadas a frenar la inflación. Los analistas de Goldman Sachs han elevado los riesgos de recesión en Estados Unidos para el próximo año del 15% al 25%. Mientras tanto, JPMorgan predice una desaceleración del 50% para la economía estadounidense.
EEUU, una ‘economía de deuda’
Al respecto de la dramática liquidación desatada el 5 de agosto, Paul Goncharoff señaló que “los flujos financieros y económicos del mundo se basan en la deuda”. Y la economía estadounidense se ha “transformado”, desde hace tiempo, en una economía de deuda, con cerca de 1 billón de dólares cada 3 o 4 meses.
“¿Cómo se puede atraer a nuevos compradores de deuda estadounidense? Aumentando los rendimientos obtenidos, lo que conduce a todos los problemas mencionados anteriormente y más”, explicó Goncharoff.
“Se supone que los bonos gubernamentales son seguros porque los gobiernos siempre pueden gravar a sus ciudadanos para pagar a sus acreedores, pero si el valor de estos bonos gubernamentales repentinamente experimenta volatilidad debido a una política fiscal politizada o posiciones geopolíticas extremas, entonces aquellos que tomaron prestado contra estos bonos corren el riesgo de ser liquidados. En otras palabras, se ven obligados a vender, y esto puede iniciar una reacción en cadena de ventas forzadas en todos los ámbitos”, señaló.
En la otra cara de la moneda está la inflación, señaló el experto en finanzas.
Una inflación excesiva puede llevar a los tenedores de bonos gubernamentales a exigir un rendimiento para compensar el hecho de que cuando finalmente se devuelva el bono, el dinero no valdrá lo que valía originalmente, aclaró. Si uno echa un vistazo a la política de los bancos centrales, parece que “la UE desea bajar las tasas, Estados Unidos se mantiene indeciso y mantiene las tasas iguales, y el canario en la mina de carbón, Japón, necesita subir las tasas”.
Todo esto genera el tipo de incertidumbre que se traduce en volatilidad del mercado, como la que se observa actualmente.
Si bien los temores de que la economía estadounidense se encamine hacia una recesión han estado presentes durante bastante tiempo, los acontecimientos en Oriente Medio podrían alimentar aún más el “caldero geoeconómico y geopolítico abarrotado”, subrayó el experto.
“Cualquier ingrediente adicional a este brebaje de brujas podría hacer que se desborde. Ciertamente, Oriente Medio no es una excepción, además estamos siendo testigos de una enorme pérdida de confianza entre la comunidad internacional en cuanto a las verdaderas intenciones y objetivos del Gobierno de Estados Unidos, lo que no hace más que aumentar la volatilidad y la incertidumbre”, resumió.