‘Tourists go home’: La basura sin control de los turistas harta a los vecinos de la Playa de Palma
“Cada día lo mismo, todos los años igual. Los turistas tienen un problema de incivismo y suciedad muy grave, es injusto que nosotros seamos los turismófobos”. Así se expresa Biel Arbona, uno de los tantos vecinos de la Playa de Palma hartos de la basura que se acumula cada mañana en el barrio.
El problema lo sufren especialmente los vecinos que salen de casa en las primeras horas del día. Las fotografías que ilustran esta noticia, en las que se puede ver basura desparramada por toda la calle, están hechas por una vecina del barrio a las siete de la mañana entre el balneario 6 y 7, enfrente de la discoteca MegaPark.
“Esta zona es de las que más suciedad acumula, pero el problema está en toda la Playa de Palma”, matiza Arbona. El camino que va hacia Llucmajor, en una zona con varios bares holandeses, también tiene un problema muy grave de suciedad.
Las brigadas de limpieza que pasan a media mañana, según explican los vecinos, suelen dejar las calles limpias. Sin embargo, antes de las once lo habitual es ver el suelo lleno de restos de comida rápida, empaques y bebidas tirados por el suelo, papeleras a rebosar, cristales rotos y latas por todo.
“Además de implantar medidas, necesitamos que se cumplan. En teoría beber alcohol en la vía pública está prohibido en toda la Playa de Palma, pero todo el mundo se pasea con botellas y no pasa nada”, lamenta el vecino. Una de las quejas más sonadas es que ningún cartel ni letrero en el paseo informa de las prohibiciones del decreto de excesos. Tampoco se han instalado cámaras de seguridad por toda la zona, pese a que es una de las reivindicaciones de los vecinos.
“La falta de respeto a la normativa y a los ciudadanos es constante. Ya no salgo a pasear por las mañanas porque vuelvo quemado de ver el sinsentido en el que vivo”, añade Arbona. Las grandes cantidades de basura se pueden ver sobre todo a partir de las cuatro de la madrugada hasta que pasan las brigadas de limpieza del Ayuntamiento de Palma.
A estas protestas se le suman las quejas por la falta de seguridad en el barrio, el ruido y las fiestas nocturnas de los catamaranes y barcos en la playa con la música a todo volumen, entre otros problemas que los vecinos han trasladado en muchas ocasiones al Ayuntamiento de Palma. “Llevamos muchos veranos así. La temporada turística es un suplicio para los vecinos, y parece que a las autoridades no le interesa resolver el problema”, añaden el residente de la Playa de Palma.