Pedro Sánchez, no te aguanto ¡campeón!
La mala educación siempre nos la han definido como falta de ética, normas y buenas maneras en el comportamiento de una persona; pero claro, dependiendo de quién hablemos, nos puede entrar la duda de si es realmente «persona».
En este caso yo hablo de Pedro Sánchez Pérez Castejón y tengo serias dudas.
La mala educación la captamos a diario en todos los entornos sociales, desde lo más pijo-imbécil a lo más seguido en tv como es el futbol, donde los ¡ricos protagonistas! se pegan y fingen descaradamente ante millones de aficionados, consiguiendo que nuestros niños jugando al futbol los imiten; desde un Felipe Juan Froilán pegando patadas como las mulas a la prensa, a un Miguel Bosé fumado, o al contenido más merdellón de un participante de reality. No es cuestión de clase social, racial ni académica, es solo cuestión de ser «maleducado».
Lo triste, es que cada vez la tenemos más cerca y a menudo.
Esa imagen de las Cortes Generales que ven nuestros hijos, a mi edad los nietos, donde la forma en la que se dirigen nuestros políticos unos a otros, — que es más chabacana que la forma en que se discutía en el mercado de mi añorado barrio de Huelin al regatear el precio del boquerón — nos demuestra en manos de quién hemos dejado el futuro de nuestros hijos.
Hablo de todos, no podemos echar la culpa como siempre al contrario, porque entrar al trapo en lo de la mala educación, solo nos demuestra que el mal está en ambos lados. «Pero lo de este tío no es normal». supera todas las barreras, esa cara de chulo engreído con la palmera del meñique tieso al aplaudir sentada a su lado señalando con el dedito a la bancada popular gritándoles. «a vosotros también», es para matrícula. Esa sonrisa trabajada ante el espejo, porque ganas de sonreír no tiene, mientras habla sin mirar realmente a nadie, — ya que no soporta el cruce de miradas con ninguno de los oponentes — es lo más grotesco que se ha vivido en el templo de nuestra democracia.
Tenemos que aguantar que su socio — ese charnego chulo de esquinas. con su matonismo y mal gusto redomado, que ya incluso los independen no lo quieren, como han demostrados las urnas — nos habla despacito para que nos enteremos del nulo contenido de su cabecita y su base política trasnochada. Es el más chulo y maleducado que ha entrado en las Cortes.
El ministro de Transportes debe ser el más colega del presi, ya que se permite ser tan maleducado como él; se atreve a publicar un X, desmintiendo las aglomeraciones en la estación de Chamartín con tono chulesco. Valiente animal ha creado Sánchez con este ministro de Transportes, ¡que lleva mal hasta el buggui del Golf!
Pero a lo que iba… el colmo de la mala educación es hacer cotidiano lo de llamarnos tontos a la cara.
Como la vuelta de las vacaciones la tenía regular con la petición por parte del PP, apoyado por sus socios de Junts, de seis comparecencias en Cortes, se nos va de viaje a Mauritania, Gambia y Senegal, con nuestro talonario en la mano, consecuencia de lo cual, «su amigo» el Rey de Marrueco nos dice: » ¿Tu te vas a regalar dineros al sur? ¡pues te la monto en Ceuta! Muy torpemente se quita del medio con la agilidad de una rata por la gatera.
El actuar de esta forma con todos nosotros, es como se ha ganado el cambio de calificativo de «mal educado» por el de «mala persona».
Ríete de tu padre, tu hermanito y tu mujer.
¡Vete al carajo!