España necesita lamborghinis, Pedro
Gonzalo Figar.- El otro día asistimos a una nueva sesión de populismo y demagogia por parte de Pedro Sánchez (y ya van infinitas). Acosado por sus escándalos familiares, debilitado por una coalición de gobierno extremadamente frágil, pero confiado en que su base de votantes es capaz de tragarse cualquier sapo, el presidente del Gobierno lanzó este aviso a navegantes:
Vamos a gravar fiscalmente a quienes ya tienen en su banco suficiente dinero para vivir cien vidas. No para castigar a los millonarios sino para proteger a las clases medias y trabajadoras… España será un mejor país si tiene más transporte público y menos lamborghinis.
Vamos a ver, Pedro: la mentira y la manipulación que encierran estas palabras y esta forma de pensar son indignas de una persona medianamente seria.
Empecemos por las cuestiones de principio: no es tu dinero, Pedro. Me da igual si alguien tiene en el banco para vivir 1,50 o 100 vidas: es ‘su’ dinero, que ellos o sus familias han generado. Ni tú ni nadie tiene derecho al dinero de otros, da igual si tienen mucho o poco. Se llama robar, por mucho que lo justifiques para usarlo para alguna causa que tú consideres noble. ¿Quizá para tapar el agujero de la hacienda catalana que acabas de crear?
Nunca, nunca deja de sorprenderme como la izquierda se sigue considerando solidaria y benevolente por quitarle el dinero a los demás para luego ellos usarlo a su antojo. Es cómo quitarle cien euros a un amigo tuyo al que le va bien la vida, dárselos a un indigente, y luego creerte que eres el tío más generoso del mundo. No, colega. Si quieres ser generoso, dale tu propio dinero. Y, además, no se lo has dado al indigente, sino que te lo has gastado en cervezas.
De todas formas, Pedro, ¿quién te ha hecho a ti el gran sabio que va a decidir cuánto dinero es suficiente para la vida de cada uno? ¿Qué vidas, las suyas o las de sus hijos? La gente trabaja, emprende, se arriesga, para poder vivir una buena vida, Pedro; la gente quiere triunfar para poder darle oportunidades y un posible colchón de seguridad al morir a sus hijos. La gente no hace todo esto para que luego vengan politicuchos como tú a esquilmarles. Si lo haces, destruyes el incentivo para generar riqueza y, si no generas riqueza, generas pobreza, Pedro.
Pero es que, además, Pedro, presupones que los que tienen dinero para vivir cien vidas tienen los billetes debajo del colchón, empolvándose. No, chico. Esos que tienen dinero, primero, lo gastan –sí, se compran lamborghinis o lo que les plazca–. ¿No estáis los socialistas todo el día diciendo que hay que incentivar el consumo? Y ahora le queréis quitar el dinero a los que más capacidad de consumir tienen. Pues vaya.
Y, segundo, ese dinero que tienen en su banco lo invierten. El ahorro es la base de la inversión, y los que más ahorran son los ricos, pues los pobres, por desgracia, tienen que gastar todo lo que ingresan. Y la inversión, Pedro, es buena. Para España, es bueno que se inviertan en empresas, en startups, en el mercado inmobiliario; es bueno que haya más productos y servicios para los españoles.
¿Quieres más y mejor transporte público, Pedro? Pues la manera de conseguirlo es que haya mucha gente con posibilidad de comprar un Lamborghini, mucha gente creando, innovando, produciendo, haciendo crecer sus empresas y negocios. Mucha gente que tenga dinero de sobra, Pedro. Así, tendremos una economía potente y productiva, con la que poder financiar todo tipo de servicios públicos.
Yo quiero una España donde todos podamos soñar con un Lamborghini, no una donde nos tengamos que conformar. Quiero una España donde, precisamente, cada vez haya menos gente que no tiene dinero ni para vivir una vida.
Pero como no se logra jamás tener una economía en crecimiento es espantando al capital. ¿Qué crees que van a hacer ahora mismo esos que tienen dinero para cien vidas? Sacarlo de España, antes de que se lo robes. ¿Crees que ahora alguien de fuera, algún empresario o alguna corporación, va a traer sus fondos a España? ¿Para que, para que decidas tú que tienen mucho y se lo quites?
Con tu populismo, tu demagogia y tu incapacidad para comprender las leyes económicas más básicas, has conseguido que todo ese dinero salga de España, y que otro mucho capital que podría haber llegado a nuestro país ni se plantee venir. Has dañado a la economía española directa y sensiblemente, Pedro. Y eso significa menos inversión, menos empleo, menos oportunidades. Ahora, por favor, vete a explicarle a esos obreros a los que tu partido se supone que defiende que les has empeorado la vida por ser un demagogo inútil.
No me resisto a acabar sin comentar la mayor falacia de todas, esa de que el dinero que quites a «los ricos» va a ir a transporte público. Por lo menos, esta vez no has dicho que va a Sanidad y Educación. Da un poco de asco, Pedro, la manera en que pretendes presentar como una cosa siendo causa de la otra, como si la culpa de que los servicios públicos sean mejorables es de los que han tenido éxito en la vida. Pero, además, si a todos esos que tienen Lamborghini (se venden menos de 50 por año) les quitas todo, todito, el 100 % de sus fortunas, quizás arregles el presupuesto de España un año. ¿Y después, qué? ¿Qué haces después, cuándo ya no haya ricos?
Me viene a la memoria el célebre poema alemán, tantas veces parafraseado: «Primero vinieron a por los de los lamborghinis, pero como yo no tenía uno, no dije nada. Luego vinieron a por los de los BMWs, pero como yo no tenía uno, no dije nada. Luego vinieron a por los de los Volvos, pero como yo no tenía uno, no dije nada. Al final, vinieron a por mí, que tengo un Dacia, pero ya no había nadie para defenderme.»
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