El diablo y sus servidores utilizan la perversión del lenguaje para dominar el mundo
En la guerra actual entre libertad y esclavitud, entre el bien y el mal, el lenguaje es un arma eficaz de exterminio. Las palabras sirven al malvado para confundir, engañar y controlar a las masas y, utilizadas con inteligencia y sin escrúpulos, tuercen la voluntad y crean dependencia y esclavitud.
La ideología de género lleva años inventando un nuevo lenguaje con el que ir imponiendo sus postulados.
El Anticristo utiliza la manipulación del lenguaje con palabras y significados deformados para introducir el mal. Una prueba reciente: Pedro Sánchez y sus secuaces, adictos a la manipulación semántica, llaman “regeneración” a las leyes y normas recién aprobadas, que configuran una vulgar y sucia “Censura”.
Los agentes del diablo en la Tierra son astutos y conocen bien el oficio que les ha sido encomendado: cazar incautos para el reino del mal.
Solo hay una manera infalible de detectar al que es amigo del demonio y trabaja para él: mienten de manera enfermiza y no paran de mentir nunca.
En España tenemos de presidente del gobierno a uno de los mayores mentirosos de todos los tiempos, seguramente uno de los discípulos favoritos del diablo.
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El famoso exorcista y psiquiatra Raffaele Talmelli analiza la perversión que el mal hace del lenguaje y señala la confusión de las palabras como uno de los instrumentos más eficaces del diablo. «El Anticristo utiliza la manipulación del lenguaje con palabras y significados deformados»
El diablo es un asesino que sabe dónde, a quién y cómo atacar. Ha logrado que “muchas culturas de la muerte, todas disfrazadas de progreso, emancipación y libertad, convenzan a millones de incautos con mentiras y falsas apuestas por la ciencia y las nuevas tecnologías.
Hasta las religiones están siendo eliminadas como elementos del pasado, mientras Satanás y los suyos sustituyen las leyes divinas y sus normas morales por el culto al Estado, las tecnologías y la Ciencia, todo bajo el paraguas del “progreso”.
¿Quien tiene el coraje de ir contra ese falso progreso, disfrazado de emancipación y libertad?
La trampa está montada perfectamente y los agentes de Satanás saben emplear la semántica para cazar desgraciados.
¿No habéis visto hablar de democracia a los tiranos o defender la libertad a los que fabrican esclavos? ¿No habéis oído en España, disfrazar como progreso a la censura, el exterminio de bebés en la entrañas de sus madres y la opresión como libertad? ¿No veis como hablan de igualdad a los que la rompen beneficiando, por ejemplo, a los catalanes? ¿No veis como roban con impuestos injustos mientras mienten diciendo que recaudan para repartir la riqueza? ¿No os dais cuanta de como se hacen millonarios los que hablan de compartir la pobreza con los desposeídos y desvalidos?
Lo que el sanchismo denomina “regeneración democrática” sólo es un vulgar plan de censura destinado a controlar la información e impedir que Sánchez y su corrupto entorno sean criticados.
Todo es mentira en el reino de Satanás y la única manera de identificar a sus sicarios es defendiendo la verdad y oponiéndola a sus múltiples mentiras.
La desinformación, la mentira y la oscuridad son las armas favoritas de Satanás y también de sus agentes incrustados en el poder, aquí en nuestro mundo.
Si conoces a alguien que miente constantemente, falsifica su curriculum, copia su tesis doctoral y engaña cuando y cuanto puede a su pueblo, ten por seguro de que es un agente del mal, un sicario del diablo.