OpenAIEl 18 de septiembre se anticipa el lanzamiento en Netflix de una nueva serie documental sobre el multimillonario eugenista Bill Gates, quien promueve la noción de que “tenemos que renunciar a los hidrocarburos casi por completo”, entre otras propuestas consideradas antihumanas.

Los cambios significativos son necesarios para que la manada humana viva, ya que el clima actual no satisface a Gates y sus seguidores, todo “para el planeta”.

Aunque su propio jet privado lo lleva a viajar por diferentes partes del mundo, lo que contribuye a la contaminación del clima, Gates comparte una visión similar a la de los ejecutivos de Netflix: considera que es necesario restringir y limitar a la humanidad. Esto se debe a que la huella de carbono de las personas es constantemente rastreada, monitoreada y controlada.

Según Gates, no es que esas ideas sean realmente peligrosas o locas, sino que el problema radica en la “desinformación”. Para combatir esto, Gates planea utilizar robots de inteligencia artificial (IA) que se encarguen de monitorear Internet en busca de palabras inapropiadas.

Una variedad de temas antihumanos que entusiasman a Gates será explorada en la serie documental de cinco episodios. Entre los contenidos, se incluirá un segmento sobre enfermedades infecciosas, así como las apariciones de Lady Gaga y Bono. Además, habrá una gran dosis de alarmismo climático para mantener a los espectadores asustados y listos para renunciar a todas sus libertades.

La inquietud en la manada humana ha crecido debido a los nervios de Gates y otros que buscan reducir la población del planeta mediante sus estrategias de suicidio masivo para lograr un control absoluto. Además, Gates tiene esto bien preparado.

“Con orgullo, Gates respondió a la BBC News el año pasado, cuando se le cuestionó acerca de su estilo de vida lujoso y altamente contaminante: ‘Adquiero el estándar de oro para financiar Climeworks, lo que me permite realizar una captura directa de aire que supera con creces la huella de carbono de mi familia, además de invertir miles de millones de dólares en innovación climática’.”

Una de las propuestas inusuales de Gates es la implementación de una semana laboral de tres días, promovida por la inteligencia artificial. En su opinión, Kamala Harris es más adecuada para llevar a cabo esta iniciativa que Donald Trump, lo que lo llevó a respaldarla en su campaña presidencial.

“Es fascinante contar con una persona más joven que pueda reflexionar sobre temas como la IA y cómo podemos moldearla de manera adecuada. Definitivamente, comparto mis opiniones con los políticos que muestran interés”, comentó Gates. “Por lo tanto, será una elección interesante”.

Desde hace tiempo, delirios de dominación mundial han acompañado a Gates. A lo largo de su trayectoria en Microsoft, ha estado dirigiendo inversiones hacia iniciativas que pretenden sustituir a las personas por aquello que favorezca su creciente imperio.

“El problema radica en que los extremadamente ricos comienzan a convencerse de que pueden dominar al resto del mundo”, señaló un comentarista al reflexionar sobre la similitud entre todos los multimillonarios: todos poseen una riqueza desmesurada, suelen ser aburridos, carecen de un propósito significativo y padecen un complejo de Napoleón.

“Cuando decida estacionar su jet privado, mudarse a una cabaña de paja y comenzar a viajar al extranjero en un bote de remos, entonces me tomaré en serio los edictos climáticos de Gates”, escribió otro.

Algunos comentaron que el mito, ampliamente desacreditado, de que el carbono en sus diversas formas puede ser medido en relación con el clima en constante cambio sigue siendo promovido por Gates.

Uno de ellos afirmó: “El mito del CO2 ha sido desacreditado por los principales climatólogos de las mejores instituciones, incluidas universidades europeas, así como por ganadores del Premio Nobel y destacados expertos en datos climáticos de la NASA”.

“Un grupo de denunciantes, que crece cada año a medida que más científicos se jubilan, revela que habían estado exagerando sobre el cambio climático o, en el mejor de los casos, manteniendo la verdad oculta. La razón detrás de esto radica en el temor a perder sus empleos o fondos de subvenciones si hablaban abiertamente.”