El callejón en la plaza de toros: función y control
Manuel Recio Abad.- Son más de 3.500 las plazas de toros repartidas por ocho países. Algunas de ellas tardaron en construirse más de 130 años, como es el caso de la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Son todas, sin excepción, monumentos insondables a la tauromaquia. Lástima que algunas de ellas estén en el más absoluto estado de abandono. En estas plazas se han hecho faenas grandiosas por grandes y también modestos toreros. En sus ruedos y enfermerías dieron su vida muchos de ellos en su afán de expresar su valor y su arte. Se han corrido toros excepcionales de importantísimas castas ganaderas y algunos de ellos han pasado a la historia por su bravura y nobleza.
Las plazas de toros son los templos en los que se desarrolla una actividad que va más allá de la comprensión del pensamiento lógico. Es mucho más que un espectáculo, pues es rito, luz, música, riesgo, expresión de arte y sentimientos y a todo eso unido es difícil encontrar explicación en sus resultados. Puedes ver una corrida de toros sentado cómodamente desde tu casa. Pero verlo en vivo… El gentío, sonidos, los olores, el colorido de los tendidos, el albero impoluto y saber que vas a ser partícipe, observador directo de un espectáculo único en la esfera terrestre.000.Las plazas de toros reúnen en su interior una serie de espacios que se distribuyen y utilizan con la finalidad de facilitar las acciones precisas y necesarias para que la lidia se produzca, de acuerdo con las leyes y reglamentos de cada lugar: el ruedo, corrales, chiqueros, patio de caballos, tendidos, capilla, enfermería y el callejón. La dispersión normativa es una realidad en la tauromaquia. Ocho reglamentos taurinos coexisten en España y tratan de poner orden en la celebración de los espectáculos taurinos. En una cosa coinciden todos: la necesaria figura de una representación potestativa de la autoridad gubernativa que vele por la correcta celebración, antes, durante y después de una corrida de toros.
El callejón es un corredor circular en torno al ruedo al que no hay acceso desde las localidades. En él se sitúa la autoridad competente, agentes de seguridad pública, personal sanitario, cuadrillas, areneros, el empresario de la plaza, los ganaderos y medios de comunicación. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua lo define como «el espacio existente entre la valla o barrera que circunda el redondel y el muro en que comienza el tendido”.
“A Irigoyen el obeso, que estaba en el callejón, le dijo un francés guasón (que lo debe ser de peso): ¿Qué hace ahí ese barrigón? ANÓNIMO, Los Toros (1909). Y a eso voy a referirme a continuación. El callejón, en aquellas plazas de toros donde existen, es un espacio excepcional. Está al exclusivo servicio de aquellos oficios que son imprescindibles o necesarios para el desarrollo del festejo. No es lugar para invitados, ni paseantes en Corte. El callejón es de responsabilidad exclusiva del delegado gubernativo. El empresario tiene su sitio asignado, pero no tiene ninguna potestad, ni autoridad en el callejón. Digamos que el callejón al igual que la presidencia son espacios externos, ajenos a la organización empresarial de la corrida de toros. En la presidencia manda en exclusiva el presidente asistido por un asesor artístico y un veterinario. Punto y final. En el callejón de la plaza solo tiene atribuciones el delegado gubernativo.
En Andalucia, el Reglamento Taurino en su artículo 23 donde regula las Funciones de la Delegación de la Autoridad, dispone para el delegado en su apartado B: “Ejercer la máxima autoridad en el callejón de la plaza, apoyado por sus auxiliares. A tal fin, con la colaboración activa de los alguacilillos y del personal empleado de la empresa controlará la idoneidad de las instalaciones, el acceso y la ocupación de los burladeros, PREVIA EXPEDICIÓN DE LOS CORRESPONDIENTES PASES DE ACCESO AL CALLEJÓN DE LA PLAZA DE TOROS, debiendo ordenar el abandono del mismo a aquellas personas que se encuentren consumiendo en este bebidas alcohólicas, no contaran con la preceptiva autorización para su permanencia en aquel o no ocuparen sus lugares en el burladero del callejón que les correspondiese durante el desarrollo del espectáculo o SEAN AJENAS AL MISMO”.
De ello se deduce que la expedición de todos los pases de callejón sin excepción son de atribución exclusiva de la Delegación Provincial del Gobierno de la Junta de Andalucia, de la provincia donde se encuentre la plaza. La empresa Sevilla Pagés, S.L. no puede emitir esos pases según el Reglamento. Se tiene que limitar a solicitar la expedición de los permisos, aportando listado completo de aquellos profesionales con derecho a disfrutar de los mismos.
La Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucia de Sevilla, a través del Servicio de Juegos y Espectáculos Públicos, en escrito de fecha 20/9/2024, reconoce que, referente a la competencia para la expedición de autorizaciones y permisos de acceso y permanencia de personas ajenas al espectáculo en el callejón de las plazas de toros de primera y segunda categoría, le corresponde a esa Delegación del Gobierno. Hace una salvedad en relación a la autorización en el caso de los reporteros gráficos, en cuyo caso por Instrucción de fecha 1/2011 se delega su distribución en la empresa organizadora.
A su vez la empresa Sevilla Pagés, S. L. delega la función de forma antirreglamentaria, en otra empresa: Toro Media, S.L. , contratada para realizar campañas de marketing y publicidad. Queda claro que la citada Instrucción, en su Punto 1.1 establece que “Las Delegaciones del Gobierno de la Junta de Andalucía en la provincia, a través del Servicio de Juego y de Espectáculos Públicos, será el órgano competente para EXPEDIR LAS AUTORIZACIONES Y PERMISOS DE ACCESO y permanencia de personas ajenas al espectáculo en el callejón de las plazas de toros de primera y segunda categoría de la Comunidad Autónoma de Andalucía”. Esto confirma que el callejón en una plaza de toros de primera y segunda categoría es de exclusivo control y responsabilidad del poder público y no de una o dos empresas privadas , quienes deberían comunicar antes de las corridas qué personas, dando prioridad a los profesionales, ocuparán los diferentes burladeros interiores para que sea la Delegación quien autorice y expida sus respectivos pases de acceso y permanencia,para su entrega por la empresa a los interesados, pero nunca quedar en manos de estas su producción y aún menos de la encargada de la publicidad e imagen de la actividad.
Si queremos una actividad taurina respetable y respetada, una tauromaquia cargada de verdad y realismo, empecemos por cumplir escrupulosamente con la normativa que la rige.