El libro infantil de Kamala Harris forma parte del “kit de bienvenida” a EEUU que se les da a los niños inmigrantes ilegales
El 20 de enero de 2021, Kamala Harris se convertía en la primera mujer en llegar a la vicepresidencia de los Estados Unidos, en medio de múltiples rumores de que ella era la verdadera gestora de la campaña y del gobierno, y que el rol de Joe Biden se convertía cada vez más en una función testimonial.
En las últimas semanas, una tormenta mediática tomó por sorpresa al gobierno demócrata, y Biden anunció en una conferencia de prensa que estaba designando oficialmente a Harris como la responsable de resolver la crisis migratoria que está sucediendo en el país.
A pesar de ello, hasta la fecha la Vicepresidente todavía no ha visitado la frontera sur y sigue “gestionando” la situación desde la Casa Blanca, mientras toma medida extremadamente deplorables.
A parte de ordenar la apertura de más centros de detención fronteriza para albergar a los menores de edad que llegan al país ilegalmente, se supo que desde marzo se estuvieron repartiendo libros en estos establecimientos, algunos siendo de autoría de Kamala Harris, para que lean los niños allí detenidos.
Según un reportaje realizado por el New York Post, en el centro de Long Beach, California, el libro infantil “Los Superhéroes Están En Todas Partes”, que publicó Kamala Harris en 2019, forma parte del kit de bienvenida que reciben los niños en sus camas, junto a mochilas, calzado y comida.
En el libro, Harris les comenta a los niños: “Siempre que hay problemas, los superhéroes están justo a tiempo”, demostrándoles a estos inmigrantes ilegales que, ante su problema migratorio por el cual debieron abandonar su país, el superhéroe, en este caso Estados Unidos, y en este contexto la gestión Biden-Harris, apareció justo a tiempo para poder mejorar sus condiciones de vida.
Un periodista de Fox News le preguntó a la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, si sabía por qué los inmigrantes estaban recibiendo una copia del libro, y si Kamala Harris estaba haciendo plata con esto.
“¿El libro de la presidente… digo la vicepresidente Harris? Voy a tener que preguntarle al Departamento de Servicios Humanos y Sanitarios sobre esto… pero escuché que es un buen libro”, contestó la funcionaria demócrata, entre risas.La nota original del New York Post fue rápidamente eliminada de las redes sociales, y en su lugar aparecieron un centenar de notas de medios demócratas repitiendo que la Casa Blanca no es responsable y que Kamala Harris no ganó plata de los contribuyentes por esta situación.
La versión oficial que dio el Departamento de Salud es que el ayuntamiento de Long Beach realizó una colecta de libros, donde recibió los de Kamala Harris como “donaciones individuales de los ciudadanos”, junto a libros de otros autores.
No se especificó quién tomó la decisión de poner los libros donados de la actual Vicepresidente en las cajas de bienvenida de los menores de edad que están siendo detenidos por la policía fronteriza, y la Casa Blanca aclaró que “no sabía que esto estaba ocurriendo”, aunque señaló que no se tomarán medidas para impedir que siga sucediendo.
La tapa del New York Post hablando sobre el kit de bienvenida que recibieron algunos niños en los centros de detención con el libro de Kamala Harris.
Los números de la situación migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México se encuentran en el peor momento de la historia moderna.
Durante el primer mes de gobierno de la nueva administración, el número de personas detenidas por la patrulla fronteriza trepó a más de 80.000, y en marzo se registraron 171.000 incursiones ilegales, la cifra más alta registrada en los últimos 15 años y una suba del 114% en tan solo un mes.
El número implicó una suba del 600% en comparación al último mes de Donald Trump en la Casa Blanca (cuando había menos de 30.000 ingresos al mes), y se cree que la motivación para la masiva ola migratoria es el discurso político de Biden, quien en campaña prometió una amnistía para 11 millones de mexicanos que residen en Estados Unidos sin documentación.
“Creo que en las primeras semanas de la administración Biden, los mensajes fueron confusos. Fueron mensajes compasivos que fueron utilizados por la gente de nuestro país, especialmente los coyotes, para decirles a las familias, ‘Nos llevaremos a los niños'”, aseguró en una reciente entrevista el actual presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, acusando a la administración Biden-Harris de ser los responsables de que tantas personas tomen la decisión de intentar cruzar la frontera.
Algo similar a lo que había declarado su par mexicano, Andrés López Obrador, cuando remarcó que su intención es proteger a los niños en las fronteras con Centroamérica porque luego son víctimas de traficantes de personas y el gobierno de Biden no detiene la situación.
Analizando en profundidad estos datos, en marzo fueron más de 18.000 los menores que llegaron desde Centroamérica sin compañía de adultos. Lo que ocurre con los niños es una situación totalmente inhumana: el gobierno de Biden no quiere deportar menores de edad por lo que mientras echa a los adultos, deja en los centros de detención a los menores.
Estos centros tienen condiciones deplorables, donde reciben una sola comida al día, duermen en el piso en bolsas de aluminio, y por el pequeño espacio de las instalaciones no pueden respetar las reglas de distanciamiento social que ordena el gobierno demócrata.
Ahora estos niños, además de tener que soportar todo lo mencionado, son adoctrinados por los demócratas, como se pudo ver en California.
¿Y cuánto dinero le va a dar este “negocio”…?
¿No hayun evidene conflicto de intereses, abuso de poder, etc…?
PARA MÍ, ESTÁ MÁS CLARO QUE EL AGUA.
El globalismo es esclavitud, pobreza, y muertes.
El globalismo es socialismo.
El socialismo es esclavitud, pobreza y muertes. El socialismo es como el coronavirus, la gente dice muchas cosas de él, pero la evidencia demuestra que solo sabe hacer una cosa: mentir, robar y matar.
Misma receta, mismo resultado. Que cambien detalles como el territorio o quien o como se defiende, el uso de la tecnología, etc. no cambia a grandes rasgos lo que es.