Los areneros de la Maestranza
Manuel Recio Abad.- Ayer pude por fin resolver mi mar de dudas sobre si acudir a presenciar la corrida de toros o dar por finalizado mi idilio con esta afición tardía consistente en escribir sobre el arte de Cúchares. Dolido estaba mi ánimo por el desprecio con el que tanto al magazine en el que publico como a mí mismo, nos ha tratado la Empresa Pagés y esa especie de engendro para todo, no se sabe si también para hacer los mandados, llamado Toro Media que dirige un tal Moreno y que sustituye a la mismísima Delegación del Gobierno en la concesión de la gracia sobre qué medios informativos son acreedores a realizar su trabajo y cuáles no. Cosas veredes.
Me niego, como es lógico, a hacer la crónica pormenorizada de la corrida de ayer viernes 27 de septiembre, ante la negativa renuente durante dos temporadas seguidas a conceder la acreditación a Suite Información Magazíne. Desconocen con toda seguridad que este medio tiene un suelo (mínimo) de 500.000 visitas mensuales, que multiplicadas por los 12 meses del año dan una bonita cifra que supera mucho los 6.000.000 de visitas; y todos y cada uno de mis artículos los recibe y publica Armando Robles, director de Alerta Digital, que con sus números no os voy a aburrir.
Por ello me limito a destacar el casi lleno por la afición de Sevilla, un cartel bien rematado, el ganado bien presentado por Victoriano del Río, con dos toros excepcionales en nobleza y bravura, con un primero destacable y un segundo castaño bociblanco con muchísima clase al que Talavante desorejó, un quinto que se dejó y tres, tercero, cuarto y sexto con mas complicaciones de las debidas y ante los que había que estar. Destacar la briega de las tres cuadrillas, profesionalidad de alto standing. En banderillas José Chacón es un prodigio. Debió acordarse de cómo lo hacía Julio Pérez “Vito”.
Destacar el toque de atención de los mulilleros a la Presidencia. La tardanza en conceder una oreja, cuando los tendidos son un mar de pañuelos en Sevilla, no tiene explicación. Así que arrastraron al toro como debían y lo exige su profesión y el Reglamento .El alguacilillo tuvo que entrar en el desolladero a cortar el apéndice. Muy bien los mulilleros. Todos los días se aprende algo nuevo; los presidentes maestrantes también.
Los matadores sabían dónde estaban y así lo expresaron. Castella elegante cortó una oreja de su primero, Talavante con su estilo más refinado y en racha, le tocó el Euromillon con su lote y lo aprovechó, cortando tres orejas y saliendo a hombros y un Luque que hizo lo más importante de la tarde, toreando a su primero; para mi entender una mejor faena incluso que la de feria, cortando otra oreja. No es de mi gusto escribir así, pues cuando lo hago busco el detalle de cada faena, dedico tiempo al rey de la fiesta que no es otro que el toro, pero circunstancia obliga.
Para terminar vayan unas palabras de reconocimiento dedicadas a la cuadrilla de areneros. Es imposible dejar el ruedo después de cada faena mejor que lo hacen los areneros de la Maestranza. No puede existir mejor coordinación para pasar los rastrillos y dejar el piso de plaza impoluto. Un aplauso para ellos.
Esperemos que para la próxima temporada, con la entrada en vigor del nuevo reglamento, sea la Delegación del Gobierno la encargada de acreditar en exclusiva a los medios de comunicación que vayan a cubrir los festejos a celebrar, impidiendo actitudes personalistas y caprichosas que poco o nada contribuyen al engrandecimiento de la fiesta.