La anulación de las primarias en Castilla y León incendia Ferraz y traba la pretensión de Sánchez de relanzar al PSOE
Si el objetivo de Ferraz era cercenar cualquier conato de disensión a menos de dos meses del congreso federal del PSOE concebido como un escaparate para la reelección de Pedro Sánchez y para relanzar al PSOE con la legislatura trabada, la drástica decisión de anular las primarias en Castilla y León no solo no ha aplacado los ánimos sino que los ha encendido.
La medida, desvelada el viernes por la noche, ha desatado un fuego en el que dos cargos originarios del territorio y tan vinculados en su momento a Sánchez como Andrea Fernández, quien fuera secretaria de Igualdad de la ejecutiva, y el expresidente del Senado Ander Gil han salido a la palestra a cuestionar la reacción de Ferraz. Una contestación insólita desde que el presidente se hizo de nuevo con las riendas del partido en 2017 y que interpela a su secretario de Organización, Santos Cerdán.
La mecha prendió el jueves, en una tensa reunión del comité autonómico en el que Tudanca y sus afines sacaron adelante por 105 votos a favor, 14 en contra y 11 abstenciones un calendario de primarias que precipitaba a la próxima semana la presentación de candidaturas, en un contexto en el que el secretario general castellanoleonés es uno de los barones cuyo liderazgo está en el alero. La dirección se tomó la convocatoria como un desafío, toda vez que la consigna era que todos los procesos territoriales se celebren una vez superado el congreso federal de Sevilla del 29 de noviembre al 1 de diciembre. Una aceleración de las primarias llamada, a ojos de los críticos con Tudanca, a cortocircuitar cualquier alternativa.
La fulminante cancelación del proceso por la comisión de Ética y Garantías del PSOE, fue “acatada” el viernes por el secretario general castellanoleonés, pero objetando que la anulación parte de una aplicación interpretable de los estatutos. Hoy, la portavoz de la ejecutiva federal y a la sazón líder de los socialistas burgaleses, Ester Peña, hizo hincapié ahí, en la necesidad de “acatar los estatutos”, mientras llamaba a centrarse “en los proyectos y las ideas” que se desplegarán en el cónclave de noviembre. Preguntada sobre si, a la luz de la desautorización sufrida, Tudanca debe dimitir, Peña dijo que éste “se ha ganado la confianza, el respeto y el cariño” de los suyos y de sus conciudadanos y que “todavía tiene mucho que aportar”.
En las redes
Pero para cuando la portavoz intentó minimizar la crisis, las llamas ya habían cundido nutriéndose de la inmediatez de las redes sociales. La reacción de Andrea Fernández, que sigue de diputada pero apartada de sus responsabilidades orgánicas después de haber sido el rostro del partido en la batalla de la ley del ‘solo sí es sí’, sobresalió por su rotundidad. “Todo mi apoyo. Es inadmisible que la interpretación de una norma varíe según convenga”, se arrancó en alusión a los estatutos. Y remató: “Es inadmisible que se use para imponer un relato que en otras instancias se califica como ‘máquinas del fango’. No queremos un PSOE al servicio de la ‘cosa nostra’ castellano y leonesa”.
Luego, y zaherida por el dirigente del PP Miguel Tellado, Fernández tuvo que aclarar que se refería “a la mafia mediática” que “sostiene al PP en Castilla y León garantizando un ‘statu quo’ corrupto”. En todo caso, el cerrado aval de alguien con su trayectoria ‘sanchista’ se vio amplificado por otro tuit, el del expresidente del Senado Ander Gil: “Estamos y estaremos a tu lado en lo que decidas, compañero”, respaldó a Tudanca quien fuera cuarta autoridad del país.