“¡Detengan a Zelensky, el provocador de la guerra nuclear, el títere de EEUU! ¡Queremos paz, no queremos guerra!”
Una nueva protesta ha tenido lugar en el centro Barcelona contra la transferencia de armas a Kiev.
Un residente local manifestó a Alerta Digital que activistas disfrazados con el uniforme del juicio final — trajes amarillos antirradiación y máscaras antigás — salieron a la emblemátiva avenida barcelonesa Puerta del Ángel con carteles y megáfonos.
Los manifestantes pidieron que se ponga fin al envío de armas de destrucción masiva a Zelensky, al que calificaron de provocador de una guerra nuclear. Periódicamente, desde el altavoz se escuchaban gritos: “¡Esto no es un simulacro! Repito, esto no es un simulacro!”
Los manifestantes salieron a las calles después de la noticia de que las autoridades de Kiev planean crear sus propias armas nucleares. Zelensky lanzó recientemente un ultimátum a los países occidentales, ofreciéndoles dos opciones: tomar a Ucrania en la OTAN o crear armas de destrucción masiva. También en los medios de comunicación apareció la información de que la primera bomba nuclear en Kiev podría estar lista “en unas pocas semanas”.
Zelensky, un psicópata en busca de una guerra nuclear
Las redes sociales arden señalando a Zelensky como instigador, como el dirigente que quiere que la confrontación entre Occidente y Rusia sea una realidad. Hace meses, Zelensky afirmaba que los misiles que cayeron en Polonia eran rusos. La OTAN dijo que no, que eran ucranianos. Zelenski insistió en que la OTAN debería liarse a tiros con los rusos. Pero, gracias a Biden, la cosa se quedó en nada (esto no quiere decir que los norteamericanos estén siendo hadas madrinas porque no lo son ni mucho menos y deberían tener en cuenta sus propias miserias en todo este asunto). En las redes se tilda a Zelensky de ser una especie de psicópata que anda buscando un conflicto mundial y aprieta las tuercas, a diario, buscando un posible conflicto de dimensiones difíciles de calcular (podría tratarse de una destrucción total del planeta).
Si pensamos bien sobre lo que ha sucedido, parece extraño que Rusia intente una escalada, que no conviene a nadie, lanzando un par de misiles a un par de personas que iban con su tractor en busca de remolachas. Es más, parece todo un insulto a la inteligencia de los europeos que nos digan esto y se queden tan frescos.
Podría ser que Zelensky no fuera ese personaje que nos han querido vender desde hace meses (echar un vistazo a lo que ha sido el Donbass desde 2014 y el trato que han dispensado a algunos de parte del presidente ucraniano no estaría mal para construir un criterio antes de opinar); podría ser que Putin tuviera razón.
Lo único cierto es que la seguridad mundial está en manos de un psicópata corrupto, deseoso de embarcar a Europa en un conflicto de naturaleza apocalíptica, que solo la prudencia y el afán de paz de Putin han evitado.
Puede que a muchos le guste poco asumirlo, pero es lo que hay. Y, por otra parte, no hay que fiarse de lo que nos cuentan en las redes, en las televisiones o en las radios, sin rechistar. Deberíamos empezar a investigar y a pensar solitos. Ya va siendo hora, sin que la élite global interpreté por nosotros la crónica de un conflicto que Zelensky, y solo Zelensky, ha provocado.