La maldita indiferencia
El término coadyuvar no suele ser muy utilizado en el lenguaje cotidiano. Sin embargo tiene un enorme sentido ético e importancia jurídica cuando se trata de la comisión de un delito. Coadyuva quien contribuye o ayuda a que algo se realice o tenga lugar. Es un coadyuvante aquella “persona que interviene en el proceso pero en una posición subordinada a la de las partes principales, adhiriéndose a sus pretensiones, pero sin poder actuar con autonomía respecto de ellas”. A veces puede confundirse con la figura del “cooperador necesario”, que sería la persona distinta a aquella que ejecuta el delito, pero que realiza un acto indispensable para que dicho delito se lleve a cabo.
Leo en un grupo de WhatsApp lo siguiente:
“A mis compañeros del Ejército del Aire, pilotos del Falcon -propiedad del Estado- que volaron decenas de veces a República Dominicana (y a otros destinos) de manera clandestina, los españoles les exigimos que revelen toda la información sobre todos esos vuelos realizados. Quién viajó?. ¿Qué transportaron?. ¿En qué fechas se realizaron?.
Todos los funcionarios coaccionados y sobornados por la MAFIA de Sánchez, deben denunciar las órdenes que están recibiendo para ocultar las pruebas que inculpan al psicópata.
Todos los empresarios beneficiados por la corrupción dirigida por Sánchez, deben declarar voluntariamente, aunque suponga auto inculparse.
Los periodistas a sueldo deben recuperar su dignidad personal perdida, y parar de sostener la estructura mafiosa de poder que dirige el capo «número 1», también llamado «puto amo…»
España merece conocer TODA la verdad y los españoles debemos liberarnos de la «Mafia socialista”.
¡DISOLUCIÓN, DE LA MAFIA SOCIALISTA! Un duro comunicado que circula por la red a través de grupos y que, improperios a parte, recoge un importantísimo mensaje, vital en el momento en el cual se encuentra nuestra zarandeada democracia.
La obligación del funcionario de denunciar la comisión de un delito, del que se tiene constancia o se ha estado presente en la consumación del mismo, se recoge en el art. 177 del Código Penal:
“Tendrán obligación de denunciar los delitos perseguibles de oficio: 1°) Los funcionarios o empleados públicos que los conozcan en el ejercicio de sus funciones”. Así mismo el art. 259 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal señala lo siguiente: “El que presenciare la perpetración de cualquier delito público está obligado a ponerlo inmediatamente en conocimiento del Juez de instrucción, de paz, comarcal o municipal o funcionario fiscal más próximo al sitio en que se hallare”.
Permanecer indiferente ante lo que está sucediendo es síntoma de irresponsabilidad y carencia absoluta de amor a la propia descendencia. Persistir en mirar hacia dentro y callar puede causar un daño irreversible del que tardaríamos años en sanar. Permanecer impasibles ante quienes utilizan la Constitución como mero papel higiénico, traerá serias consecuencias para aquellos que lo apoyan y también para los que lo permiten con su silencio cómplice y mirada al sesgo. Denunciar, criticar, defendiendo el criterio propio, exponer soluciones y sobre todo ser y sentirse libres para impedir el abuso y el atropello de quienes hoy nos desgobiernan, son actitudes básicas de todo responsable y buen ciudadano. No es suficiente cumplir depositando un voto cada cuatro años. Pongámoslo en práctica.
Ya vamos tarde.