¡Pídeme por esa boca, Puigdemont!
“Niña caprichosa pídeme, pídeme por esa boca.
Niña caprichosa tú pide por esa boca.
No puedo vivir sin tus besos. Yo
soy para ti demasiado bueno.
Pero que te des cuenta, que
no sea tarde y pa que me quieras”.
Cuando un gobierno acepta el papel de entidad secuestrada y acepta darlo todo a cambio de no disolverse, de aquellas formaciones que le mantienen en el poder en activo, aparece la figura esperpéntica del GOBIERNO TÍTERE, es decir un gobierno que está dotado de los símbolos externos de la autoridad pero en el que la dirección y el control son ejercidos por otro poder.
Los autos judiciales y los informes UCO deberían ser suficientes para provocar la caída de un gobierno en cualquier país europeo. Sin embargo en España todo esto esta produciendo un efecto indeseado, de aceptación generalizada, de dontancredismo, de lipendismo, de pase mirando al tendido, de no importar en absoluto al grueso social el que seamos el hazmerreír de las democracias occidentales.
En la foto de familia de la reciente cumbre luso española se les veía a los miembros del gobierno español riéndose a mandíbula batiente, como si los imputados varios fueran en realidad familia de Joao Lourenco, el actual presidente de Angola. ¿Qué tiene que ocurrir para que este gobierno deje de mentir y de corromperse, dimita en bloque y convoque elecciones generales?
Siguen dando no ya palos de ciego, sino más bien estacazos, con la ley de viviendas, el impuesto sobre la industria, que arruinará a sectores estratégicos vitales, cuáles son el energético y el de los hidrocarburos, que ya se plantean , Repsol entre otros, dejar de invertir en España para hacerlo en el exterior, con mejor trato fiscal y mayor respeto.
No es que estemos ante un gobierno de extrema izquierda, más comunista que socialista, lo estamos indefensos ante un poder que ejerce el latrocinio ante la más absoluta impunidad, adaptando leyes a su interés, destinadas a controlarlo todo, TVE incluida, atemorizar a los medios de comunicación y profesionales libres y asustar al ciudadano con la mano negra de la Agencia Tributaria, tan dura con todos menos con uno: el hermano del presidente del Gobierno. Una desvergüenza inadmisible para la que no hay oposición del nivel necesario para sacarles de la situación acomodada que el poder produce.
Sánchez ha enviado al expresidente y actual minero in péctore Rodríguez Zapatero a Waterloo o lugar próximo, para negociar con Carlos Puigdemont, el “molt menyspreable”, las condiciones para conseguir el apoyo de los siete miserables, que siguen cobrando de Madrid y así aprobar los presupuestos, evitando la moción de censura que tanto Junts como PNV evitan a cambio de su más que posible y cada vez más próximo, harakiri electoral. Todo esto le viene genial a ERC y a Bildu, claro está, que así verán aumentados sus respectivos techos electorales.
Dos formaciones conservadoras, Junts y PNV manteniendo y apalancando en el poder a un gobierno corrupto de extrema izquierda. Lo nunca visto.
R. Zapatero va en disposición y con plenos poderes para entregar la parte de España que le pidan, ya sea vía presupuestaria o registral, electoral… lo que sea al grito de “Pídeme por esa boquita, Puigdemont”.