El caso de presuntos abusos sexuales de Íñigo Errejón a varias mujeres es el segundo episodio de esta índole que desde el entorno político salpica a Yolanda Díaz, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo. Uno de sus más estrechos colaboradores desde sus años como primera teniente de alcalde de Ferrol, y también cuando fue diputada en el Parlamento de Galicia, fue condenado a un año de cárcel por posesión de pornografía infantil. El caso se destapó en el 2016 cuando este hombre era trabajador del grupo parlamentario de Alternativa Galega de Esquerdas (la unión de varios partidos, como Esquerda Unida, donde militaba Díaz y este colaborador, junto a Anova y otros). La Policía Nacional entró en las dependencias de la Cámara autonómica y se lo llevó detenido, además de hacerse con el ordenador y otras pruebas.

Esa detención trascendió el 12 abril del 2016, y entonces Yolanda Díaz ya había dado el salto a la política nacional (en enero era nombrada diputada en el Congreso). No fue hasta el día 14 cuando dio sus primeras explicaciones por ese caso. «Lamentablemente, lo ocurrido no es política, sino un drama auténtico, un horror, yo creo que esa es la gran definición, y desde luego una cuestión horrible que es absolutamente privada», dijo entonces a La Voz de Galicismo tras 48 horas de silencio.

La respuesta es similar a la que se ha dado ahora con Errejón. El implicado en aquel caso fue dado de baja de Esquerda Unida y despedido como trabajador del grupo. Al frente de AGE en el Parlamento de Galicia estaba entonces Xosé Manuel Beiras.

Tras conocerse esta detención en el 2016, militantes de Esquerda Unida de Ferrol destaparon que ya habían denunciado accesos a pornografía infantil desde un ordenador de la sede del partido en la ciudad naval, y apuntaban a este hombre. Sin embargo, aquella denuncia que hicieron se archivó. Los denunciantes aseguraron que la dirección de EU, con Yolanda Díaz al frente, les purgó por aquel caso. El implicado era mano derecha de Díaz en el partido en la ciudad, y trabajó como secretario cuando ella era teniente de alcalde del Concello.

Aquel episodio en el Parlamento hizo que la amistad entre ambos se rompiera definitivamente.