Yolanda Díaz confió en Errejón para ser portavoz sabiendo el caso de acoso de 2023 y que iba a terapia
Hoy, conociendo los testimonios y la denuncia formal que hay contra él, Yolanda Díaz no elegiría a Íñigo Errejón como portavoz del partido. Así lo reconoció ayer, condenando de manera contundente los casos de violencia sexual protagonizados por su exnúmero dos. Pero sí, hace ocho meses le confió las labores de portavoz parlamentario en el Congreso de los Diputados. Entonces, la vicepresidenta segunda del Gobierno conocía de él un caso de presunta agresión sexual en su contra y también que iba a terapia.
La líder in pectore de Sumar reconoció ayer en primera persona responsabilidades ante el “caso Errejón”. Lo hizo tras cinco días, en los que previamente sí había condenado los casos, pero remitiendo las explicaciones oportunas en Sumar y en viaje oficial en Colombia.
Díaz quedó este lunes expuesta al admitir haber tenido conocimiento en junio de 2023 de la primera denuncia contra Íñigo Errejón por posible agresión sexual y no haber actuado antes. La también líder de Sumar no actuó en primera persona, ni tampoco siguió la investigación para conocer los hechos hasta el final. Tampoco pidió explicaciones a Errejón al conocer estos hechos, -según asegura- y poco después le convertiría en portavoz del grupo en el Congreso de los Diputados. En su número dos, de facto. Esto fue en febrero de este año, ocho meses después de conocer la primera denuncia en redes.
La también líder de Sumar admitió haber sido informada por parte de Podemos y de Más Madrid de estos hechos y también reconoce no haber llegado más allá de las investigaciones que inició el partido de Mónica García. Dejó en manos de Más Madrid la apertura de una investigación para conocer la veracidad de los hechos y se limitó a recibir la información que este partido la reportaba. En el momento en el que Más Madrid cierra la investigación interna al conseguir una diputada cercana a Errejón que la joven agredida borrara la denuncia, Díaz tampoco vuelve a preguntar por el caso. «Nunca más volví a saber nada de este hecho», reconoció ayer ante los medios de comunicación. Podemos tampoco fue más allá y no hizo más que dar la voz de alerta a la vicepresidenta, antes de las elecciones generales, sin denunciar públicamente el caso.
«Si tuviera la menor sospecha de que Errejón o cualquier diputado es un presunto agresor sexual habría actuado como he hecho esta semana, con contundencia y con prontitud», aseguró en varias ocasiones la vicepresidenta. La vicepresidenta también admitió, a preguntas de los medios, que Errejón asistía a terapia desde hace un año, pero aseguró que, preguntado por ella misma, éste último le aseguró que “iba a terapia”, aunque sin especificar ni el tipo de terapia, ni el diagnóstico del exdiputado. “Y sé que en este último año, por las informaciones que él me ha dado, iba mejor”, dijo. Hoy, dice, si lo hubiese sabido al confeccionar las listas electorales, no le habría nombrado portavoz.
De esta manera, la líder de Sumar deja expuesto a Más Madrid, a quien señala por no haber indagado en esos momentos más, de manera indirecta. En el partido de Mónica García, mientras, delegan esta responsabilidad en la diputada que encubrió supuestamente a Errejón y a la que han pedido su dimisión.
La versión, además, ofrecida por la vicepresidenta llega después de que fuera Podemos quien señalara a Yolanda Díaz y en medio de la pugna entre ambos partidos de izquierdas. Los morados revelaron que ellos advirtieron a la «responsable» de confeccionar las listas electorales del 23J en el momento en el que conocieron la denuncia de la joven en redes sociales. Este veredicto echaba por tierra la versión sostenida hasta ahora por el partido. El sábado, el portavoz de Movimiento Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, aseguró que no habían tenido conocimiento hasta la semana pasada de acusaciones por violencia machista por parte de Errejón. Díaz salió así ayer al paso después de que Podemos les dejara retratados en el intento de Sumar de salvarse de una crisis política que ha dejado noqueado al partido minoritario de Gobierno.
Según la versión ofrecida ayer por la vicepresidenta después de dar explicaciones ante su grupo parlamentario, ella misma no conoció los testimonios de violencia machista desvelados por la periodista Cristina Fallarás hasta el martes por la noche. Fue su equipo quien le puso al tanto de los dolorosos veredictos de las víctimas, a pesar de que Más Madrid ya conocía desde el lunes estas informaciones. Sobre estos, ha demandado toda la contundencia. “Se está creando una nueva cultura política para nuestro país, una nueva cultura política feminista, que no tolera ya la impunidad. El feminismo y las mujeres han cambiado este país a mejor, el feminismo ha demostrado estos días que no va a haber impunidad, sea quien sea, se llame como se llame y caiga quien caiga”, subrayó la vicepresidenta. Además, insistió en que en el caso de haber tenido conocimiento de esos testimonios antes habría actuado “con contundencia”. “Si tuviera la menor sospecha de que Errejón o cualquier diputado es un presunto agresor sexual habría actuado como he hecho esta semana, con contundencia y con prontitud”.
Es el miércoles cuando la vicepresidenta, tras participar en la cumbre hispano-portuguesa celebrada en Faro, llamó a Errejón que, según asegura, asumió los hechos. «Fue una de las conversaciones más difíciles de mi vida», reconoció. En esa conversación, Errejón le reveló «comportamientos machistas y vejatorios». Ya el jueves, con Díaz de viaje oficial en Colombia, es cuando, “sin necesidad de expediente disciplinario”, Errejón dimite a mediodía por medio de una carta que no comparte Díaz «en absoluto». En dicha misiva, el exportavoz no reconoce en ningún momento los hechos por los que hoy una actriz le acusa de manera directa en los juzgados y casi una docena, de manera anónima.
Yolanda Díaz admitió ayer haber llegado «tarde» y pidió «disculpas», aunque recalcó haber actuado «con contundencia» y “prontitud” desde que conoció los hechos y en «primera persona», ante las críticas de por qué no canceló su viaje oficial a Colombia para hacerse cargo de la situación. Ahora, asegura que si hubiese conocido los casos de violencia machista no habría nombrado portavoz a Errejón.
Díaz, con semblante serio, reconoció que la situación que atraviesa Sumar es delicada. “Sé muy bien que esta situación rompe la confianza de mucha gente. Y también sé que pedir de manera inmediata la expulsión de Errejón, iba a suponer esta crisis. Pero lo volvería a hacer. Entre la impunidad y cualquier crisis política, elegiré siempre la segunda. no vamos a mirar a otro lado, vamos a hacernos cargo”, dijo, asegurando que incluso estarían dispuestos a llegar a denunciar ante la Justicia los posibles casos de violencia machista, sí las víctimas se lo pedían.