Denuncia ante la Audiencia Nacional contra la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) por presunto homicidio doloso y otros delitos durante la tragedia de Valencia
Para quien sabe leer lo que ocurre en los cielos de España, la tragedia de Valencia estaba escrita.
La Asociación de ámbito nacional, Terra SOS-tenible, que llevó en abril de 2013 la denuncia de actividades clandestinas de manipulación climática en Europa, y particularmente en España, solicitando una investigación independiente de los hechos expuestos a lo largo de un evento de dos días en el Parlamento Europeo, presentó ayer una denuncia ante la Audiencia Nacional, contra la presidenta de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), María José Rallo; la directora general de los Servicios de Protección Civil y Emergencias Virginia Barcones; y los responsables de las Confederaciones Hidrográficas correspondientes.
Los presuntos delitos cometidos que se les atribuyen por acción y/o por omisión, son el de homicidio doloso y, o. en todo caso imprudente, dejación de funciones, negligencia, previsiones erróneas y prevaricación entre otros, además de por delito de daños a las personas, a las infraestructuras del Estado, empresas privadas, industria, y sobre todo a la agricultura.
A lo largo de las seis páginas del documento, se exponen las competencias de cada organismo y la falta de cumplimiento de todas ellas, si bien es cierto que la Agencia Estatal de Meteorología se lleva la peor parte.
En este caso, la presidenta y portavoz de la asociación, Josefina Fraile, afirma que “AEMET no cumplió con la obligación de trasladar las alertas en toda su gravedad a los organismos de protección civil, fuerzas armadas, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y público en general, ni tampoco cumplió con el deber de asesorar a las instituciones públicas para minimizar los daños previsibles a las personas, bienes públicos y privados”. “Es decir, la alta incompetencia mostrada por AEMET ha condicionado la respuesta de toda la cadena de mando con los resultandos catastróficos que todos conocemos”, apostilla.
AEMET, insiste la portavoz, una agencia estatal clave en la vida cotidiana de todos los españoles, y de cuantos habitan en España, estaba dotada de casi 134 millones de euros en 2023, de 1.200 activos, entre los cuales cuentan 21 equipos de apoyo a 21 bases militares. La inversión del Estado en equipos humanos y tecnológicos punta, como el sistema de supercomputación Cirrus, estrenado en 2021, ha sido notoria. Cirrus es el segundo sistema de supercomputación más potente del país, después del Mare Nostrum en Barcelona, con el que colabora la agencia, y que en su día era el más potente de Europa. La misión de Cirrus entre otras cosas, es la cuantificación de aerosoles en la atmósfera, y la predicción, vigilancia y divulgación rigurosa de fenómenos meteorológicos adversos, en un contexto global de “cambio climático”. AEMET dispone igualmente de acceso a los satélites METEOSAT, GOES, TIROS-NOAA Y METOS, además de 90 observatorios polares, 814 estaciones automáticas de observación, una red de 2.335 estaciones de pluviometría, y 15 rádares meteorólogicos Doppler, entre otros.
Visto todo lo anterior, es imposible entender cómo la AEMET ha podido errar tan catastróficamente en sus previsiones, en sus cálculos cuantitativos y cualitativos de 180 l/m2 frente a 500 l/m2, y en el tiempo oportuno de divulgación y gravedad de las alertas, incumpliendo con ello su misión principal que es la de ayudar a salvar vidas e infraestructuras.
En el punto séptimo y último de la denuncia se explica que, con independencia de todos los fallos reseñados, habrá que plantearse la pregunta del origen cada vez más frecuente e intenso de las gotas frías y los eventos climáticos extremos en España. Y en respuesta a afirmaciones cuestionables de ciertos meteorólogos oficiales como que “el cambio climático está cambiando el modo de llover en España”, Fraile cree preciso recordar que España fue elegida en 1963 país experimental del clima, firmándose los correspondientes acuerdos en 1979 con la Organización Meteorológica Mundial. Es decir, este año 2024, cumplimos 45 años de experimentación climática. A los que habrá que añadir otros 48 años en los que paralelamente se efectuaban proyectos semejantes entre la NASA y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) desde 1960 a 2008, en la base militar del Arenosillo en Huelva, información que se detalla en el anexo II de la denuncia. Cabe señalar, insiste Josefina Fraile, que las zonas afectadas por esta gota fría, han sido históricamente objeto de programas experimentales de manipulación del tiempo atmosférico, resultando esta actividad un arma eficaz de expoliación de la propiedad por intereses lucrativos.
Ante estos hechos irrefutables, los servicios de inteligencia españoles, a través de sus habituales peones en redes sociales, están desviando la atención hacia Marruecos y sus iniciativas de siembra de nubes para que nadie sospeche del principal sospechoso: España.
La denuncia resume la frivolidad del gobierno en los siguientes términos: “Mientras las comunidades castellano manchega, y valenciana se teñían de luto como consecuencia de la destrucción y muerte generada por la avalancha de agua, lodo y árboles que arrasaban todo lo que encontraba a su paso, los altos mandos de España estaban de gira internacional. El presidente de Gobierno se fue a la India, en el avión oficial, a bailar con su señora. La ministra de Medio Ambiente en Bruselas haciendo lobby para ser elegida Comisaria Europea… y la directora del Servicio de Protección Civil y Emergencias, se fue a Brasil a una reunión del G20 sobre ¡reducción de riesgo de desastres! ¿Sabían lo que iba a ocurrir y se quitaron del medio para no verse señalados? En cuanto al ministro de Interior, sobrado él, no solo ha rechazado la ayuda de voluntarios españoles a los que ha pedido se queden en sus casas, sino que también ha rechazado la ayuda de 250 bomberos franceses para evitar testigos incómodos de una suma inconcebible de negligencias inaceptables en toda la cadena de responsabilidad y mando que costó daños imperdonables en vidas humanas, a bienes públicos y privados, y sobre todo a la agricultura.. Esta es, ciertamente, la desoladora imagen de un estado fallido”, afirma Fraile.
Terra SOS-tenible cierra la denuncia con la petición de información específica a cada uno de los denunciados, de que se lleve a juicio oral a los responsables de la catástrofe, por no tomar las medidas a las que les obligaba su cargo, y, a mayores se pide su detención y puesta a disposición judicial.