Si algo estamos aprendiendo…
Allá por los años posteriores a la muerte de Franco, una gran mayoría de españoles fuimos seducidos por palabras huecas, solo palabras, tales como libertad, solidaridad, paz… en definitiva, felicidad. Pensábamos que el nuevo régimen político era la panacea a todas nuestras carencias y así aceptamos toda clase de locas decisiones políticas perpetradas por los gobiernos de un miserable Felipe González, que endeudó el país de forma brutal, obligando a vender la herencia del franquismo en forma de privatización de empresas que daban un servicio público.
Hemos aprendido durante estos días que las bellas palabras dichas por los políticos solo son eso, bellas palabras y siempre que son pronunciadas por estos mal nacidos llevan consigo amargas consecuencias para los españoles.
Los poderes supranacionales que tienen en la masonería sionista su brazo de infiltración en todas las instrucciones y empresas importantes de los países y en España con más razón por qué es un país estratégico.
El gran Jokin Boor escribió un magnífico libro explicando la infiltración masónica, sociedad secreta por excelencia y sus consecuencias. Hoy nadie llega a puestos decisorios en política que no esten controlados por esas sociedades secretas, luego esto debemos tomarlo como aprendizaje que nos ayudará a entender el por qué de las aparentemente locas decisiones políticas que en la mayoría de los casos crean numerosos problemas a los diferentes colectivos españoles.
Durante estos días hemos visto que hasta las personas más templadas han gritado indignadas como un solo hombre por la criminal actuación en la gota fría del Mediterráneo, antes de comenzar a llover, por no alertar con precisión de la que se venía encima. Y es que el gobierno sabía seis horas antes de la que se venía y no dio la alerta, lo que hemos de calificar como mínimo y a falta de más pruebas de negligencia criminal. El posterior comportamiento que estamos observando en los poderes públicos ha de llevarnos a la conclusión, que estos poderes públicos deben ser enjuiciados por denegación y obstrucción al auxilio, algunas declaraciones de políticos así nos lo parece.
Luego hemos aprendido que los gobiernos del estado español sobran, que los españoles son capaces de organizarse mejor sin ellos. Los gobiernos crean problemas y solo entorpecen en estas situaciones, llegando a poner en peligro las vidas de los españoles. Mi indignación es tan grande que tengo que hacer esfuerzos para no llegar al insulto.
Lo que he aprendido es que el régimen del 78 sobra.