Tivoli World, ¿para cuándo?
Miguel Ángel Jiménez.- Tívoli World, inaugurado en 1972, fue mucho más que un parque de atracciones en Benalmádena; se convirtió en un verdadero icono de la Costa del Sol, especialmente durante los años 80 y 90. Este parque no solo era famoso por sus atracciones, sino también por ser un gran escenario para espectáculos de renombrados artistas nacionales e internacionales. Durante décadas, Tívoli fue el epicentro de conciertos y eventos culturales, ofreciendo a los visitantes experiencias únicas y un ambiente que combinaba el entretenimiento con la cultura.
Con un encanto especial, el parque albergaba atracciones inspiradas en lugares de todo el mundo, junto con espectáculos que iban desde la música en vivo hasta el flamenco, convirtiéndolo en un referente del ocio en Andalucía. Sin embargo, a pesar de su valor histórico y social, y de ser parte fundamental del recuerdo de generaciones de malagueños y turistas, el parque permanece cerrado desde 2020, mientras las autoridades no han tomado medidas concretas para su recuperación.
La falta de acción de las administraciones para reabrir este lugar emblemático no solo afecta a los trabajadores que perdieron su empleo, sino también a la comunidad que aún ve en Tívoli un símbolo de la vida cultural de la región. Rescatar Tívoli sería preservar un pedazo del patrimonio cultural y social de la Costa del Sol.
El parque fue vendido en 2007 por la familia Olsen al empresario Rafael Gómez, apodado “Sandokán”, quien poco después traspasó el parque a la promotora madrileña Tremón. Sin embargo, esta transacción dio lugar a una larga disputa legal, ya que Gómez denunció impagos, lo que agravó las dificultades financieras del parque. A lo largo de los años, Tívoli acumuló una gran deuda con Hacienda y la Seguridad Social, lo que llevó finalmente a su cierre en 2020.Pese al impacto del cierre sobre el turismo y el empleo en Benalmádena, ni la Junta de Andalucía ni el Ayuntamiento han logrado revertir la situación. La Junta ha mostrado poco interés en involucrarse, mientras que el Ayuntamiento, aunque ha intentado proteger el terreno de la especulación urbanística, no ha encontrado los recursos ni la influencia para alcanzar un acuerdo de reapertura.
El cierre de Tívoli World ha generado una profunda indignación entre los ciudadanos de Benalmádena y la Costa del Sol, donde el parque es recordado como un símbolo de la infancia de muchas generaciones. Con más de cincuenta años de historia, Tívoli fue un lugar de encuentro familiar y un motor turístico para la región. Además del daño cultural, el cierre de Tívoli dejó sin empleo a más de 70 trabajadores que dependían de este espacio para su sustento.
A pesar de sus esfuerzos por mantener el parque en buenas condiciones de forma voluntaria, han recibido poco apoyo real por parte de las autoridades. La ciudadanía clama por una intervención definitiva para que el parque vuelva a abrir y nuestros hijos puedan disfrutar de ese mismo rincón de recuerdos que hoy tienen malagueños y turistas de todo el mundo.
La reapertura de Tívoli no es solo una cuestión de nostalgia, sino una necesidad para revitalizar el turismo, el empleo y la vida cultural de la región.
Las administraciones tienen la obligación de dar una solución viable al caso de Tívoli World, que contemple no solo su reapertura, sino también la reincorporación de todos sus trabajadores. No basta con promesas de proteger el terreno frente a la especulación urbanística: es esencial un compromiso que aborde tanto el valor cultural y social del parque como su papel en el empleo local. La reapertura de Tívoli, con todos sus empleados , sería un acto de justicia para quienes han mantenido el parque cuidado y vivo en la memoria colectiva.
*Ex portavoz municipal de Vox en el Ayuntamiento de Benalmádena.