Patologías digestivas comunes y cómo afectan tu salud general
Las patologías digestivas son más comunes de lo que solemos pensar y pueden afectar nuestra salud general de forma significativa. Estos problemas pueden influir en el bienestar físico y emocional, incluyendo desde molestias leves hasta condiciones más complejas.
Hemorroides: qué son y cómo tratarlas eficazmente
Las hemorroides son venas inflamadas en el recto y el ano que provocan dolor, picazón y, en algunos casos, sangrado. Suelen desarrollarse debido a factores que aumentan la presión en esta zona, como el estreñimiento, la obesidad, el embarazo o el sedentarismo. La alimentación baja en fibra, el estilo de vida sedentario y las malas posturas también contribuyen a su aparición.
Entre los síntomas más comunes se encuentran el dolor al evacuar, la irritación y la sensación de picor en la zona afectada. En los casos graves, pueden aparecer hemorroides externas visibles, lo cual aumenta la incomodidad.
Un tratamiento eficaz para aliviar el dolor y la inflamación de las hemorroides es la pomada de anso, formulada específicamente para reducir las molestias. Aplicada de forma tópica, esta pomada ayuda a reducir la inflamación y proporciona alivio rápido del dolor. Además de tratar las hemorroides de forma localizada, se recomienda incorporar una dieta rica en fibra y mantener la hidratación, lo cual facilita el tránsito intestinal y reduce el esfuerzo durante las deposiciones.
Reflujo gastroesofágico (ERGE)
El reflujo gastroesofágico o ERGE es otra patología digestiva frecuente que afecta a una gran parte de la población. Este problema se produce cuando el ácido del estómago asciende hacia el esófago, provocando una sensación de quemazón en el pecho (acidez), regurgitación y en algunos casos dificultad para tragar. La ERGE suele empeorar al acostarse y es común en personas que consumen alimentos grasos, picantes o ácidos en exceso.
Si no se trata, el reflujo puede causar inflamación crónica del esófago e incluso aumentar el riesgo de desarrollar cáncer esofágico. Para controlar los síntomas del reflujo, es recomendable evitar las comidas copiosas antes de dormir, reducir el consumo de café, alcohol y tabaco, y optar por una dieta equilibrada y moderada en grasas.
Gastritis
La gastritis se caracteriza por la inflamación del revestimiento del estómago y puede estar causada por el consumo excesivo de alcohol, una dieta desequilibrada o incluso el estrés. Los síntomas más frecuentes incluyen dolor abdominal, acidez, náuseas y una sensación de hinchazón que puede volverse persistente.
Para prevenir o tratar la gastritis, es importante limitar el consumo de alimentos irritantes y grasas, mantener una buena hidratación y, en caso de estrés, buscar métodos de relajación que ayuden a reducir la tensión. Además, el seguimiento médico es esencial para identificar la causa específica y determinar si existe una infección por Helicobacter pylori, bacteria que suele estar asociada con la gastritis crónica.
Síndrome del intestino irritable (SII)
El síndrome del intestino irritable o SII es una afección digestiva funcional que afecta la motilidad del intestino. Se caracteriza por síntomas como dolor abdominal, hinchazón, gases y alteraciones en el tránsito intestinal, como estreñimiento, diarrea o una alternancia entre ambos. Aunque el SII no causa daños permanentes en el intestino, sí afecta significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen, generando malestar e incluso ansiedad y depresión en algunos casos.
Para mejorar los síntomas del SII, es recomendable llevar una dieta equilibrada, evitar alimentos que generen gases y consultar con un profesional de la salud para seguir un tratamiento personalizado. Muchas veces, el estrés y los nervios agravan los síntomas, por lo que aprender técnicas de manejo de estrés también resulta útil.