El PP cree con firmeza que la explosiva declaración de Víctor de Aldama en la Audiencia Nacional marca un antes y un después en la etapa de Pedro Sánchez al frente del Gobierno y por ello ahora trata de que cale el mensaje de que “la legislatura ha finalizado” y que lo mejor pasa por abrir una nueva etapa liderada por Alberto Núñez Feijóo.

“Este escándalo tiene que cesar, es insoportable lo que vivimos todos los días”, señalaba este viernes Miguel Tellado, portavoz parlamentario de los populares, quien cree que “la corrupción en el Ejecutivo tiene como epicentro” a Sánchez y que este debe “devolver la palabra a los ciudadanos”.

En Génova presionan de esta forma para que el líder del PSOE adelante elecciones. Lo hacen una vez han constatado, de nuevo, que no cuentan con los apoyos suficientes para una moción de censura, algo que puso encima de la mesa el miércoles el líder de los conservadores, aprovechando el desconcierto generado en el Congreso el miércoles a raíz de la declaración del supuesto cabecilla de la ‘trama Koldo’.

Lo hizo apelando a los socios del actual jefe del Ejecutivo, algo que repitió también ayer Borja Sémper, portavoz y vicesecretario de la formación. “Si hay otros partidos que ya no soportan este bochorno diario, nosotros estamos dispuestos a hablar; esto es lo que venimos diciendo, lo que ha dicho Feijóo desde hace mucho tiempo, lo que decimos todos sin engañarnos de cuál es la situación aritmética”.

Aunque lo cierto es que PNV y Junts, los dos aliados del Gobierno a quienes van dirigidos estos mensajes, desdeñaron ayer cualquier ofrecimiento. Los postconvergentes tildaron de “fantasía” esa posible moción, mientras que los nacionalistas vascos creen que es un “debate retórico”. Y Vox, el otro partido que tendría que entrar sí o sí en la ecuación, no quiere ni oír hablar de posibles cesiones a independentistas a cambio de apoyar a Feijóo.