Ucrania se enfrenta a retrocesos significativos en Kursk con pérdida de más del 40% del territorio
Ucrania ha experimentado un retroceso significativo en la región rusa de Kursk, perdiendo más del 40% del territorio que había capturado durante su incursión en agosto. Esta información, proporcionada por una fuente de alto rango del Estado Mayor ucraniano, revela que el control sobre la región se ha reducido de 1.376 kilómetros cuadrados a aproximadamente 800 kilómetros cuadrados.
Contexto de la incursión en Kursk
El avance inicial de Ucrania en Kursk buscaba frenar las ofensivas rusas en el este y noreste de Ucrania, además de desviar fuerzas rusas para obtener una ventaja estratégica en futuras negociaciones de paz. Sin embargo, las contraofensivas rusas han sido contundentes, impulsadas por la presencia de 59.000 soldados desplegados en la región desde el inicio de la incursión. Según la fuente ucraniana, Moscú ha intensificado sus esfuerzos para recuperar el territorio perdido, avanzando paulatinamente hacia Kurakhove, en la región oriental de Donetsk.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha señalado que los principales objetivos del presidente ruso, Vladímir Putin, incluyen consolidar el control sobre el Donbás y expulsar a las tropas ucranianas de Kursk antes del 20 de enero, coincidiendo con la fecha de asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Según Zelenski, esto representa un esfuerzo de Putin por demostrar fortaleza y dominio en el conflicto.
Refuerzos y tensiones en la región
Un factor adicional en la escalada del conflicto es la llegada de aproximadamente 11.000 efectivos norcoreanos a la región de Kursk, destinados a apoyar a las fuerzas rusas.
Sin embargo, la mayoría de estos efectivos aún se encuentra en fase de entrenamiento. Aunque Moscú no ha confirmado oficialmente la presencia de tropas norcoreanas, este refuerzo subraya la creciente colaboración entre Rusia y sus aliados internacionales.