Joaquín Núñez. – A pocos meses del inicio de la nueva Administración de Donald Trump, el presidente electo continúa craneando su estrategia para combatir la crisis fronteriza. En cuanto al impacto concreto de la situación fronteriza para el país y las ciudades y pueblos a lo largo y ancho del país, un reciente análisis del sitio RealClearInvestigations (RCI) se propuso profundizar en la tasa de criminalidad de los inmigrantes ilegales y el costo de los delitos cometidos para el país.

Desde el inicio de su gestión, Joe Biden y Kamala Harris han visto cómo los cruces fronterizos se han disparado a números récord. En efecto, desde el 20 de enero del 2021 y de acuerdo con el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, se estima que más de 10,3 millones de “extranjeros inadmisibles” ingresaron al país, un aumento del 200% comparado con la Administración Trump.

“La evidencia deja un hecho ineludiblemente claro: esta crisis fue intencional desde el principio y todos sus desastrosos impactos fueron evitables e innecesarios. A medida que el 118.º Congreso se acerca a su fin, es esencial que el pueblo estadounidense conozca toda la historia de cómo comenzó esta crisis y cómo la Administración Biden-Harris ha permitido que continúe hasta el día de hoy. (…) Han abierto nuestras fronteras, han atado las manos a las fuerzas del orden del DHS y han dejado que nuestras comunidades se enfrenten a las consecuencias”, expresó al respecto Mark E. Green (R-TN), presidente del comité.

El costo de la crisis fronteriza

Para realizar dicho análisis, el RCI se basó en los datos obtenidos por el Instituto Nacional de Justicia (NIJ) del Departamento de Justicia (DOJ), el cual sugiere que los delitos cometidos por inmigrantes ilegales que ingresaron a Estados Unidos antes del 21 de julio de 2024 le costaron al país unos 166.500 millones de dólares

La cifra se desglosa de la siguiente manera: atención médica/ambulancias, atención de salud mental, costos de servicios policiales/bomberos, servicios sociales/para víctimas, pérdida/daños a la propiedad, reducción de la productividad (en el trabajo, el hogar y la escuela) y pérdidas no monetarias (miedo, dolor, sufrimiento y pérdida de calidad de vida).

En cuanto a los cruces, el informe sugiere que no hay exactitud en las cifras debido a la “escasa recopilación de datos por parte de las jurisdicciones federales y ‘santuario’“. Debido a esto, señalan que “la tasa de criminalidad de los no ciudadanos está enormemente subestimada”.

Con el fin de la política de ‘Remain in Mexico’, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) no puede tomarse el tiempo para revisar debidamente una verificación de antecedentes de cada persona retenida, por lo que se los libera bajo su propia responsabilidad, en muchos casos para descubrir que tenían antecedentes en sus países de origen.

“En respuesta a una solicitud del representante republicano Tony Gonzales de Texas, el ICE informó este verano que ha liberado a 7,4 millones de extranjeros ‘no detenidos’ en los EE. UU. durante las últimas cuatro décadas aproximadamente. El ICE informa que estos incluyen 662.566 extranjeros con antecedentes penales: 435.719 individuos con condenas penales en sus países de origen y otros 226.847 con cargos penales pendientes. Sin embargo, estas cifras precisas no indican si los delitos de este último grupo se cometieron en el país de origen del acusado o en los EE. UU.”, añadieron desde el RCI.

Sin embargo, estas cifras solo tienen en cuenta el delito más grave cometido por cada uno de estos individuos. Por ejemplo, si uno de ellos cometió un delito sexual y además un asesinato, figurará únicamente el de asesinato.

La problemática de los “fugitivos”

Dentro del grupo de individuos que cruza ilegalmente la frontera, existe un grupo que fue observado cruzando ilegalmente pero que no fue detenido ni devuelto: “Los fugitivos”.

“Con hasta un 38% de los agentes fronterizos transferidos de tareas de monitoreo a tareas de procesamiento y un 30% de cámaras de vigilancia que no funcionan, es probable que millones más hayan ingresado a Estados Unidos sin ser detectados, incluidos potencialmente los individuos más peligrosos. La Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza estima que unos dos millones de estos “escapados” han ingresado al país desde 2021”, explicaron desde el RCI.

Esta situación se agrava con el bajo porcentaje de arresto entre quienes cometen delitos. Por ejemplo, de acuerdo con el Centro de Investigación para la Prevención de la Delincuencia (CPRC), solo el 35,2 % de los delitos violentos en las ciudades y ocurridos en 2022 terminaron en arresto.

A su vez, el 50,6% de los asesinatos terminaron con el victimario arrestado, el 24,1% en caso de violación, 22,7% en caso de robo y 39,9% en caso de agresiones con agravantes.