La senadora republicana de Florida, Ileana García, presentó el proyecto de ley SB 56, una propuesta destinada a prohibir actividades de modificación climática en el estado.

El proyecto de ley tiene como objetivo detener métodos químicos y tecnológicos que alteran patrones climáticos, temperaturas o la intensidad de la luz solar, poniendo fin a una práctica controvertida frecuentemente asociada con la geoingeniería.

¿Qué establece la SB 56?

La SB 56 deroga disposiciones existentes en los estatutos de Florida relacionadas con la modificación climática.

Específicamente, prohíbe la “inyección, liberación o dispersión, por cualquier medio, de un químico, compuesto químico, sustancia o aparato en la atmósfera dentro de las fronteras de este estado con el propósito expreso de afectar la temperatura, el clima o la intensidad de la luz solar”. Esta legislación está programada para entrar en vigor el 1 de julio de 2025.

A pesar de esto, es probable que el proyecto enfrente oposición por parte de sectores industriales y científicos ambientales que trabajan con tecnologías de manipulación climática.

Un movimiento que se extiende más allá de Florida

Florida no es el único estado que aborda la controversia sobre la manipulación climática. A principios de este año, el Senado estatal de Tennessee aprobó la SB 2691/HB 2063, un proyecto de ley que prohíbe la liberación intencionada de químicos en la atmósfera para fines de geoingeniería. Esta medida fue patrocinada por el representante Monty Fritts (R-Kingston) y el senador Steve Southerland (R-Morristown).

El fundamento del proyecto señala que existe evidencia de que «el gobierno federal, o entidades actuando en su nombre, pueden realizar experimentos de geoingeniería mediante la dispersión intencionada de químicos en la atmósfera, y estas actividades podrían ocurrir dentro del estado de Tennessee».

Iniciativas similares en otros estados

En New Hampshire, los representantes estatales Jason Gerhard y Kelley Potenza han introducido el proyecto de ley «Ley de Preservación de la Atmósfera Limpia» (HB 1700). Este propone regulaciones para prevenir la liberación intencional de emisiones contaminantes en la atmósfera, con el objetivo de proteger el medio ambiente y garantizar transparencia a los ciudadanos del estado.

Un debate controvertido

A nivel nacional, figuras como la representante Marjorie Taylor Greene han generado polémica al abordar el tema de la manipulación climática. En octubre pasado, Greene afirmó en X: «Sí pueden controlar el clima. Es ridículo que alguien mienta y diga que no se puede hacer».

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Aunque la congresista recibió críticas, incluso notas comunitarias en redes sociales reconocieron que la tecnología para modificar el clima a pequeña escala, como la siembra de nubes, es posible.

Con la introducción de la SB 56, Florida se suma al debate sobre los límites éticos y prácticos de la manipulación climática, colocando el tema en el centro de la discusión ambiental y legislativa.

Estelas químicas

Los aviones -también llamados chemtrails debido a la estela química que arrojan- son considerados como una «teoría de la conspiración» y los «expertos» argumentan que esas visibles líneas en el cielo son simplemente condensación de vapor de agua producida por la quema de combustible en los motores.

Sin embargo, la geoingeniería no es conspiración, ciencia ficción ni es una idea lejana. En regiones de España como Cataluña, la Rioja o Castilla La Mancha se usó yoduro de plata contra el granizo durante 20 años.

Una de las técnicas más mediatizadas por los proyectos que están realizando los chinos es la ‘siembra de nubes’, con aviones militares y usando yoduro de plata para provocar lluvias o nieve artificial.

Por otro lado, empresas como Exxon Mobil, BP, Shell o Chevron han patentado diferentes técnicas de geoingeniería.