Feijóo frente al vía crucis judicial de Sánchez
Francisco Marhuenda.- La duración de la legislatura depende de Sánchez o de la viabilidad de una moción de censura. Una vez constatada esta evidencia, otra realidad es que Feijóo tiene un partido unido y una gran fuerza territorial mientras que Sánchez parece un boxeador dando tumbos antes de ser noqueado. Es cierto que el poderoso aparato de propaganda socialista insiste en sus ataques contra el líder del PP, como también hizo en su día con Aznar o Rajoy.
Las personas cambian, pero la estrategia fue la misma en los estertores del felipismo o el zapaterismo. Por supuesto, presentaban a barones regionales como mejores alternativas, sucedió con Gallardón y Aguirre, o incluso se promovía a Mario Conde. Nunca hay que hacer caso o seguir los consejos de la izquierda mediática. Al final, como sucederá con Feijóo, tanto Aznar como Rajoy llegaron a la presidencia del Gobierno. No fue fácil, porque tuvieron en contra a RTVE y a una parte muy importante de los medios de comunicación privados, como sucede ahora, pero las urnas sentenciaron la desastrosa gestión socialista.
Más pronto que tarde, Feijóo llegará a La Moncloa, aunque se encontrará, como les sucedió a los otros líderes del PP, un panorama económico desastroso con un fuerte endeudamiento, un elevado déficit público, una Administración colonizada por los amigos del sanchismo, unas empresas públicas ineficaces y graves problemas estructurales. No hay que creerse la propaganda en materia económica teniendo en frente a una vicepresidenta inexperta y sin bagaje académico en la materia como Montero o un bien mandado sin ideas como Cuerpo.
Ni el uno ni el otro están a la altura para gestionar una de las mayores economías del mundo y la bondad de los datos es una consecuencia directa del apoyo de la UE, así como de los empresarios y la sociedad española. El vía crucis judicial de Sánchez por los problemas que afectan a su familia y la corrupción sistémica del PSOE con el escándalo Ábalos/Aldama no se puede esconder con mentiras como el acoso de los jueces o el blanqueamiento de la prensa afín que le parece bien todo lo que ha sucedido. Feijóo es un gestor de probada competencia y un político honrado y eficaz que nunca ha necesitado la mentira ni para alcanzar el poder ni para mantenerse.