¿Desde qué año se celebra la Lotería de Navidad?
Estamos a escasas horas de la celebración del Sorteo de Navidad. Unas fechas que, en el fondo, intentamos vivir con ilusión a pesar de la extraña y terrible situación que nos está tocando vivir a causa de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, y a las puertas de entrada del mes de diciembre, la concepción del año cambia. No solo estamos también cerca de la llegada de un nuevo año sino del día de la ilusión por excelencia.
El Sorteo de Navidad se remonta a la época de las Cortes de Cádiz. Fue entonces cuando el ministro de la Cámara de Indias pensó que sería una buena idea elevar los ingresos públicos sin perjudicar a los contribuyentes a través de una subida de impuestos masivas. Por ello se le ocurrió sacar a la venta una pila de papeletas que los ciudadanos podrían comprar de forma voluntaria. Los beneficios ayudarían a elevar dichos ingresos públicos.
Si bien esta celebración ha perdurado durante años y se ha convertido en toda una tradición para cualquier español que se precie, su nombre fue el de ‘Lotería Moderna’ con el único objetivo de diferenciarla de la ‘Lotería Primitiva’ que había iniciado anteriormetne el Marqués de Esquilache. No fue hasta el 23 de diciembre de 1892 cuando se instauró el nombre por el que todos la conocemos ahora: ‘Sorteo de Navidad’. En 1897 esta denominación comenzó a aparecer impresa en los décimos.
El primer premio se lo llevó el número 03604. Por aquel entonces el precio de cada billete era de 40 reales y el premio podía ascender hasta las 8.000 pesetas. Recordemos que el precio actual por cada décimo ganador es de 400.000.
Los niños de San Ildefonso fueron los encargados de cantar los números desde el primer sorteo, una tradición que no ha cambiado a día de hoy. Hasta 1913 los números estaban impresos en papeles. Desde esa fecha se implantó el sistema de bombos y bolas de madera. Un sistema que seguimos empleando.
Cada 22 de dicimbre, la ilusión irrumpe en nuestras casas. Concebimos la lotería como una forma de romper con los recuerdos o las situaciones negativas. Buscamos números clave, números fetiche, fechas que nos han marcado un antes y un después con el único objetivo de darle la vuelta y de convertir un mal recuerdo en una oportunidad cargada de ilusión.