Nanotecnología en vacunas COVID-19: El hallazgo de una científica argentina conmueve al mundo y desafía al establishment farmacéutico
La biotecnóloga tucumana Lorena Diblasi lideró una investigación internacional que detectó 55 elementos no declarados en vacunas COVID-19, incluyendo nanopartículas metálicas y componentes utilizados en dispositivos electrónicos. El estudio publicado por la prestigiosa International Journal of Vaccine Theory, Practice, and Research reveló la presencia de 55 elementos no declarados en vacunas COVID-19 AstraZeneca, CanSino, Moderna, Pfizer, Sinopharm y Sputnik V, incluyendo lantánidos citotóxicos empleados en optogenética y nanotecnología, así como metales pesados como cromo, arsénico y níquel en concentraciones alarmantes. El hallazgo de la valiente científica tucumana y su equipo, cuestionan la seguridad de las nanopartículas lipídicas (LNP) utilizadas en vacunas de ARNm y plantean serias dudas sobre la transparencia de la industria farmacéutica en el desarrollo de vacunas durante la pandemia en 2020.
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Hallazgos inéditos y preocupantes
Diblasi y su equipo utilizaron espectrometría de masas con plasma acoplado inductivamente (ICP-MS) para identificar la composición de las vacunas. Este método permitió detectar 12 de los 15 lantánidos (comúnmente usados en electrónica y optogenética) y 11 metales pesados, entre los que destacan:
– Cromo: presente en el 100% de las muestras.
– Arsénico: encontrado en el 82%.
– Níquel: detectado en el 59%.
“Es preocupante encontrar estos elementos no declarados en productos que han sido administrados a millones de personas. La heterogeneidad en la composición de las vacunas analizadas plantea serias dudas sobre su seguridad”, enfatizó Diblasi.
¿Por qué es relevante este descubrimiento?
Transparencia y seguridad: La presencia de elementos no declarados—especialmente metales pesados y nanopartículas metálicas—abre la discusión sobre los controles de calidad que deberían garantizar los laboratorios y los entes reguladores.
Desarrollo acelerado: Muchas de estas vacunas surgieron con procedimientos de autorización de emergencia. El estudio expone la falta de transparencia en los componentes de formulaciones que se elaboraron bajo plazos muy ajustados.
Debate global: Voces críticas como la del activista estadounidense Robert F. Kennedy Jr.—conocido por su postura cuestionadora frente a la industria farmacéutica—refuerzan el debate sobre la ética, la influencia económica y la responsabilidad social de estas corporaciones.
Implicaciones para la salud pública mundial
Esta investigación reaviva la discusión sobre las nanopartículas lipídicas (LNP) utilizadas especialmente en vacunas basadas en ARN mensajero (ARNm). La preocupación central es la citotoxicidad potencial de algunos componentes químicos que, según este análisis, no fueron oportunamente declarados.
En línea con el pensamiento de Robert F. Kennedy Jr., quien ha calificado a las vacunas COVID-19 como “las más mortales jamás fabricadas”, se subraya la urgencia de promover ensayos clínicos transparentes y un mayor escrutinio regulatorio. Organizaciones internacionales, como Transparency International, denuncian la opacidad contractual entre farmacéuticas y gobiernos, lo que pone a prueba la confianza pública y la credibilidad de los organismos de control.
Por su parte, los autores del estudio exigen que de ahora en más se promueva:
– Investigaciones independientes repliquen y profundicen estos hallazgos.
– Transparencia en la declaración de componentes por parte de las farmacéuticas.
– Fortalecimiento de procesos regulatorios para resguardar la seguridad de la población.
La investigación encabezada por la comprovinciana Lorena Diblasi abre la puerta a un escrutinio más riguroso de las vacunas COVID-19 y plantea la necesidad de reformular los estándares de control de calidad y regulación sanitaria.
Mientras el debate sobre la seguridad y eficacia de estas vacunas continúa, el rol de la comunidad científica en la vigilancia y divulgación de información se vuelve aún más relevante.
Desde eltucumano.com, seguiremos de cerca este caso que coloca a Tucumán en el centro de una gran controversia mundial, reforzando la importancia de la transparencia, la investigación independiente y la discusión abierta sobre los productos que impactan la salud de toda la humanidad.
Cada vez se muestra más que esas vacunas son puro veneno. Un familiar mío se puso la vacuna y al día siguiente se le formó un trombo en el braz;, afortunadamente lo sacaron a tiempo, antes que llegara al cerebro.