Aquellas felices Navidades
Quién nos iba a decir cuando éramos unos niños, que apenas unos años después y con el apoyo incondicional de las televisiones, resurgiría en España una “banda marxista” que, amparándose en la democracia, cumpliría un sueño y un objetivo que nunca antes tuvieron el valor de alcanzar. Me estoy refiriendo a poner fin a algo tan arraigado en nuestras calles, en nuestros hogares y en nuestras familias, como unas felices Navidades.
Es indignante que nosotros, millones y millones de españoles creyentes y no creyentes pero hijos en definitiva de una misma civilización, tengamos que pasar por las horcas caudinas de ver desaparecer la Pascua de la Navidad de nuestras calles, porque así lo ha decidido esa “banda marxista” que representa a una minoría de la sociedad, pero que tiene presos del pánico, atemorizados y acojonados, a los representantes de la más amplia mayoría.
Ya no podemos disfrutar libremente en la calle con nuestros hijos de unas felices Navidades cristianas, del mismo modo que lo hicieron nuestros abuelos y nuestros padres para con nosotros. Acabar con la tradición de unir a la familia ante el nacimiento de Dios, y de un mensaje de amor y de esperanza junto al Belén y al son de los villancicos, ha sido uno de los objetivos principales de esa “banda marxista, proabortista, anticristiana y antiespañola”.
Aunque llevamos en nuestros corazones aquellas felices Navidades de nuestra niñez y de nuestra juventud, en las que alegremente la familia al completo colocaba el Belén, los adornos navideños, y cantaba villancicos con los más pequeños, echamos en falta poder seguir disfrutando hoy, con todo lo que giraba en torno a ese “bello resplandor”.
Los funcionarios de Correos eran los encargados de llevar a familiares y amigos nuestras felicitaciones de Navidad, y también de traernos las de aquellos. El aguinaldo era otra de las costumbres de la magia navideña. Era tradición también que los trabajadores públicos como los basureros, carteros, o policías municipales, recibieran un regalo por Navidad de los vecinos del barrio donde prestaban sus servicios.
El barrendero llamaba a tu puerta y con voz muy amable te decía: “el barrendero les desea unas felices fiestas”, y te entregaba una tarjetita llena de colorido, y en su parte trasera se podían leer unos versos acerca del trabajo que muy honestamente desempeñaba, y nosotros, muy agradecidos, le entregábamos una humilde propina.
El sorteo de la lotería de Navidad, mantenía atenta a la familia delante del televisor o de la radio. Soñábamos con empezar un nuevo año con un pellizco del “premio gordo”, y así poder hacer realidad algún que otro sueño. Los protagonistas del sorteo eran y son las voces de los niños del Colegio de San Ildefonso, que al ritmo de su peculiar cantinela iban mostrando los números extraídos del bombo y los premios correspondientes. Y si no habíamos sido los agraciados, los abuelos solían decir: “esperaremos al sorteo del Niño”. Así era ese tradicional sorteo, sin que el Gobierno “robase” a los afortunados el veinte por ciento de su premio.
La cena de Nochebuena y la comida de Navidad eran especiales por tratarse de una reunión familiar. Y, aunque no les guste a los demócratas de pro, los trabajadores percibían una paga extra además de la mensual; paga extra que fue una conquista social del régimen de Franco para todos los trabajadores españoles, a la que seguimos llamando hoy “paga extra de Navidad”.
Con el aguinaldo, los más jóvenes comprábamos tebeos, cromos, artículos de broma y petardos. Pero la noche del 24 de diciembre, Nochebuena, era especial, mágica diría yo. En cada hogar, por humilde que este fuese, las madres y abuelas preparaban una cena exquisita. Y allí estábamos todos en torno a la mesa, radiantes de felicidad disfrutando de aquella unión familiar. A los postres, se ponían sobre la mesa los mantecados, polvorones y mazapán. Era el momento de cantar los primeros villancicos alrededor de nuestro Belén, antes de acudir a la Misa del Gallo como cada año ataviados con nuestros instrumentos musicales para celebrar el nacimiento del Niño Dios.
Tras la Misa, recorríamos las calles cantando villancicos y haciendo paradas en las casas de los vecinos, amigos y familiares, que nos invitaban a entrar libremente, sin miedo al atraco y al expolio, para compartir con ellos un momento tan entrañable. Después, los más pequeños, escribían junto a sus padres la carta a los Reyes Magos pidiéndoles los regalos con los que habían soñado durante todo el año.
Disfrutábamos de vacaciones escolares jugando en la calle, sin temor a los violadores, pederastas, criminales o traficantes de drogas, y la televisión nos ofrecía el famoso y entrañable “Especial Vacaciones” con series que no dañaban la mente infantil. No existía la “telebasura” ni el consumismo “tele-dirigido” como sucede ahora.
Durante aquellas felices Navidades, solíamos ir al cine de reestreno ubicado en nuestro barrio a precios asequibles, donde veíamos películas navideñas que tanto nos hacían llorar pero siempre con un final feliz. Allí tomábamos la merienda durante el descanso con un refresco, que nuestros padres habían preparado en casa. Sin embargo ahora, con mucha democracia y mucha libertad, se nos intenta concienciar de “la violencia en el cine”, cuando esa violencia empieza por el “atraco” en taquilla; y se nos prohíbe entrar en la sala con nuestra merienda, para que las multinacionales puedan vendernos a precios desorbitados sus refrescos y sus palomitas.
Poco a poco, y de manera muy sutil y habilidosa, este sistema de partidos nos ha impuesto un patrón muy norteamericano, que ha ido arrancando y socavando lo nuestro hasta sustituirlo por el marketing consumista anglosajón. Las formaciones políticas, unas por acción y otras por omisión, nos han llevado a la situación actual; una situación en la que una “banda de marxistas, anticristianos y antiespañoles” elegidos por una minoría guerracivilista, ha conseguido depojarnos a una amplia mayoría, de unas felices Navidades en nuestras calles y en nuestros hogares como parte esencial de nuestras tradiciones, y de una civilización cristiana y occidental.
Toda la razón. Este maldito sistema no solo nos ha robado el pan, también nos ha robado el Alma, lo cual es mucho peor!
FELIZ NAVIDAD CRISTIANA A TODOS!
Totalmente de acuerdo. El artículo me ha hecho renacer aquellos tiempos vividos y recordados, pues ya paso de los 80.Había necesidad, pero era mitigada por la ilusión
Excelente articulo, y real.
Escrito con gran sentimiento por José Luis Román.
Yo añadiría también, que la noche buena en muchos hogares ya no son tan en familia.
Ya que muchos jóvenes cenan con prisas, para luego irse de discoteca, o de copas.
Cuando lo normal y lo correcto, es estar con la familia toda esa noche.
Tiempo para ir de discoteca y pubs, hay durante el resto del año incluyendo la noche vieja.
Por desgracia, las navidades en España ya no es ni su sombra.
¡ Feliz Navidad ! a todos los lectores de alerta digital .
Aquellos fueron tiempos entrañables y felices. No había mucho dinero para estupideces pero a cambio teníamos familia, cariño, futuro, fe, esperanza…. Hoy quizá tenemos más dinero para comprar cosas que no necesitamos pero a cambio hemos perdido todo lo demás. La familia es un recuerdo del pasado. El futuro es más que incierto. El cariño y se ha transformado en odio. Nuestras tradiciones cristianas se han vuelto complejos que debemos ocultar…. En definitiva, valían más unas pobres navidades bajo la “terrible dictadura franquista” que cien bajo la “maravillosa libertad de la democracia”. El que todavía conserve unas mínimas luces que… Leer más »
Perfecta descripción de la España cristiana de hace apneas cuarenta años. Familias humildes, pero unidas y felices. Podíamos salir por la calle sin miedo al secuestro, al tirón o al atraco. No íbamos con el pánico a cuestas como vamos ahora, ante el temor de que nuestros hijos no vuelvan a casa víctimas de la droga, de pederastas, de violadores, o de que en cualquier lugar explote una bomba accionada por terroristas etarras o islámicos. Entonces no había necesidad de colocar bloques de hormigón en los accesos a lugares concurridos. Una pareja de la Guardia Civil de servicio, era más… Leer más »
Enhorabuena. Ha descrito a la perfección la infancia de muchos de nosotros. Esa infancia que nos forjó como hombres de bien.
La paga de Navidad ahora la dan el Último día del mes, la han quitado de su fecha, me supongo que para quitarla en un futuro, lo mismo con la del dieciocho de julio.
Muy bonito, me ha encantado, antes si que se vivía el verdadero espíritu de la navidad, feliz navidad a todos
Siento la misma nostalgia de mi ninez en mi Cuba de Los anos 50″que tristeza!gracias por su articulo,Es la dura realidad,tiempo said I dos que no volveran
Elsa Es mi nostalgia de la ninez en mi Cuba,aqellas si eran navidades en Los anos 50″
Como no, otra vez contando verdades como puños. Poco a poco quieren acabar con nuestra tradiciones cristianas y con nuestra historia. Me identifico con este articulo mas que nunca. Gracias a Dios, en mi casa conservamos esta clase de costumbres. Mi hija, mi mujer y yo sobre todo, te queremos agradecer la dedicación de este articulo porque nos lo hacemos nuestro. Aprovechando las fechas que son, quiero agradecer al periódico y a su director Armando por estar siempre en la punta de la lanza con información que interesa contada de primera mano. A todos los colaboradores por sus artículos increíbles.… Leer más »
Excelente Sr. Román. Qué tristeza causa ver nuestra degeneración social.
Solo una pega, la palabra “robase” no debe ir entrecomillada.
Feliz Navidad a todos.
Mi pregunta es, qué ley les da derecho a ello?Es legítimo, de acuerdo a nuestra legislación, que estos mindundis cambien las tradiciones del País, o es un simple abuso de poder? No hay ningún mecanismo para que los ciudadanos defendamos nuestros derechos? Por qué lo consentimos?
Felicidades por el articulo, esas eran las verdaderas Navidades, algunos aun hoy en día intentamos que sean como entonces, a menos en nuestros hogares.
Felices Fiestas
Impecable su descripción! Gratificante. Mis sinceras felicitaciones
Por cierto, FELIZ NAVIDAD!!
Totalmente de acuerdo con el artículo.
Como siempre, es un placer leerle señor Román. Mañana es NOCHEBUENA y cenaremos toda la familia. Es el momento ideal para leerles este gran artículo y, como no, hablar largo y tendido de este medio informativo que es ALERTA DIGITAL.
Mi más cordial enhorabuena por esas VERDADES que no encuentro en ningún otro medio.
FELIZ NAVIDAD! a todos, desde Matadepera
pues si, esto han conseguido los impresentables políticos de España con la connivencia de los medios( con la exclusión de este) y la tibieza de la jerarquía eclesiástica,. Marxismo y masonería arrasan por donde van. Por cierto les deseo a toda persona de bien FELIZ NAVIDAD, y que al menos en nuestros hogares brille el espíritu católico de la navidad,
Y a los que no eran católicos se les respetaba? O se les prohibía ? Había libertad de culto?
En España no había libertad de culto hasta la llegada de la democracia, ni tampoco existía la ley del divorcio, te tenias que casar por cojones por la iglesia y para toda la vida, no te digo más
Una mentira como tu “fregoneta” de grande. Había libertad de culto incluso con enseñanzas teológicas antiespañolas desde los años 60. Los protestantes deberíais hacéroslo mirar, eh. Bendiciones venga.
Me parece que los ciudadanos de la provincia del sahara no an catolicos y se les respetaba. España era amiga de los pyeblos arabes e incluso en las sinagogas se daban kas gracias por todos los judios que Franco salvo del nazismo.
PATRIA TRABAJO JUSTICIA
ARRIBA ESPAÑA
¿Cuándo hubo libertad religiosa en España?
Ley 44/1967, de 28 de junio, regulando el ejercicio del derecho civil a la libertad en materia religiosa. Publicado en: « BOE » núm. 156, de 1 de julio de 1967, páginas 9191 a 9194 (4 págs. )28 jun 2024
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BOE-A-1967-10949 Ley 44/1967, de 28 de junio, regulando el ejercicio del derecho civil a…