Diez chistes para contar y no desentonar en la reuniones familiares durante las navidades
¿Y tus vacaciones de Navidad qué tal han ido, bien o en familia? Un chiste que se podría calificar como corto, malo, pero muy recurrente en estas fechas donde las cenas y celebraciones con motivo de las fiestas están a la orden del día en las familias españolas.
Ya se sabe que el humor es una de las claves para amenizar este tipo de veladas, donde se juntan cuñados, suegros… Los chistes pueden ser un buen antídoto, aunque ojo, porque habrá que tener en cuenta quienes son tus receptores, si hay o no niños delante, la relación con la familia o si podría herir determinadas sensibilidades. Y es que cada persona es un mundo.
Hacemos una selección de chistes apto para (casi) todos los públicos y que tienen en cuenta el momento de la cena o comida en el que nos encontremos. Y es que nuestro estado de ánimo no es el mismo durante el aperitivo que a la hora de los ‘cubatas’. Para empezar, uno que tenga a niños como protagonistas, que además son los que más disfrutan de la Navidad;
La profe le pregunta a Jaimito;
– Jaimito, ¿cuanto pesa el planeta tierra?
– Mmmm.. ¿con gente o sin gente?
¿Malo, verdad? Pues espera al siguiente que te propongo. Aunque ojo, si contar chistes no es tu fuerte, no está de más que si te lanzas a ello sean, al menos al principio, cortos y de fácil recuerdo para ti. Este es un ejemplo.
– Papá, ¿qué se siente tener un hijo tan guapo?
– No sé hijo, pregúntale a tu abuelo…
Vamos poco a poco, que estamos empezando con esta selecta lista. Si los protagonistas son jóvenes adolescentes que cursan estudios medios puedes lanzarte, aún que no has ingerido alcohol, para contar un chiste “intelectual”, por ejemplo de Química.
– ¿Aprobaste el examen de Química?
– NaH, no de Bromo.
– ¿Era difícil?
– Cloro que sí. La verdad que Nitrato de hacerlo.
– Gracias
– Ácido un placer.
Pero no nos engañemos, en una celebración navideña lo que rápidamente sale a relucir es tu estado sentimental. Es decir, si tienes novio o novia. El típico tío, abuela o prima que te hace la pregunta fatal… ¿Te has echado novio? Puede ocurrir que Cupido no haya llamado a tu puerta y quedes como un ser triste y solitario incapaz de ligar (tu lo venderás como que eres una persona selectiva) o que, efectivamente, tengas pareja pero no quieres que tus padres se enteren por el momento. Fuere como fuere, es más que probable que un chiste sobre el tema de ligar aparezca.
Una pareja se conoce en un bar y tras unas copas, ella, mientras coquetea, le pregunta a él.
– ¿Cuántos años crees que tengo?
– Por la mirada 29 años, por tu piel 18 y por el cuerpo 21.
– Wow, tú sí que sabes seducir a un mujer. ¿Y ahora qué vas a hacer?
– La suma.
Llevamos ya unos cuantos chistes, pero aún no hemos empezado ni a cenar… ¡Ni siquiera el aperitivo! Eso hace que algunos comensales se impacienten y empiecen a demandar algo que llevarse a la boca. Un buen momento para sacar a relucir chistes que tengan a la comida como protagonista;
– ¡Estás obsesionado con la comida!
– No sé a que te refieres croquetamente.
Ya se sabe que las relaciones familiares son a veces un tanto peculiares. Muchos de sus miembros apenas saben nada el uno del otro durante el resto del año, por lo que a veces este tipo de eventos se convierte más bien en un compromiso. Para recrear este tipo de situaciones, puedes recurrir a chistes como este.
– Cariño, no haces más que mirar el reloj… ¿Te estás aburriendo con mi familia?
– ¡Claro que no! Estoy mirando cuánto tiempo llevamos disfrutando.
Una pregunta recurrente que se suele hacer en Nochebuena o en Nochevieja es lo que se hará al día siguiente, 25 de diciembre y 1 de enero. La mayoría lo destinan a comer en familia, descansar, dormir (especialmente si la Nochevieja ha sido larga), pero también en ir al cine. Posiblemente sea tu caso. Si quieres aprovechar tu plan cinéfilo para hacer un chiste ‘gracioso’ y rápido, este puede servirte. Si los comensales y tu habéis tomado alguna copa de vino de más, puede que incluso se rían.
– ¿Qué es un pez en un cine?
– Un mero espectador
En esta línea va el siguiente, aunque es más propio del humor negro.
– ¿Me puede ayudar, por favor? Mi hija se ha perdido
– ¿Cómo se llama su hija?
– Esperanza
– Imposible. La esperanza es lo último que se pierde.
Y los dos últimos chistes de la lista son un poco más largos, pero sin pasarse. Apto para quienes tienen cierto manejo en el arte de contarlos. Un momento propicio para arrancarte es después de la cena, cuando todos los familiares se sienten cómodos con una copa en la mano, y empieza la exaltación de la amistad con el cuñado de turno.
Tres borrachos llegan corriendo a la estación porque el tren ya sale. El jefe de estación les dice:
-Vengan, corran, que el tren está saliendo.
El jefe de estación sólo puede ayudar a dos a que suban al tren en marcha, y le dice al otro:
-Siento mucho no haber podido ayudarlo a usted también a subir.
A lo que el borracho le contesta:
– Más van a sentirlo ellos, que han venido a despedirme.
Y este último no te quepa duda que, con un par de copas de más, arrancarás la risa de los asistentes, especialmente si eres capaz de hacer bien el sonido de un gato;
Tres ladrones iban a asaltar un banco de máxima seguridad. Tenían que hacer un túnel para poder entrar, y deciden entrar por el conducto del aire acondicionado. Uno dice:
– Yo entro primero.
Entonces, entra y se resbala, un policía oye el ruido y pregunta:
– ¿Quién esta ahí?
Y responde:
– ¡Miiiaaauuuuu! Y sigue su camino.
Va el segundo y se resbala, el policía oye el ruido y pregunta:
– ¿Quién está ahí?
Y responde:
– ¡Miiiaaauuuuu! Y sigue su camino.
Va el tercero, se resbala y el policía oye el ruido y pregunta:
– ¿Quién está ahí?
Y responde:
– ¡Otro gato, otro gato!
Para chiste bueno ese que conto Pablo Iglesias al poco de fundar PODEMOS, cuando conto que le iba a regalar a todos los drogadictos del pais un piso y una paguita, a los drogadictos les hizo tanta gracia el chiste que le votaron todos como locos, estos comunistas estan para pillar moscas